Edward C. Tolman: biografía, teoría del aprendizaje, mapas
Edward C. Tolman (14 de abril de 1886 – 19 de noviembre de 1959) fue un psicólogo estadounidense que perteneció a las corrientes del conductismo y el cognitivismo. Es conocido principalmente por su creación de una rama del mismo conocida como psicología propositiva, que trataba de mezclar las ideas de ambas teorías, enfrentadas en ese momento.
En la época en la que vivió Edward C. Tolman, la psicología se encontraba totalmente dividida en dos corrientes. Una, en la que predominaba la escuela de la Gestalt, se preocupaba sobre todo por estudiar fenómenos mentales e internos. La otra, cuyo mayor exponente era el conductismo, rechazaba tratar de comprender cualquier elemento humano que no estuviera relacionado con la conducta observable.
Tolman, a pesar de que en principio se decantó por el conductismo, también estuvo muy influenciado por la escuela de la Gestalt. En los años 20, comenzó a defender la idea de que las teorías de Watson (que se basan en la simple relación estímulo – respuesta para explicar la conducta humana) eran muy limitadas.
En su obra más conocida, Conducta propositiva en animales y hombres (1932), sugirió que el comportamiento debe entenderse como un acto con un objetivo concreto. Este estaría formado tanto por los movimientos musculares implicados, como por los procesos cognitivos que los guían. Aún así, su enfoque permaneció básicamente conductista durante toda su vida.
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Biografía
Edward Chace Tolman nació el 14 de abril de 1886 en West Newton, Massachusetts (Estados Unidos). Creció en el seno de una familia con inclinaciones hacia la ciencia: su hermano, Richard Tolman, era físico en el Instituto de Tecnología de California. Seguramente debido a ello, durante los primeros años de su vida Edward tenía intención de estudiar ingeniería.
De hecho, durante los primeros años de su vida universitaria, Edward Tolman cursó estudios en esta disciplina. Sin embargo, en un momento dado decidió cambiar de trayectoria y especializarse en el estudio de la mente humana, tras leer el libro de Watson Principios de psicología. En 1915, obtuvo su doctorado en este campo en la prestigiosa universidad de Harvard.
Tras pasar tres años como profesor en la Northwestern University, Tolman decidió trasladarse a California, donde comenzó a impartir clases en la famosa universidad de Berkeley.
Allí pasó gran parte de su vida, enseñando en la facultad de psicología desde 1918 hasta 1954. Durante estos años, se ganó la fama de ser un profesor muy cercano y con gran habilidad para la docencia.
Trabajo como investigador
Durante el tiempo que estuvo enseñando en Berkeley, Edward C. Tolman compaginó su labor docente con la de investigación. La mayoría de sus experimentos fueron llevados a cabo utilizando ratas como sujetos de estudio.
Su objetivo era entender los principios del comportamiento, pero rechazando la idea de que toda la conducta tiene que ver con una simple relación estímulo – respuesta como proponía el conductismo.
Con estos experimentos, Tolman fue capaz de desarrollar una de sus teorías más importantes: la de los mapas mentales. Este investigador descubrió que si una rata recorría un laberinto un número suficiente de veces, acababa haciéndose una idea de su composición y podía llegar a la salida incluso si el camino que seguía habitualmente estaba bloqueado.
De esta manera, propuso la teoría de que algunos aprendizajes tienen lugar incluso en contextos en los que no existe ningún refuerzo externo, lo que iba en contra de las teorías conductistas predominantes en ese momento.
Tolman bautizó este fenómeno como “aprendizaje latente”; y esta idea, junto a la de los mapas mentales, acabó dando lugar a la psicología cognitiva.
Reconocimientos
Gracias a sus investigaciones y a su labor como docente, Edward C. Tolman recibió varios premios y reconocimientos importantes a lo largo de su carrera. Algunos de los más importantes son los siguientes:
– En 1937, fue nombrado presidente de la Asociación Americana de Psicología (APA), la institución más importante de este país.
– En 1940, se convirtió en presidente de la Sociedad Lewin para el Estudio Psicológico de Problemas Sociales.
– En 1949, se le nombró Compañero de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias.
– En 1957 recibió una condecoración especial por parte de la APA en reconocimiento por sus contribuciones a la ciencia y la psicología.
– Por último, en 1963, a título póstumo, la universidad de Berkeley construyó un nuevo edificio destinado a la enseñanza de la educación y la psicología, que recibió el nombre de “Salón Tolman”.
Teoría del aprendizaje
Una de las características más interesantes del trabajo de Edward C. Tolman es que, a pesar de considerarse conductista y seguir la metodología experimental desarrollada por esta rama de la psicología, tenía ideas mucho más flexibles que los principales exponentes en este campo, como podían ser Watson o Skinner.
De esta manera, a pesar de coincidir con estos autores en la necesidad de seguir un modelo experimental, también incorporó ideas de otras corrientes menos “objetivas”, principalmente la escuela de la Gestalt.
Su principal obsesión respecto a la teoría del aprendizaje era demostrar que no siempre es necesaria la presencia de un refuerzo externo para que un organismo (ya sea un animal o una persona) adquiera nuevo conocimiento. De esta manera, optaba por un modelo “estímulo – estímulo”, que se contraponía al clásico “estímulo – respuesta” que imperaba en ese momento.
Para demostrar sus ideas, Tolman recurrió a los experimentos con laberintos y ratas ya mencionados anteriormente. En ellos, descubrió que algunos aprendizajes no producen resultados externamente visibles en el momento en que se dan. Por el contrario, se quedan “dormidos” esperando hasta el momento en que es necesario hacer uso de ellos.
Edward C. Tolman bautizó a este fenómeno como “aprendizaje latente”. A pesar de que sus ideas al respecto no estuvieron muy desarrolladas debido a la dificultad de estudiar este fenómeno, en las décadas posteriores sirvieron como base para muchas otras corrientes más avanzadas dentro de la psicología, principalmente el cognitivismo.
Así, por ejemplo, hoy en día sabemos que una persona “experta” en un campo determinado lo es porque ha interiorizado una gran cantidad de aprendizajes latentes, a los que puede recurrir en los momentos en que los necesita.
Por el contrario, un principiante en cualquier materia aún no ha sido capaz de interiorizar los datos más importantes sobre su disciplina.
Mapas cognitivos
La otra idea más conocida de todas las desarrolladas por Edward C. Tolman fue la de los mapas cognitivos. En sus experimentos con ratas, se dio cuenta de que estos animales eran capaces de recorrer un laberinto que ya conocían con facilidad incluso cuando se les bloqueaba el camino que utilizaban habitualmente.
Para este experimentador, la explicación a este fenómeno es la de que las ratas son capaces de memorizar los datos más relevantes sobre su entorno y construirse un “mapa cognitivo” sobre aquello que les rodea. Este mapa les ayudaría a navegar por sus alrededores sin dificultades, y les otorgaría una mayor capacidad de adaptación.
Tolman defendía la idea de que los seres humanos construimos esta clase de mapas constantemente, con la intención de comprender la realidad que nos rodea de la manera más sencilla posible.
De esta manera, cada vez que nos encontramos con una situación similar en varias ocasiones, interiorizamos algunas de sus características y las utilizamos para guiarnos en cualquier otra parecida que vivamos en el futuro.
De nuevo, esta idea no fue desarrollada en exceso por Tolman, debido a la existencia de pocos datos objetivos durante su vida que pudieran haber sido usados para ampliarla. Sin embargo, en las décadas siguientes la teoría de los mapas cognitivos dio lugar a muchos otros conceptos útiles dentro del campo de la psicología.
Por ejemplo, Daniel Kahneman utilizó la teoría de los mapas cognitivos como base para formular la suya propia de los sesgos mentales y del sistema dual del pensamiento.
Esta teoría fue tan influyente en el estudio de la mente humana que le sirvió para ganar un Premio Nobel, además de sentar las bases de muchos de los conceptos empleados en esta ciencia hoy en día.
Por otra parte, en disciplinas menos académicas como la programación neurolingüística se utiliza el concepto de los mapas cognitivos para explicar la manera en que los seres humanos nos relacionamos con el mundo que nos rodea.
Debido al desarrollo de sus ideas por disciplinas de este tipo, Tolman es considerado como uno de los padres de la psicología moderna.
Experimentos
Una de las claves del pensamiento de Edward C. Tolman fue su creencia de que la psicología debía ser tratada como una ciencia natural, y por lo tanto tenía que basarse en experimentos objetivos y replicables en lugar de en otros métodos menos fiables, como por ejemplo la introspección.
Así, durante toda su vida Tolman trató de diseñar experimentos objetivos con los que estudiar la mente humana, el aprendizaje y otros fenómenos similares. Esta idea surgía del conductismo, corriente que cada vez se estaba haciendo más fuerte dentro de la psicología; pero su enfoque era ligeramente distinto.
La principal diferencia entre el conductismo clásico y el que practicaba Edward Tolman era que mientras el primero tan solo trataba de estudiar la conducta observable, los experimentos del segundo tenían como objetivo entender fenómenos más complejos y aparentemente inescrutables como el subconsciente, la memoria o el amor.
Referencias
- “Edward C. Tolman” en: Britannica. Recuperado en: 22 Julio 2019 de Britannica: britannica.com.
- “Edward C. Tolman” en: New World Encyclopedia. Recuperado en: 22 Julio 2019 de New World Encyclopedia: newworldencyclopedia.org.
- “Edward C. Tolman” en: VeryWell Mind. Recuperado en: 22 Julio 2019 de VeryWell Mind: verywellmind.com.
- “Edward C. Tolman” en: La Mente es Maravillosa. Recuperado en: 22 Julio 2019 de La Mente es Maravillosa: lamenteesmaravillosa.com.
- “Edward C. Tolman” en: Wikipedia. Recuperado en: 22 Julio 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.