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Entamoeba gingivalis: qué es, características, taxonomía, morfología


¿Qué es la Entamoeba gingivalis?

Entamoeba gingivalis es un protozoario comensal de la cavidad bucal que vive en encías, sarro dental y criptas amigdalinas. Algunos autores aseguran que se ha encontrado fuera de la boca, especialmente en frotis de vagina y cuello uterino de mujeres con dispositivos. También ha sido vista en primates, caballos, perros y gatos cautivos.

Este microorganismo fue descubierto por G. Gros en 1849. En aquel momento se le denominó Endamoeba gingivalis y fue considerada un microorganismo comensal.

Aunque este hallazgo fue observado en algunos pacientes que padecían de periodontitis, no hubo una asociación de dicha patología con la presencia de la ameba, situación que perduró durante más de un siglo.

En 1980 T. Lyons rescató el interés por la Entamoeba gingivalis, después de que detectara microorganismos ameboides en bolsas periodontales, y observara que estas estaban ausentes en sitios sanos.

Lyons sospechó que la patología podía estar relacionada con la ameba, por lo que implementó un tratamiento basado en peróxido de oxígeno y metronidazol, con el que tuvo éxito.

Sin embargo, no fue suficiente para catalogar a E. gingivalis como agente causal de la periodontitis. Muchos han sido los estudios sobre esto en particular y aún existen controversias al respecto.

Características de la Entamoeba gingivalis

Entamoeba gingivalis es un microorganismo no invasivo, pues no se extiende fuera de su nicho ecológico habitual.

Existe una prevalencia que va de 6% a 80% de E. gingivalis en pacientes con afectaciones bucales como gingivitis, enfermedad periodontal avanzada, caries dental, abscesos o supuraciones bucales, prótesis dentales y en biopelículas formadas en la base de los dientes.

Sin embargo, también se ha encontrado en pacientes que gozan de buena salud bucal, pero en menor frecuencia. Por tanto, no se le ha podido definir como patógeno, pero quizás se comporte más como un oportunista.

Las microbiotas habituales en los organismos vivos por lo general se mantienen sin causar molestias al hospedador mientras estén en un perfecto equilibrio, pero si por alguna razón se exacerba un microorganismo por encima de otros, puede haber consecuencias.

Por tanto, si el parásito prolifera más de lo normal, pudiera crear un desequilibrio en la microbiota oral. 

Es así como Entamoeba gingivalis puede generar una respuesta inflamatoria, degenerativa y necrótica en las encías y tejidos conectivos circundantes, que favorecen la colonización microbiana en las bolsas periodontales.

Si bien no es el agente causal de la enfermedad, sí puede contribuir a que esta se dé, actuando conjuntamente con las bacterias.

Por otra parte, se ha especulado que la presencia de algunas bacterias en la microbiota oral son favorables para disminuir las patologías bucales. Por ejemplo, Porphyromonas catoniae y Neisseria flavescens.

Por tanto, son consideradas indicadores pasivos de salud oral, pero se desconoce si su presencia limita a E. gingivalis. Lo que sí se sabe es que Entamoebas gingivalis se alimenta de las células en descamación del borde de las encías, células sanguíneas y bacterias.

También fagocitan los núcleos de los polimorfonucleares a través de un mecanismo que se denomina exonucleofagia.

Taxonomía

Entamoeba gingivalis pertenece al Reino Protista, Phylum: Amoebozoa, Clase: Archamoebae, Orden: Mastigamoebida, Familia: Entamoebidae, Género: Entamoeba, Especie: gingivalis.

Morfología

El trofozoíto es unicelular en el que se distingue un ectoplasma externo claro y un endoplasma granular interno. Solo se conoce la forma vegetativa o trofozoíto que mide de 5-35 µm.

Entamoeba gingivalis posee una etapa no móvil, donde el ectoplasma es apenas visible, y una fase móvil donde aparece como una capa gruesa que comprende aproximadamente la mitad del volumen del trofozoíto.

Posee un pequeño núcleo vesicular central de 2 a 4 µm con una membrana nuclear delgada, revestida de finos gránulos de cromatina agrupada en la periferia. Contiene un cariosoma central o excéntrico.

El endoplasma es granulado y vacuolado. Normalmente, está lleno de partículas de alimentos flotantes.

Las vacuolas alimentarias contienen cuerpos redondeados oscuros, derivados en gran medida de los núcleos de células epiteliales degeneradas, linfocitos y ocasionalmente leucocitos. E. gingivalis también ingiere bacterias pero en menor proporción.

Básicamente E. gingivalis es un eliminador de células desintegradas.

El citoplasma es finamente granular y presenta pseudópodos ectoplásmicos multidireccionales que le permiten desplazarse.

Hasta los momentos, se desconoce si tiene la capacidad de enquistarse como lo hacen otras amebas.

Diagnóstico o hallazgo del parásito oral

Las Entamoebas pueden observarse al microscopio óptico de muestras tomadas de los nichos ecológicos del parásito. Para ello se pueden hacer frotis teñidos con coloraciones especiales como gomori metenamina de plata (GMS), ácido peryódico – Schiff (PAS), hematoxilina férrica, giemsa y papanicolau.

Sin embargo, algunos autores afirman que estas coloraciones no permiten visualizar bien las estructuras del microorganismo, existiendo dificultad para observar el núcleo debido a que las vacuolas se superponen.

Por tanto, se necesitan profesionales con mucha pericia para la identificación de la ameba, ya que es fácilmente confundible con histiocitos. Por ello recomiendan hacer preparaciones en fresco, realizando enjuagues bucales con 3 mL de solución salina.

Posteriormente, se centrifuga la muestra y se dispensa una gota de sedimento en una lámina portaobjeto, cubriéndolo con una lámina cubreobjeto.

En esta preparación sencilla pueden visualizarse todas las estructuras del parásito en vivo, donde incluso puede apreciarse el movimiento característico de los trofozoítos.

Transmisión

Se puede transmitir a través del contacto íntimo con la saliva de personas que presenten Entamoeba gingivalis en su boca.

Esto quiere decir que la Entamoeba gingivalis se transmite por besos profundos, beber o comer con vasos y cubiertos contaminados con saliva de personas que contenga el protozoario en su cavidad oral. También por el uso compartido de cepillos dentales.

Factores de riesgo

Como factores de riesgo para presentar el parásito con sintomatología activa en la cavidad oral se tienen:

  • La condición de paciente diabético
  • El tabaquismo
  • La quimioterapia
  • Mala higiene bucal
  • Alteraciones estomatológicas
  • Pacientes VIH positivos.

Se cree que todas estas condiciones juegan un papel primordial para la proliferación del microorganismo.

Ciclo de vida

La Entamoeba gingivalis se reproduce por división binaria longitudinal y no presenta reproducción sexual. El ciclo comienza cuando una persona susceptible tiene una exposición con saliva contaminada con el parásito, bien sea directa o indirecta.

Una vez que la Entamoeba llega al nuevo hospedador, el trofozoíto comienza su división. Si consigue condiciones favorables se instala en diversos nichos ecológicos, donde permanece.

Puede desaparecer si se mantiene una buena higiene bucal.

Prevención

La higiene bucal y un buen control odontológico es lo recomendable para mantener buena salud oral.

Se debe ir al odontólogo cuando se presenten ciertas manifestaciones tales como: halitosis, encías muy rojas, hemorragias frecuentes y prurito en la zona gingival.

De esta manera se evitará que estas molestias progresen a enfermedades periodontales severas.

Tratamiento

El tratamiento periodontal no quirúrgico podría reducir el número de Entamoeba gingivalis en el entorno oral de pacientes con periodontitis crónica.

Un estudio in vitro demostró que el metronidazol elimina a E. gingivalis a una concentración ≥ 4 mg /L.

Así mismo, un estudio clínico in vivo reportó una disminución de 64% a 26% de E. gingivalis en la enfermedad periodontal, después de colocar un tratamiento con metronidazol oral, 750 mg al día durante 7 días.

Referencias

  1. Bonner M, Amard V, Bar-Pinatel C, et al. Detection of the amoeba Entamoeba gingivalis in periodontal pockets. Parasite (2014). 21:30.
  2. García G, Ramos F, Hernández L, Yáñez J and Gaytán P. A New subtype of Entamoeba gingivalis: “E. gingivalis ST2, Kamaktti variant”. Parasitol Res. (2018). 117 (4): 1277-1284.
  3. Wikipedia contributors. Entamoeba gingivalis. Wikipedia, The Free Encyclopedia (2018). 19:08 UTC. Available at:wikipedia.org/.
  4. Eloufir F, Khelaifia S, Aboudharam G, Drancourt M. In Vitro Activity of Metronidazole against Entamoeba gingivalis. J Infect Dis Ther (2014). 2:170.