Cultura general

Herbert Spencer: quién fue, biografía, aportes y obras


¿Quién fue Herbert Spencer?

Herbert Spencer (1820-1903) fue un naturalista, sociólogo, psicólogo y filósofo inglés defensor de la teoría de la evolución y la importancia del individuo dentro de la sociedad. Fue uno de los intelectuales más importantes de finales del siglo XIX hasta comienzos del XX.

Spencer se basó en las teorías del naturalista Charles Darwin sobre el origen de las especies para explicar el concepto de la evolución de las sociedades a lo largo del tiempo. Explicó cómo la “selección natural” se aplica a las sociedades humanas, clases sociales e individuos.

Además, acuñó el concepto de la “supervivencia del más apto”, explicando que es natural el hecho de que unos sean ricos y otros pobres.

Por otro lado, su visión sobre el cambio social fue popular para la época. En tal sentido, tomó las ideas del sociólogo francés Auguste Comte para explicar que el cambio social no es una idea por la que se trabaja, sino algo que se da naturalmente.

Biografía de Herbert Spencer

Primeros años

Herbert Spencer nació el 27 de abril de 1820 en Derby, Inglaterra. Fue hijo de William George Spencer, un opositor de la religión que se desvió del metodismo de una comunidad de cuáqueros profundamente religiosa. Esto influyó significativamente en los ideales de su hijo.

George Spencer se desempeñó como secretario de la Sociedad Filosófica de Derby, una sociedad científica fundada en 1783 por Erasmus Darwin, abuelo de Charles Darwin. Paralelamente, Spencer fue educado por su padre en las ciencias empíricas y por los miembros de la Sociedad, quienes le enseñaron conceptos predarwinistas.

Su tío, Thomas Spencer, era un vicario del monasterio cartujo de Hinton, y fue con él con quien Spencer completó su educación formal. Le enseñó matemáticas, física y latín. Además, Thomas influyó en Herbert al inculcarle ideales políticos firmes sobre el libre comercio y sobre frenar la intervención del Estado en diversos asuntos.

Spencer fue autodidacta y adquirió buena parte de sus conocimientos a través de la lectura especializada y en las conversaciones con amigos y conocidos.

A lo largo de su juventud, no se conformó con cualquier disciplina intelectual; trabajó como ingeniero civil durante el auge ferroviario de finales de la década de 1830. También dedicó parte de su tiempo a escribir para periódicos de su provincia.

Inicios de su carrera

Entre 1848 y 1853 fue subeditor de la revista The Economics, y en 1851 publicó su primer libro, titulado Estática social, en el cual predijo que la humanidad se adaptaría a los requisitos de la vida en sociedad y se debilitaría la fuerza del Estado.

Su editor, John Chapman, preparó una reunión para presentar a Spencer a un grupo de pensadores radicales, entre ellos, Harriet Martineau, John Stuart Mill, George Henry Lewes y Mary Ann Evans.

Poco después de conocerlos a todos, Spencer tuvo vínculos románticos con Mary Ann Evans.

La amistad de Evans y Lewes le permitió familiarizarse con la obra de John Stuart Mill, titulada Un sistema de lógica, y con el positivismo de Auguste Comte. Esas nuevas relaciones lo llevaron a encaminarse en el trabajo de su vida, oponiéndose a los ideales de Comte.

Al igual que los miembros del salón de Chapman y algunos pensadores de su generación, Spencer estuvo obsesionado con la idea de que era posible demostrar que todo el universo podía explicarse por leyes de validez universal.

Del lado contrario, otros teólogos se apegaron a la idea tradicional de la creación y el alma humana, por lo que fue natural que hubiese un choque entre conceptos religiosos y conceptos científicos.

Spencer y el agnosticismo

Spencer repudió la religión tradicional, y su reputación entre los victorianos en gran medida se debió a su agnosticismo. Con frecuencia fue condenado por pensadores religiosos por defender, supuestamente, el materialismo y el ateísmo.

Por otro lado, el sociólogo inglés insistió en que su intención no era socavar la religión en nombre de la ciencia, sino propiciar la reconciliación entre ambas.

Spencer concluyó que la religión tiene un lugar al lado de la ciencia cuando intenta referirse a lo absoluto desconocido.

Postura política

El punto de vista de Spencer se derivó de sus teorías políticas y golpes en contra de los movimientos de reforma de finales del siglo XIX. Fue uno de los precursores del liberalismo y del movimiento filosófico y político, el anarcocapitalismo.

El economista estadounidense Murray Rothbard, llamó a la Estática social la mayor obra individual de filosofía política liberal que se había escrito hasta el momento.

Sostuvo firmes oposiciones frente al Estado; argumentó luego que el mismo no era una institución esencial y que decaería a lo largo del tiempo. Además, comentó que el individuo tenía derecho a ignorar al Estado, por lo que era fuertemente crítico con el patriotismo.

Estuvo asociado al darwinismo social, una teoría que aplica la ley de la supervivencia del más fuerte. En la biología, la competencia entre organismos puede resultar en la muerte de una especie.

El tipo de competencia a la que Spencer se refería se acerca a la de los economistas: una persona o empresa compiten por mejorar el bienestar del resto de la sociedad.

El sociólogo inglés veía de manera positiva la caridad privada; de hecho, impulsó la asociación voluntaria para ayudar a los más necesitados, en lugar de la dependencia de la burocracia o la participación del gobierno.

Últimos años

Las últimas décadas de la vida de Spencer fueron completamente amargas, se caracterizaron por una creciente desilusión llena de soledad; nunca se casó y después de 1855 se convirtió en un hipocondríaco. Se quejó de innumerables enfermedades que los médicos nunca llegaron a detectar.

En 1890, sus lectores lo abandonaron y sus amigos más cercanos murieron. En sus últimos años, sus opiniones y posturas políticas se hicieron cada vez más conservadoras. Si bien en su obra Estática social se inclinó a favor del voto de las mujeres, en 1880 se convirtió en un firme opositor al sufragio femenino.

En este período, las opiniones de Spencer se expresaron en lo que se convirtió en su obra más famosa, titulada El hombre contra el Estado.

Poco antes de su muerte, en 1902, Spencer fue nominado para el premio Nobel de Literatura. Continuó escribiendo su vida, incluso a través de los dictados, hasta el día de su muerte el 8 de diciembre de 1903, a la edad de 83 años.

Como anécdota, Spencer fue el creador de un objeto precursor del clip de papel, aunque se parecía más a un pasador de chaveta. Esta especie de clavija para sujetar papeles, novedosa para la época, fue distribuiao por Ackermann and Company.

Aportes de Herbert Spencer

Ideas sobre la filosofía sintética

El atractivo de Spencer frente a los pensadores de su generación fue poseer un sistema de creencias, que sustituía la fe religiosa convencional por los avances de la ciencia moderna.

La versión filosófica del sociólogo inglés estuvo formada por una combinación de deísmo (la creencia en Dios) y positivismo.

Por una parte, se vio influenciado por el deísmo del siglo XVIII de su padre (ideas que se separaban de las ideas religiosas tradicionales) y de las obras del popular George Combe.

Spencer estableció los objetivos de la filosofía sintética: el primero fue demostrar que no hay excepciones para poder descubrir explicaciones científicas de los fenómenos del universo; al contrario, existen leyes naturales que los reafirman.

El trabajo de Spencer se basó en escribir sobre biología, psicología y sociología para intentar demostrar la existencia de leyes naturales en estas disciplinas científicas.

El segundo objetivo de la filosofía sintética fue mostrar que las mismas leyes naturales conducían al progreso inevitable. Auguste Comte solo hizo énfasis en la unidad del método científico. Spencer más bien buscó la unificación del conocimiento científico con una ley fundamental: la ley de la evolución.

Aporte sociológico

Spencer leyó y hasta cierto punto tomó las ideas de la sociología positivista de Auguste Comte para su propio proyecto.

A pesar de eso, rechazó los aspectos ideológicos del positivismo, intentando reformular la ciencia social en términos de su principio de evolución, al cual le aplicó aspectos biológicos, psicológicos y sociológicos del universo.

Spencer hizo contribuciones valiosas a la sociología temprana, sobre todo su influencia en el funcionalismo estructural, la cual ve la sociedad como un sistema conjunto en el cual las partes trabajan en pro de la armonía social.

Sin embargo, su intento de introducir ideas de Charles Darwin en el campo de la sociología no tuvo éxito. El sociólogo estadounidense, Lester Frank Ward, atacó las teorías de Spencer. Si bien el estadounidense admiró el trabajo de Spencer, creyó que los prejuicios políticos lo habían llevado por mal camino.

A comienzos del siglo XX, Max Weber presentó un antipositivismo metodológico, en el cual influyeron las teorías de Spencer.

El aporte de la supervivencia del más apto y los procesos de la ley natural de Spencer tuvieron un atractivo que perduró en el campo de las ciencias sociales, la política y la economía.

Aporte en las teorías biológicas

Spencer creyó que la clasificación sociológica fundamental estuvo entre las sociedades militares (donde la cooperación estaba asegurada por la fuerza) y las sociedades industriales (donde la cooperación era voluntaria y espontánea).

La evolución no fue el único concepto biológico que aplicó en sus teorías sociológicas; también realizó una comparación detallada entre los animales y la sociedad humana.

En ambos casos encontró un sistema regulador (el sistema nervioso en los animales, y el gobierno en los humanos), un sistema sustentador (alimentación en el primer caso, y la industria en el otro) y un sistema distribuidor (venas y arterias en el primero; carreteras, telégrafos en el otro).

De tales postulados concluyó que la gran diferencia entre un animal y un organismo social es que mientras en el primero hay una conciencia relacionada con el todo, en el segundo la conciencia existe solo en cada miembro; es decir, la sociedad existe para el beneficio de sus miembros y no para su beneficio propio.

El individualismo fue la clave del trabajo de Spencer. La diferencia entre las sociedades militares e industriales se dibuja entre el despotismo (primitivo y malo), contra el individualismo (civilizado y bueno).

Obras de Herbert Spencer

Estática social

Estática social fue el primer libro de Herbert Spencer, publicado en 1851 por el editor inglés John Chapman. En su libro usa el término “aptitud” para aplicar sus ideas de la evolución. Spencer explicó que el humano puede adaptarse al estado social, pero solo si se queda retenido en tal estado social.

Concluyó en su libro que todo resulta de la adaptación de los seres humanos a su ambiente social y natural, y que además contiene dos características: la transmisión hereditaria y la desaparición de los que no se pueden adaptar.

El sociólogo inglés explicó que todas las especies, desde los grados evolutivos inferiores hasta los superiores, se organizan de manera similar a los animales y humanos.

A pesar de eso, no fue sino hasta su obra Principios de biología, publicada en 1864, que se acuñó la frase “supervivencia del más apto”. Esto pudo describirse como un principio clave del llamado darwinismo social, aunque Spencer y su libro no fueron defensores de este concepto.

Principios de sociología

Principios de sociología fue publicado en 1855. El libro se basó en la suposición de que la mente humana está sujeta a leyes naturales y que pudieron descubrirse gracias a la biología. El concepto permitió una perspectiva de desarrollo en términos del individuo.

Spencer hizo hincapié en los conceptos de adaptación, desarrollo y continuidad. Además, intentó fundar la psicología en los principios de la biología evolutiva, sentando las bases para el funcionalismo científico y el desarrollismo.

A pesar de eso, el libro no tuvo el éxito esperado al principio. No fue sino hasta junio de 1861 cuando se vendieron las últimas copias.

La filosofía sintética

La filosofía sintética es una obra completa que contiene 11 volúmenes sobre los principios de la psicología, la biología, la sociología y la moralidad escritos por Herbert Spencer, en 1896.

Spencer, a través de su libro, se esforzó por demostrar que era posible la creencia de la perfección humana basada en ideas científicas complejas; por ejemplo, la primera ley de la termodinámica y la evolución biológica podían ocupar el lugar de la religión.

El hombre contra el Estado

El hombre contra el Estado se ha convertido, a lo largo del tiempo, en una de las obras más famosas de Herbert Spencer. Fue publicada por primera vez en 1884.

El libro consta de cuatro capítulos principales: “El nuevo Toryismo”, “La esclavitud que viene”, “Los pecados de los legisladores” y “La gran superstición política”. En este libro, el sociólogo inglés vio una corrupción del Estado, prediciendo en un futuro una “próxima esclavitud”.

Además, argumentó que el liberalismo libró al mundo de la esclavitud y el feudalismo estaba experimentando una transformación.

Spencer reflejó en su libro su postura sobre la reducción al mínimo de la participación del Estado sobre el individuo. Su intención fue ampliar el margen de tal modo que el individuo ejerciera sus actividades libremente, sin el control o la supervisión del Estado.

Referencias

  1. Herbert Spencer, Harry Burrows Acton for Encyclopedia Britannica (n.d.). Tomado de Britannica.com
  2. Herbert Spencer, Portal de New World Encyclopedia (n.d.). Tomado de newworldencyclopedia.org
  3. Herbert Spencer, Wikipedia in English (n.d.). Tomado de Wikipedia.org
  4. Social Statics, Wikipedia in English, (n.d.). Tomado de Wikipedia.org
  5. The Man Versus the State, Herbert Spencer (2013). Tomado de books.google.com
  6. Principios de Sociología, Herbert Spencer, Crítica de Libros (n.d.). Tomado de criticadelibros.com