Tecnología

¿Qué es el Comportamiento Ético del Tecnólogo?


El comportamiento ético del tecnólogo se refiere a los principios morales que deben regir las decisiones que toma el profesional en tecnología dentro de su trabajo. Todas las profesiones tienen un código de ética que brinda algunas pistas acerca de las acciones correctas e incorrectas. Sin embargo, en el caso de los profesionales de la tecnología, existen situaciones que dificultan la construcción de un código de ética fijo.

Por una parte, los avances tecnológicos ocurren muy rápido, creando cada día nuevos dilemas éticos. Esto hace difícil que existan normas éticas que permanezcan estables a través del tiempo.

Por otra parte, la tecnología en la actualidad se ha expandido a todos los ámbitos de la vida humana. No sólo hace parte de la industria, también está presente en la cultura y en la vida cotidiana. Por esta razón, los retos éticos del tecnólogo son cada vez mayores.

Conceptos para entender el comportamiento ético del tecnólogo

Los dilemas éticos

A pesar que son evidentes los beneficios que la tecnología le ha traído a la sociedad en diferentes aspectos, también es claro que junto a ella han aparecido nuevos problemas:

Es necesario tener en cuenta que la tecnología actualmente ocupa un lugar importante en la vida cotidiana de las personas. Los hogares, las escuelas, las industrias, los gobiernos y todos los ámbitos humanos están actualmente atravesados por la tecnología.

Este fenómeno ha traído grandes beneficios para el desarrollo humano. Sin embargo, también es necesario reconocer el gran poder que ha puesto en manos de algunas personas: aquellas que producen y comercializan la tecnología.

A causa de este nuevo poder surgen nuevas problemáticas y nuevos dilemas éticos. La orientación de la economía hacia la tecnología, la degradación del medio ambiente con fines tecnológicos y la manipulación de la información son algunas de ellas.

La tecnología nuclear abre el debate de las armas de destrucción masiva y los desechos radiactivos. La producción y consumo masivo de dispositivos electrónicos abre el debate sobre el agotamiento de materias primas.

Los avances en biotecnología también generan controversias. La genética abre el debate sobre la clonación y las modificaciones genéticas.

Las tecnologías de comunicación, además, han cambiado la forma en que los seres humanos se relacionan entre sí. Cada vez existe mayor información disponible pero preocupa la reducción del contacto cara a cara y el enfriamiento de las relaciones humanas.

Como estos, son muchos los dilemas contemporáneos que provienen del desarrollo tecnológico. Es por eso que, además de interesarse por el avance tecnológico, es necesario que los tecnólogos comiencen también a preocuparse por la ética en todos sus avances.

Principios éticos del tecnólogo

Usualmente, los tecnólogos están orientados hacia ciertos principios en el desarrollo de su trabajo. La eficiencia, la efectividad y la búsqueda del conocimiento, son algunos de ellos.

Sin embargo, estos principios no son suficientes para que los avances tecnológicos sean éticos. De hecho, en ocasiones la búsqueda de la eficiencia o la efectividad puede atentar contra el medio ambiente o contra la integridad de los seres humanos.

Por este motivo es necesario ampliar los intereses de la tecnología. No basta con que los tecnólogos sean capaces de alcanzar nuevos avances continuamente. También es necesario que estos avances sean responsables.

Principios básicos

La mayoría de universidades tienen sus propios códigos de ética del tecnólogo. Estos códigos reúnen una serie de valores generales que tienen aplicación para todos los profesionales de la tecnología, sin importar su campo específico.

Estos valores generales se pueden resumir en dos grupos:

  • Mantener la competencia técnica de los desarrollos tecnológicos. Es decir, asegurar su adecuado funcionamiento y efectividad.
  • Evitar lesiones a otros, su propiedad o su reputación. Ya sea como consecuencia de su desarrollo tecnológico o de su posterior uso.

Estos valores son fundamentales, sin embargo están enfocados en el funcionamiento técnico y el ambiente científico. Por esta razón, no son suficientes para orientar al tecnólogo en los nuevos dilemas éticos que presenta la sociedad.

La tecnología al servicio de la vida

Un enfoque ético más amplio, reconoce la enorme influencia que tiene la tecnología en la vida humana y postula otro principio para los tecnólogos: sólo porque es posible hacer algo, no significa que sea correcto hacerlo.

Esto no quiere decir que los tecnólogos tengan que limitarse en sus desarrollos, más bien es una invitación a darle un enfoque diferente a la creatividad.

Es una motivación a pensar en alternativas que beneficien a la sociedad. Se trata de desarrollar una creatividad responsable que permita generar una innovación que sea compatible con la vida, que tenga un mayor criterio de servicio social.

Calcular los costos ambientales

Dentro de los proyectos de desarrollo tecnológico es muy importante establecer cuáles son los costos económicos. Sin embargo, no es tan frecuente hacer el mismo cálculo para los costos ambientales.

De hecho, usualmente, se ignoran los posibles daños ambientales, con la intención de ahorrar costos y facilitar el avance de la ciencia. Por esta razón, un valor fundamental del tecnólogo en la actualidad, es tomar consciencia de los costos ambientales que puede tener su trabajo.

Esto no significa detener el avance de la tecnología, por el contrario, significa darle un enfoque de responsabilidad ambiental.

El manejo de la información

Las tecnologías de información y comunicación también han ocasionado nuevos dilemas éticos. Las enormes cantidades de información privada o privilegiada que actualmente circulan por la red, se han convertido en un recurso de interés social, político y económico.

El poder de los tecnólogos de acceder o manipular esta información, también exige un comportamiento ético. Sin embargo, no existe una versión única acerca de cómo debe ser la ética ante las tecnologías de información.

Por ejemplo, diferentes grupos de piratas informáticos se autodenominan “hackers éticos”. Ellos afirman que su labor brinda un servicio social, porque hay información que debería ser de dominio público.

En este sentido, no es posible delimitar normas claras sobre lo que se debe o no hacer con la información.

En cambio, si se puede retomar el postulado de Kant: “la gente debería comportarse de tal manera que si todos actuaran de la misma manera, todos se beneficiarían”.

Más allá de lo legal

Otra implicación del veloz desarrollo de la tecnología en la actualidad, tiene que ver con la legalidad. La aparición constante de nuevas tecnologías genera dilemas legales porque no existen normas para reglamentar todas las situaciones nuevas que se presentan.

Por esta razón, el tecnólogo debe partir de una premisa básica en su trabajo: no todo lo que es legal, es necesariamente correcto.

Actualmente, los tecnólogos y las empresas deben establecer códigos morales propios. Estos códigos, por supuesto, deben tener en cuenta las leyes de cada país. Sin embargo, también es necesario que vayan más allá.

Referencias

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