Historia

Guerra de Castas (mayas): antecedentes, causas, etapas, consecuencias


La Guerra de Castas fue el conflicto armado que enfrentó a los nativos mayas del oriente y el sur de Yucatán contra los criollos y mestizos de ese territorio y que habitaban mayoritariamente la zona noroccidental de la península.

La guerra comenzó en 1847 y se prolongó durante más de cincuenta años. El final oficial del conflicto tuvo lugar en 1901, cuando las tropas del ejército federal de México ocuparon Chan Santa Cruz, la capital de facto del estado que los mayas crearon durante su rebelión. Porfirio Díaz, presidente de México, firmó el tratado de paz con los insurrectos.

El conflicto constó de tres etapas diferentes. Durante la tercera de ellas, los rebeldes mayas formaron su propio gobierno, con un sistema político y religioso nombre. Sus líderes bautizaron al territorio que dominaban como Quintana Roo, que se convirtió en un estado mexicano tras finalizar la guerra.

Las causas de la rebelión maya fueron complejas, pero la principal fue la situación social que vivían estos indígenas. Las desigualdades no habían desaparecido tras la independencia y los mayas continuaron padeciendo leyes desfavorables frente a los criollos.

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Antecedentes

La situación en el estado de Yucatán era bastante convulsa desde años antes de la rebelión maya. A principios de la década de los 40 del siglo XIX existía un fuerte sentimiento separatista entre las élites del estado. Esto provocó dos intentos de independencia: en 1841 y en 1846.

El gobierno mexicano, que ya había sufrido la independencia de Texas, reacción enviando a sus tropas. En el Yucatán armaron a los mayas para hacer frente al ejército federal.

El resultado del conflicto de 1846 fue la declaración de independencia de Yucatán, el 1 de enero de ese año. Sin embargo, las armas que habían repartido a los siervos mayas no fueron recuperadas.

Vasallaje indígena

Entre los mayas de Yucatán existía un gran descontento por sus condiciones sociales. Su menor consideración social provenía desde antes de la independencia de México, pero no se habían aliviado tras esta y la tensión crecía.

Ya en el siglo XVIII había estallado una rebelión liderada por Jacinto Canek, que concluyó con la muerte de este en 1761. Los dirigentes del México independiente, no obstante, no habían hecho nada por mejorar la vida de los mayas.

En Yucatán, solo eran ciudadanos con plenos derechos los criollos y otros mestizos. Eran estas clases las que ocupaban los puestos de poder, tanto político como económico.

Sublevación

El gobernador de Yucatán, Santiago Méndez Ibarra, recibió noticias en julio de 1847 sobre una gran concentración de mayas armados en una hacienda cercana a Valladolid. El dueño de esta hacienda era Jacinto Pat, un caudillo (batab) maya.

La reacción de Méndez fue arrestar al caudillo maya de Chichimilá, Manuel Antonio Ay, bajo la acusación de haberle encontrado una carta en la que planeaba una insurrección. El líder indígena fue juzgado sumariamente y ejecutado en la horca.

Tras esto, el gobernador intentó buscar a los otros caudillos mayas. En esa búsqueda, la localidad de Tepich fue incendiada y sus habitantes reprimidos con violencia.

La respuesta maya fue igual de violenta: el 30 de julio de ese mismo año, Cecilio Chi atacó Tepich y ordenó que todos los blancos fueran asesinados. Pat se unió a los hombres de Chi desde el sur. La guerra había comenzado.

Causas de la Guerra de Castas

La Guerra de las Castas tuvo diversas motivaciones sociales y económicas con un origen común: la situación de inferioridad legal de los indígenas desde la época colonial.

Castas y vasallaje

Cuando los españoles se hicieron con el control del territorio después de derrotar a los diferentes pueblos indígenas, se estableció un sistema social estratificado. De esta forma surgió el concepto de casta, cada uno de los grupos étnicos en los que se dividió la sociedad.

La casta superior estaba ocupada por los blancos, aunque con diferencias entre los peninsulares y los criollos. Tras estos se encontraban los mestizos y, en la base, los indígenas.

La población maya había sufrido un proceso de aculturación desde la conquista. En Yucatán, concretamente, se había establecido un estricto control social para todos los grupos no blancos.

Con el tiempo, los criollos fueron mejorando su posición económica. Sin embargo, seguían existiendo leyes que impedía su acceso a los puestos de poder, lo que se convirtió en uno de los motivos por los que encabezaron los movimientos independentistas.

A pesar de que algunos de los líderes se posicionaron a favor de los derechos de los indígenas, en la práctica la situación cambió poco tras la independencia.

Situación tras la independencia

Durante el siglo XIX, en buenas parte del México independiente continuó el control social hacia los indígenas por parte de la clase dominante. Uno de los lugares en lo que se mantuvo más estrictamente fue en Yucatán.

A pesar de la prohibición de la esclavitud durante la presidencia de Vicente Guerrero, los hacendados de Yucatán mantuvieron el control de sus trabajadores indígenas, que continuaron en un régimen de sumisión en las haciendas.

La vía que encontraron los hacendados fue la del adeudo. Los mayas nacían y morían en la misma hacienda donde trabajaban. Su salario se otorgaba a través de la tienda de raya, cuyo propietario era el propio hacendado.

Los trabajadores tenían que comprar en esas tiendas obligatoriamente, con un sistema que provocaba que fuera endeudándose cada vez más. En el caso de que alguno deseara abandonar la hacienda debía saldar primero esa deuda, algo imposible para ellos. Esas deudas, además, eran hereditarias.

Etapas

Los historiadores dividen la larga Guerra de Castas en tres etapas diferentes: entre 1847 y 1849; entre 1850 y 1860; y la que abarca desde 1861 a 1901.

Primera etapa 

En julio de 1847, Cecilio Chi y Jacinto Pat, dos caciques mayas, unifican sus fuerzas para crear un numeroso batallón armado. El gobierno de Yucatán, entonces independiente de México, respondió con mucha violencia a la amenaza y muchos caciques indígenas fueron ejecutados de manera indiscriminada.

Esta represión no hizo más que acrecentar el número de rebeldes, que empezaron a tomar muchas poblaciones en el sur el este de la península. En su avance, los insurrectos mataban a todos los blancos e incendiaban sus bienes.

La intención de los rebeldes era crear un estado independiente totalmente indígena, sin blancos ni mestizos. Una vez conseguido, pretendían nombrar a Cecilio Chi como gobernador.

En un primer momento, la guerra se fue decantando en favor de los mayas. En de abril de 1848, el gobierno de Yucatán solo retenía algunas ciudades de la costa y el camino real a Campeche.

El día 19 de ese mes, el gobernador Miguel Barbachano y el cacique Jacinto Pat firmaron los llamados tratados de Tzucacab. En ellos se abolía la contribución personal y se reducía el pago por el derecho de bautismo a 3 reales, así como el de casamiento a 10.

Además, el acuerdo recogía que los indígenas no debían abonar nada por el arrendamiento de sus tierras y que quedaban dispensados todos los acreedores. El tratado, en sus artículos 5 y 6, reconocía a Barbachano y Pat como gobernadores vitalicios, cada uno en representación de sus respectivas comunidades.

Esta solución no convenció a Cecilio Chi, al mando de los mayas de oriente. El cacique continuó la guerra con la intención de exterminar a todos los blancos.

Segunda etapa 

El Yucatán independiente no contaba con la suficiente fuerza militar para vencer a los rebeldes. Por ese motivo se vio obligado a pedir ayuda exterior, a países como Inglaterra, Cuba, España y Estados Unidos. Sin embargo, su petición no fue respondida positivamente por ninguno de ellos.

Ante esto, el gobierno mexicano ofreció a Yucatán ayuda económica y militar para acabar con el conflicto. Gracias a este apoyo, los blancos pudieron comenzar a recuperar algunos territorios en manos de los mayas.

Una de las consecuencias de esta ayuda fue la decisión de Yucatán de unirse nuevamente al Estado Mexicano.

Tercera etapa

Los enfrentamientos armados comenzaron a disminuir. Los rebeldes, aunque sus ataques eran cada vez menos, aún resistían y mantenían el control sobre la zona suroriental de la península.

En ese territorio bajo su control, al que bautizaron como Quintana Roo, los mayas formaron un gobierno e impulsaron un sistema político y religioso propio.

La guerra, sin embargo, estaba decantándose definitivamente en favor de los blancos. El general Ignacio A. Bravo avanzó sobre los territorios dominados por los mayas hasta ocupar su capital, Chan Santa Cruz en mayo de 1901.

Con ambos bandos agotados, los mayas decidieron rendirse y negociar un acuerdo de paz con el presidente mexicano, Porfirio Díaz.

Consecuencias

La Guerra de Castas supuso enormes pérdidas humanas y económicas para Yucatán. Su población, por ejemplo, se redujo a la mitad, ya que a los muertos durante los combates hubo que añadir las víctimas de las múltiples enfermedades que se desataron y la migración masiva hacia otros territorios.

Tratado de paz

A pesar de la derrota, los mayas lograron algunas concesiones en el acuerdo de paz firmado con Porfirio Díaz, en esos momentos presidente de México. De esta forma, el tratado reconocía sus derechos y les concedía autoridad política.

Consecuencias territoriales

Como se ha señalado, Yucatán decidió reincorporarse a la República Mexicana aún antes de que finalizara el conflicto.

México había sido el único país que había proporcionado ayuda a Yucatán durante la Guerra de las Castas. Esto convenció al gobierno yucateca de volver a ser parte del país.

Sin embargo, la guerra tuvo importantes consecuencias territoriales para Yucatán. La península quedó dividida en tres estados diferentes: Yucatán, Campeche y Quintana Roo. En este último, fundado por los mayas durante el conflicto, es aún posible encontrar descendientes de los rebeldes.

Referencias

  1. México Desconocido. La Guerra de Castas: el violento enfrentamiento entre mayas y “blancos”. Obtenido de mexicodesconocido.com.mx
  2. Valverde Valdés, María del Carmen. La Guerra de Castas. Península de Yucatán (1847-1901). Obtenido de arqueologiamexicana.mx
  3. Avilez, Gilberto. La guerra que partió en dos a la península de Yucatán. Obtenido de mayapolitikon.com
  4. Yucatan Times. The Caste War of Yucatan. Obtenido de theyucatantimes.com
  5. Encyclopedia of Latin American History and Culture. Caste War Of Yucatán. Obtenido de encyclopedia.com
  6. Naturalight Productions Ltd. Caste War. Obtenido de northernbelize.com