Cultura general

Politeísmo: origen e historia, características y ejemplos


El politeísmo o religión politeista es una doctrina seguida por quienes creen en más de un dios. Este es su concepto base: la existencia de más de un dios o deidad a quienes se deben distintos ritos o tipos de adoración y que explican fenómenos que, de otra manera, no tendrían explicación alguna.

Hoy en día el mundo sigue siendo hogar de muchas religiones politeístas y de sus millones de seguidores. Estas no se limitan a un solo continente sino que están repartidas en todo lo largo y ancho del mundo.

politeismo

Fue en la Antigua Grecia donde se acuñó este término por vez primera. Etimológicamente hablando, la palabra “politeísmo” se puede descomponer en tres palabras de origen griego. La primera de estas frases es el prefijo poli, que hace referencia a “muchos”; luego está el sustantivo theos, que es sinónimo de “dioses o deidades”; y por último destaca el sufijo ismo, que indica “doctrina”.

Índice del artículo

Origen e historia

Desde sus inicios, la historia de la humanidad ha estado vinculada a la adoración de diversos fenómenos de la naturaleza o entes imaginarios a quienes se les rendía tributos de todo tipo (incluidos sacrificios humanos).

Estas ceremonias tenían la finalidad de buscar la simpatía de dichas figuras o, en el peor de los casos, “aplacar su ira” para mejorar las condiciones de vida de los habitantes afectados.

Es por ello que existen registros conservados en pinturas rupestres que insinúan el culto de la especie humana al sol, a la luna, a las estrellas, al fuego y a todas esas fuerzas naturales que escapaban de su control y entendimiento. Sin embargo, esto aún no es considerado politeísmo.

Las más claras muestras de politeísmo proceden de culturas con un cierto grado de avance, con una diferenciación política y social definida y organizada.

En este rango puede identificarse a la antiquísima cultura china, la japonesa, la india, la egipcia, la griega, la romana, la celta y más recientemente, las culturas precolombinas inca, maya y azteca en el continente americano.

Origen según la corriente del “animismo”

Quienes apoyan esta versión sostienen que el animismo explicaba que todas las cosas del universo, animadas o no, tenían un alma propia.

El siguiente elemento destacable de esta corriente indica que el misticismo o la “magia primitiva” podía llegar a controlar el mundo. La etapa final es el monoteísmo pero, según los seguidores de esta corriente, entre la magia primitiva y el monoteísmo surgió el politeísmo.

Para estos autores el politeísmo no es otra cosa que una evolución del pensamiento mágico en su tendencia a volverse uno más sencillo, más fácil de comprender y seguir.

Antecedentes

Se conoce que al inicio de la historia de la humanidad todos los pueblos egipcios, griegos, romanos, celtas y americanos prehispánicos fueron politeístas.

Era común que dentro de estas avanzadas y organizadas culturas existiera una jerarquía entre los dioses que adoraban. También pertenecían a un grupo social distinto aquellos “elegidos” que podían comunicarse con estos seres superiores, para dar a conocer su voluntad al resto de sus seguidores.

La costumbre era que esta estructura de dioses habitara o se representara dentro de un concepto piramidal o de panteón, donde el ápice estaba ocupado por el dios principal y desde ese punto surgía el resto de los dioses.

La mayoría de autores coincide en que la religión politeísta surgió entre los continentes indio y asiático; como consecuencia de descubrimientos, conquistas y guerras posteriores, se expandió a otros territorios, bien sea porque fue adoptado como propio o porque fue impuesto.

A diferencia de lo que se pueda pensar, este tipo de religiones permanecen con vida y con un respetable número de seguidores dentro de nuestro planeta. Esto las convierte en la corriente o tipo de religión más longeva existente.

Religiones politeístas de la actualidad

La religión tradicional china

Destaca por conciliar distintas doctrinas como el budismo, el taoísmo y el confucionismo. En estas es común y recurrente el culto a los ancestros y a los dioses naturales como el sol y la luna.

El hinduismo

Es la religión más difundida en el continente indio. Profesa un sincretismo dado que en esta corriente confluyen diversas doctrinas. Sus dioses más importantes son Brahma, Vishnu, Shiva, Lakshmi, Krishna, Rama y Hanuman.

El sintoísmo japonés

Es la religión nativa de Japón. En esta se rinde tributo a los antepasados pero se le da mucha más importancia a la conexión del hombre con la naturaleza; esto se lleva a cabo mediante los kamis o dioses de la naturaleza. El principal es Ame-no-minaka-nushi-no-kami.

La santería

Es una creencia religiosa nacida de la confluencia de elementos europeos y africanos. En esta corriente se funden la herencia católica con la yoruba.

Fue introducida en el continente americano por esclavos africanos, y aunque su influencia en América es sumamente importante, el continente europeo está excluido de su presencia.

En esta religión los dioses llegan a un plano más humano pero se separan de los individuos al ser tratados como “santos”. Entre ellos destacan Babalu Aye, Elegua, Obatala, Shango y Ogun, entre otros.

Características

La principal característica que comparte el politeísmo con todas las religiones del planeta, cualquiera que sea, es el reconocimiento de un poder superior; en lo que se diferencia del resto de las religiones es la forma en la que representa este poder superior.

Formas de representación

Las más básicas y antiguas formas de representación atribuyen la realidad y el poder superior a espíritus, fantasmas, demonios o antepasados.

Luego aparecieron dioses más definidos, con una mejor caracterización de sus atributos superiores y, por tanto, mucho más allá del alcance humano si se les compara con las fuerzas de la naturaleza, con fantasmas o demonios. Estos dioses también se relacionan entre ellos y se les atribuye control sobre aspectos específicos de la vida humana.

Distanciamiento del hombre mortal

Otra característica que comparten estas religiones con la monoteísta es la concepción sobrehumana de aquellos a quienes se adora. En el politeísmo se trata de figuras divinas que no comparten el mismo plano físico que los seres humanos que les rinden tributo.

La omnipotencia y la inmortalidad de los dioses o ídolos también es algo representativo de las religiones politeístas. Sus dioses, celosos y en ciertos casos dolidos o rencorosos, imponen castigos que deben ser sufridos por los seguidores de dicha religión y que, de no ser debidamente atendidos, podrían arrasar con la vida como la conocen sus discípulos.

Morfismos en el politeísmo

Otra característica que se observa en antiguas religiones politeístas es la representación de sus dioses seudohumanos a partir de la fusión del hombre con estrellas, grupos de estas o cuerpos celestes, o de la mezcla del hombre con animales salvajes.

Ejemplos

Este tipo de religión ha aflorado a lo largo de las generaciones, en diferentes culturas y en distintos momentos históricos.

Antiguo Egipto

En esta época, un grupo de dioses y deidades teriomórficos (combinación de hombre y animales salvajes) poseía control sobre las fuerzas del universo y dictaminaba los destinos de pueblos enteros. El sol, la luna, la vida y la muerte eran llevados “a la vida” encarnados en Ra, Amón, Horus, Isis y Osiris, entre muchos otros.

Imperio griego

En este contexto aparecieron dioses antropomórficos que pueden pasar del plano divino al terrenal a voluntad, pero seguir siendo inalcanzables para los mortales.

Ellos habitan un lugar cercano al hombre y tienen necesidades parecidas a este; sin embargo, los seres humanos no son dignos de compararse a Zeus, a Hermes, a Ares o a Poseidón; todos estos son los dioses que controlaban la vida diaria y los más pequeños detalles de la existencia.

Imperio romano

En este escenario nos encontramos con dioses que parecen ser creados con aptitudes y formas de manejarse mucho más afines a los seres humanos.

Júpiter, Neptuno y Plutón estaban entre los dioses cosmomórficos (humanización de estrellas o elementos celestes); también destacaban Minerva, Venus, Diana y Baco. Todos tenían complicados niveles de relaciones que, de una u otra forma, influenciaron la decadencia del Imperio.

América prehispánica

No pueden dejarse de lado las culturas de este continente, que llegaron a tener un grado de avance social y cultural relevante. Ellas fueron la azteca, la inca y la maya, por solo nombrar algunas. Sus monumentos se erigieron para adorar al sol, a la luna, a las estrellas, a la lluvia, a sus múltiples dioses y a sus chamanes.

De estas culturas conocemos bien las historias de sacrificios humanos a los dioses para conseguir sus bendiciones sobre cosechas y ganado; se estima que pudieron llegar a ser verdaderos derramamientos de sangre enmarcados en rituales públicos.

Sus chamanes o brujos tenían la habilidad de entrar en contacto con el plano superior que toda religión politeísta profesa como cierta luego de consumir diversos productos psicotrópicos, que eran preparados especialmente para la ocasión.

De esta forma, daban a conocer al pueblo que rodeaba en el altar los designios para los pobladores y sus decisiones en los asuntos importantes de la comunidad.

Referencias

  1. “Politeísmo” en EcuRed. Recuperado en 24 de marzo de 2019 de EcuRed: ecured.com
  2. “Politeísmo” en Wikipedia. Recuperado en 24 de marzo de 2019 de Wikipedia: es.wikipedia.org
  3. “Religión Politeísta” en Religiones. Recuperado en 24 de marzo de 2019 de Religiones: religiones.net
  4. “La ventaja de tener muchos dioses” en Diario El País. Recuperado en 24 de marzo de 2019 de Diario El País: elpais.com
  5. “Polytheism” en Encyclopedia Britannica. Recuperado en 24 de marzo de 2019 de Encyclopedia Britannica: britannica.com
  6. “Polytheism” en Polytheism. Recuperado en 24 de marzo de 2019 de Polytheism: polytheism.net