Lengua y literatura

Abraham Valdelomar: quién fue, biografia y obras


¿Quién fue Abraham Valdelomar?

Abraham Valdelomar (1888-1919) fue un escritor peruano conocido como uno de los primeros y principales cuentistas del Perú, junto a Julio Ramón Ribeyro. Fue dibujante, dramaturgo y periodista.

Promovió la narrativa indigenista en su país y en ocasiones, incluso, situó escenarios precolombinos en la creación de sus historias, en las que la sociedad quechua durante el imperio inca era protagonista, como el caso de Los hijos del sol.

Comenzó con la caricatura y la ilustración, pero pronto se dio cuenta de que le atraía más la literatura. Aunque Valdelomar no culminó sus estudios universitarios, su carrera prosperó rápidamente debido a su talento natural con las palabras.

También estuvo ligado a la política, especialmente durante el gobierno de Guillermo Billinghurst, quien le otorgó diferentes cargos durante su mandato. Tras un receso de las actividades políticas, Valdelomar logró hacerse con la posición de congresista por un corto tiempo. 

También creó a su alrededor una reputación de dandi, al estilo de Oscar Wilde, con quien era comparado constantemente, por su estilo de vestir, sus maneras y su ego. Fue uno de los primeros peruanos en lograr una carrera no solo por su pluma, sino también por su imagen. 

Pasó poco más de un año de gira por el Perú. En este recorrido el escritor se dedicó a dar conferencias y charlas como medio de ganarse la vida.

Fue un entusiasta del modernismo, del vanguardismo y del posmodernismo en Perú. Algunos consideran que en su trabajo se puede notar el progreso de su estilo entre estas corrientes literarias.

Fundó la revista Colónida, que a pesar de haber tenido una corta duración, promovió muchos cambios en la literatura peruana. 

Biografía de Abraham Valdelomar

Primeros años

Pedro Abraham Valdelomar Pinto nació el 16 de abril de 1888 en Ica. Fue uno de los hijos de Anfioquilo Valdelomar, un funcionario público de la ciudad, y María Pinto. 

En 1892 la familia se mudó al Puerto de Pisco, porque el padre de Valdelomar consiguió trabajo como empleado de aduana. Sus primeros recuerdos se crearon en una casa en la caleta de San Andrés de los Pescadores, donde vivieron pobre y dichosamente. 

Valdelomar siempre aseguró que estos años fueron los más alegres de su infancia. El paisaje porteño influyó en su obra, aportando color a ambientes en los que conoció la felicidad desde un punto de vista infantil.

Mientras Valdelomar vivía en el Puerto de Pisco, comenzó a asistir a la escuela primaria. Luego, en 1899 se fue a Chincha, donde terminó la educación básica.

Finalmente, en 1900, se estableció en Lima, donde cursó estudios secundarios en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe.

Incursión en las artes

Valdelomar entró en la Universidad Nacional de San Marcos como estudiante de Letras, en 1905. Al año siguiente comenzó a colaborar con sus dibujos en diferentes medios, actividad que lo distrajo de sus deberes como estudiante.

En consecuencia, no aprobó varias de las asignaturas de su carrera y decidió cambiarse a Ingeniería en la misma casa de estudios, que cursó entre 1906 y 1909.

Al mismo tiempo, sus colaboraciones gráficas en medios como Aplausos y silbidos, Siluetas, Monos y Monadas, Fray K. Bezón, Actualidades, Cinema, Gil Blas y El Fígaro le comenzaron a crear cierta reputación entre la intelectualidad limeña. 

En 1909 Valdelomar decidió dejar atrás el arte gráfico y dedicarse por completo a la que sentía su vocación real: las letras. Comenzó colaborando principalmente con poesía y cuentos, influenciados por el modernismo.

Para 1910, año en que estalla el conflicto fronterizo con Ecuador, Valdelomar decidió alistarse en la reserva del ejército como soldado.

Mientras tanto, aportaba sus crónicas al medio peruano El Diario. Gracias a este trabajo periodístico, Valdelomar recibió la Medalla de oro de la Municipalidad de Lima, presidida entonces por Guillermo Billinghurst.

Carrera

En 1911, publicó sus primeras novelas por entrega, una de ellas fue La ciudad muerta, que apareció en Ilustración Peruana, y la otra La ciudad de los tísicos, publicada en el medio peruano Variedades

Ese mismo año publicó un artículo en La opinión nacional en el que se plegaba a las denuncias contra el gamoralismo, realizadas por Francisco Mostajo, un delegado pro-indígena.

También se hizo amigo del músico Daniel Alomía Robles, uno de los mayores defensores de la causa indigenista, quien lo invitó a participar en una conferencia en el Concierto Incaico el 2 de enero de 1912. 

Durante la campaña electoral de Billinghurst, Valdelomar apoyó su candidatura a la primera magistratura nacional. Por esto fue recompensado con varios cargos, como el de secretario de la Presidencia.

También consiguió la dirección del diario oficial El Peruano, luego una secretaría de segunda clase en la legislación de Perú en Italia entre 1913 y 1915. Pero al ser derrocado Billinghurst por Óscar Benavides, Valdelomar tuvo que regresar inmediatamente al Perú. 

Mientras se encontraba en Italia, escribió El caballero Carmelo (1913), una de sus obras más destacadas, y por ella ganó un premio del diario La Nación.

Este trabajo muestra parte de los recuerdos infantiles del paisaje del Puerto de Pisco que guardaba Valdelomar.

Dandi

Al regresar a Perú, Valdelomar se convirtió en secretario de José de la Riva Agüero, quien fue uno de sus principales guías mientras redactaba la biografía de Francisca Zubiaga de Gamarra, esposa del presidente Agustín Gamarra, obra que tituló La mariscala (1915). 

También formó parte del equipo de redactores de La prensa. Allí adoptó por primera vez su famoso pseudónimo, “El conde de Lemos”. También comenzó a acentuar su lado dandi, tanto en su ropa, como en sus modales.  

Le apodaban “el Oscar Wilde peruano”, según algunos, más por su ego, extravagancia y homosexualidad que por su similitud literaria.

Al año siguiente creó la revista Colónida, de gran influencia en Perú. Esta publicación, a pesar de contar con tan solo 4 entregas, desató un movimiento entero que fue desde lo plástico hasta la literatura.

Ese mismo año participó junto con otros colaboradores en la antología poética que bautizaron como Voces múltiples

En 1918, publicó Belmonte el trágico y El caballero Carmelo y otros cuentos. Además, recorrió el Perú dando conferencias, en algunos lugares lo hacía de forma gratuita, en otros a mitad de precio, pero siempre supo sacar provecho de esta actividad.

Valdelomar fue uno de los primeros escritores peruanos en lucrarse lo suficiente como para sostener su estilo de vida solo con la imagen que había conseguido proyectar.

Muerte

Valdelomar resultó electo como representante por el Departamento de Ica al Congreso Regional del Centro en el año 1919. Pero solo pudo asistir a dos sesiones antes de su muerte: las del 31 de octubre y el 1° de noviembre. 

El 2 de noviembre de 1919 sufrió una caída que le ocasionó a Valdelomar fractura de columna y varias contusiones.

Abraham Valdelomar murió en Ayachucho el 3 de noviembre de 1919 a los 31 años. 

Obras 

Novelas

– La ciudad muerta (1911). Ilustración Peruana, por entregas.

– La ciudad de los tísicos (1911). Variedades, por entregas.

– Yerba Santa (1917). Mundo Limeño, por entregas.

Cuentos

– El caballero Carmelo (1918). Lima.

– Los hijos del Sol (1921). Lima, obra póstuma.

Cuentos criollos

– El caballero Carmelo.

– Los ojos de Judas.

– El vuelo de los cóndores.

– El buque negro.

– Yerba santa.

– La paraca.

– Hebaristo, el sauce que murió de amor.

Cuentos exóticos

– El palacio de hielo.

– La virgen de cera.

Cuentos cinematográficos

– El beso de Evans.

Cuentos yanquis

– El círculo de la muerte (o El suicidio de Richard Tennyson).

– Tres senas, dos ases.

Cuentos chinos

– Las vísceras del superior o sea La historia de la poca vergüenza.

– El hediondo pozo siniestro o sea La historia del Gran Consejo de Siké.

– El peligro sentimental o La causa de la ruina de Siké.

– Los Chin-Fu-Ton o sea La historia de los hambrientos desalmados.

– Whong-Fau-Sang o sea La torva enfermedad tenebrosa.

Cuentos humorísticos

– La tragedia en una redoma.

– La historia de una vida documentada y trunca.

– La ciudad sentimental. Un cuento, un perro y un salto.

– Breve historia veraz de un pericote.

– Mi amigo tenía frío y yo tenía un abrigo cáscara de nuez.

– Almas prestadas. Heliodoro, el reloj, mi nuevo amigo.

Cuentos incaicos

– Los hermanos Ayar.

– El alma de la quena.

– El alfarero (Sañu-Camayok).

– El camino hacia el Sol.

– El pastor y el rebaño de nieve.

– Los ojos de los reyes (Chaymanta Huayñuy  / Más allá de la muerte).

– Chaymanta Huayñuy (El hombre maldito).

– El cantor errante.

Cuentos fantásticos

– El hipocampo de oro.

– Finis desolatrix veritae.

Poesía

– Las voces múltiples (1916). Lima.

Lista de poemas:

– Ha vivido mi alma…

– Los pensadores vencidos…

– La ofrenda de Odhar…

– Los violines húngaros

– La tribu de Korsabad

– Brindis

– La gran hora

– Las últimas tardes

– La torre de marfil

– Tríptico: La evocación de las abuelas; Evocación de la ciudad muerta; Evocación de las granadas

– Íntima

– In memoriam (a Rosa Gamarra Hernández)

– Diario íntimo

– La viajera desconocida

– El hermano ausente en la cena de pascua

– El conjuro

– Luna Park

– Corazón…

– Desolatrix (La cruz abre sus brazos sobre el pecho del muerto…)

– El árbol del cementerio

– De regreso

– El Ministro de Gobernación

– Liquidación nacional

– El de Huaraz

– Desolatrix (Un álbum… Una dama que entre los folios tersos…)

– Nocturno

– Optimismo

– Crepúsculo

– Tristitia

– Fugaz

– Confiteor

– Abre el pozo…

– La casa familiar

– Ritornello

– Cobardía

– En la Quinta del virrey Amat

– ¡Vosotros sois felices!…

– [Tu cuerpo en once módulos…]

– Loa máxima a Andrés Dalmau

– A Tórtola Valencia (en colaboración con José Carlos Mariátegui y Alberto Hidalgo)

– Epistolae Liricae ad electum poetam juvenem

– Ofertorio

– La ciudad de los tísicos

– Ofrenda

– L’enfant

– Yo, pecador

– Con inseguro paso

– Ángelus

– Angustia

– [Mientras tanto, caminemos por la escapada senda…]

– [Vengo hacia ti…]

– La danza de las horas

– Blanca la novia

– Vamos al campo…

– En mi dolor pusisteis

– Elegía

Prosa poética

1918 — Tríptico heroico: Oración a la bandera; Invocación a la patria; Oración a San Martín.

Teatro

– El vuelo (1911), drama en dos actos. Historia de Carlos Tenaud, pionero de la aviación peruana.

– La mariscala (1916), drama en verso. Con la colaboración de José Carlos Mariátegui.

– Verdolaga (1917), tragedia pastoril en 3 actos.

– Palabras, tragedia modernista y alegórica en 1 acto.

Ensayos

– La psicología de las tortugas (1915).

– Ensayo sobre la caricatura (1916).

– El estómago de la Ciudad de los Reyes (1916).

– Psicología del cerdo agonizante (1916).

– Literatura de manicomio (1917).

– Valores fundamentales de la danza (1917).

– Ensayo sobre la psicología del gallinazo (1917).

– Belmonte, el trágico. Ensayo de una estética futura a través del arte nuevo (1918).

Crónicas y reportajes

– Hacia el trono del sol (1910).

– Con la argelina al viento (1910).

– Crónicas de Roma (1913).

– Reportaje al Señor de los Milagros (1915).

Narraciones y crónicas históricas

– El sueño de San Martín (1917).

– Los amores de Pizarro (1918).

Biografía

– La mariscala, biografía de Francisca Zubiaga de Gamarra (1915).

Premios

– Con la argelina al viento. Medalla de la Municipalidad de Lima, 1911.

– Valores fundamentales de la danza. Primer Premio del Ateneo de Lima, Concurso del Círculo de Periodistas, 1917.

– Ensayo sobre la psicología del gallinazo. Primer Premio, Presidente de la República, Concurso del Círculo de Periodistas, 1917.

Referencias 

  1. Narrativa hispanoamericana 1816-1981. 3rd ed. México: Siglo Veintiuno.
  2. Abraham Valdelomar. Tomado de en.wikipedia.org.