Cultura general

Aportaciones de México a la química


Las aportaciones a la química que se han generado en México son usualmente eclipsadas por otros atributos y logros mexicanos más populares y reconocidos. Sin embargo, el rico pasado histórico y el desarrollo moderno del país han dado cabida a grandes descubrimientos y creaciones para el mundo de la ciencia.

La química es la ciencia que se dedica al estudio de la materia, sus propiedades, la combinación de sustancias, el por qué de estas combinaciones y su interacción con la energía.

México tiene un lazo cultural invisible con la química gracias en a su rica diversidad natural y la innovación de sus habitantes.

La química en México ha atravesado por tres etapas principales a lo largo de su historia: la época prehispánica, la conquista y el México independiente.

En estas etapas, con diferentes concepciones del mundo, la ciencia y la tecnología, los descubrimientos y aportes de los mexicanos a la química han sido de relevancia y utilidad para el desarrollo del área, incluso a nivel mundial.

Aportaciones a la química generadas en México

Aportaciones de las culturas prehispánicas

Algunas civilizaciones prehispánicas, como los mayas y aztecas, son reconocidas mundialmente por sus tempranos conocimientos sobre astrología, matemática y medicina. Sin embargo, también contaban con un fuerte dominio de la química nada mal para la época.

Considerando el aislamiento de América hacia el resto del mundo, todos los hallazgos de estas civilizaciones pueden serles justamente adjudicados.

En la zona central de México –también conocida como Valle– hay registro del uso temprano de metales como el oro, la plata, el cobre, el estaño y el mercurio para el desarrollo de armas, vestimenta, decoración o el intercambio.

Tanto metales como piedras preciosas fueron nombrados, separados y recibieron valor según su rareza.

De igual manera, estos pobladores de ciudades-lago conocían y daban uso a las sales alcalinas encontradas en tiempos de sequía; estas servían, por ejemplo, para la cocción de vegetales.

Otras sales, como el yeso, el alumbre y la mica fueron utilizadas en construcción y les daban uso recubriendo muros o creando pinturas.

Su conocimiento sobre las propiedades de distintos materiales los hacían objetos codiciados, como el vidrio volcánico para su uso en armas de caza, la resina del árbol de caucho –hule– como pegamento, sin olvidar su vasto conocimiento sobre herbolaria (del que hay un libro como registro).

Es indiscutible que estas poblaciones conocían y daban uso de la química en su vida diaria, ayudando así a sentar las bases para los avances del futuro.

Aportaciones en el México de la Conquista

Esta época, que abarca entre 1535–1821, fue de gran desarrollo en cuestión de metales y minerales. Si bien los europeos llegaron a América en búsqueda de oro y riquezas, en México, por los próximos 300 años, el enfoque ahora sería el estudio y la aplicación de estos elementos.

México es hoy el principal exportador de plata a nivel mundial. No es sorpresa saber que la primera industria, creada en 1555 en Pachuca, innovara con su proceso de extracción de plata por medio de amalgamación con mercurio, llegando a ser considerado el mejor legado de América a la metalurgia, pues este proceso es más barato y eficaz ya que no se necesita fundición.

El desarrollo de la minería en México avanzó rápidamente y fue considerada de tal importancia, que las autoridades de la Nueva España encomendaban a los más ilustres científicos para su manejo, y tal fue el caso de Andrés Manuel del Río, el hispano-mexicano que descubrió un nuevo elemento.

A principios de 1800 el científico Manuel del Río, miembro del Real Cuerpo de Minería, se dedicaba al análisis químico de diversos minerales mexicanos, y descubrió un nuevo elemento, al que llamó eritronio –actualmente conocido como vanadio– que es usado para la creación de diferentes objetos a base de acero.

Los grandes aportes a la química del México moderno

Al finalizar la colonia, el país daba un nuevo comienzo, cada vez más abierto al mundo y las nuevas sociedades.

Uno de los primeros grandes aportes del México moderno fue por parte de Leopoldo Río de la Loza, quien creó el primer tratado mexicano de química en 1850, titulado “Introducción al Estudio de la Química”.

De la Loza pasaría a ser reconocido mundialmente por sus descubrimientos en el estudio de plantas y vegetales, tales como el ácido pipitzahoico, que sirve para detener hemorragias.

Fue también el primer mexicano en realizar el aislamiento de sustancias naturales como el oxígeno y el nitrógeno, además de fundar la Sociedad Farmacéutica.

Casi 100 años más tarde, se fundaba en la Ciudad de México el Instituto de Química de la UNAM en 1941.

Poco después de su creación, que llenaba el vacío del estudio de la química en México, se dio el primer gran logro a escala mundial por parte del joven investigador Luis Ernesto Miramontes.

A los 26 años logró realizar la síntesis de la noretisterona, creando así el compuesto base que se convertiría en la píldora anticonceptiva y que es considerado uno de los inventos más importantes para beneficio de la humanidad.

Miramontes, como otros talentos egresados de las primeras escuelas de química, participaron en el desarrollo del Instituto Mexicano del Petróleo, dedicado a la investigación y aplicación de esta sustancia, contando actualmente con más de 150 patentes, entre ellas la eliminación de contaminantes de azufre en la gasolina.

Finalmente, queda uno de los aportes más importantes de talento mexicano para el mundo, y que le valió a México su primer Premio Nobel de Química.

En 1995, Mario Molina recibió el galardón por descubrir el efecto de los gases de cloroflourocarbono en la capa de ozono, misma investigación de la que ha sido principal autor desde 1974.

Esta investigación fue clave para el desarrollo de innumerable políticas y campañas para la concientización del cambio climático.

Sin dudas, los grandes aportes de la química en México son cada vez más visibles, relevantes y benéficos para el mundo; con investigaciones y descubrimientos de importancia global que siguen aportando para la mejoría de nuestra calidad de vida y comprensión de lo que nos rodea.

Referencias

  1. Bagley, M. (2014) What Is Chemistry? Live Science Online. Recuperado de: livescience.com
  2. Bargalló, M. (1966). La química inorgánica y el beneficio de los metales en el México prehispánico y colonial. México : UNAM
  3. Hernández B. (1986) Desarrollo de la química inorgánica en México y la contribución de la Facultad de Química en esa área, México: UNAM
  4. Nobel Media. (2014) Mario J. Molina Facts. Nobelprize.org. Recuperado de: Nobelprize.org
  5. Urbán, G. A. Y Aceves, P. E. (2001) Leopoldo Río de la Loza en la institucionalización de la química mexicana. Revista de la Sociedad Química de México, vol. 45-(1).