Lengua y literatura

Fray Servando Teresa de Mier: biografía, estilo, ideas, obras


José Servando Teresa de Mier y Noriega y Guerra (1765-1827), también conocido como “fray Servando” o “Padre Mier”, fue un eclesiástico, filósofo, escritor y político mexicano. Buena parte de sus textos estuvieron relacionados con el proceso independentista de México del dominio español.

Sus escritos fueron sobre todo sermones y discursos relacionados con la fe católica, y la situación política y social de su país. Su don de palabra puso, en varias ocasiones, su vida en aprietos, como sucedió en 1794, tras poner en duda, durante un sermón, las apariciones de la virgen María.

Fray Servando fue un hombre de convicciones fuertes y determinadas. Durante su vida se enfrentó a diversas vicisitudes, estuvo preso, y por un largo periodo vivió desterrado de su patria. Sin embargo, sus acciones dejaron una huella imborrable en la historia política y social de México.

Índice del artículo

Biografía

Nacimiento y familia

Servando Teresa nació el 18 de octubre de 1765 en Monterrey, Nuevo León, proveniendo de una familia adinerada. Sus padres fueron Joaquín de Mier y Noriega, político y gobernador de Monterrey, y Antonia Guerra, descendiente de los primeros españoles que llegaron a la localidad regiomontana.

Estudios de Servando Teresa de Mier

Los primeros años de educación de Servando Teresa de Mier transcurrieron en su natal Monterrey. Posteriormente, en 1780, cuando tenía quince años, se fue a Ciudad de México a cursar estudios en el convento de la Orden de los Dominicos, más que por convicción, por complacer a su familia.

Poco después comenzó a estudiar filosofía en un colegio que pertenecía a la misma Orden, llamado Regina Porta Coeli. Una vez que se hizo sacerdote, comenzó a estudiar teología en la Real y Pontificia Universidad de México, donde obtuvo el título en 1792, a los veintisiete años.

Su don para la palabra

En muy poco tiempo Servando comenzó a ser conocido por su capacidad para emitir sermones y discursos. En 1794 realizó una memorable prédica en honor a Hernán Cortés; sin embargo, el discurso que mayor atención despertó fue el que profirió el 12 de diciembre de ese mismo año sobre la virgen de Guadalupe.

Tras la celebración de los 263 años de la aparición de la virgen, y en presencia de representantes españoles, el sacerdote expresó que no era algo que se le debía a España. Fray Servando dejó claro que la adoración a la Guadalupe era de origen prehispánico y no traído a México por los conquistadores.

Duras consecuencias

El sermón de fray Servando le trajo duras consecuencias, ya que el arzobispo Alonso Núñez de Haro, quien estuvo presente, rápidamente ordenó su detención. Fue llevado a la cárcel acusado de deslealtad y negación, y además fue excomulgado. Sus familiares y amigos le dieron la espalda.

Una sentencia sin juicio

Para el arzobispo Núñez, dos meses en prisión no fueron castigo suficiente, y mucho menos sirvieron las disculpas ofrecidas por Servando de Mier. Así que tomó la decisión de condenarlo al exilio, sin siquiera la realización de un juicio. Aunque el fray pidió justicia, la sentencia fue fulminante.

Camino al exilio

La condena impuesta a fray Servando fue el destierro de su patria por diez años, el 07 de junio de 1795 partió desde Veracruz rumbo a España. Debió permanecer recluido en un convento, bajo la prohibición de enseñar, ni emitir prédicas. Además de todo eso, le impidieron confesar y su grado de doctor le fue quitado.

En busca de justicia

Fray Servando sabía que se cometió una injusticia contra él. Así que se escapó de las celdas del convento de Caldas. Su intento no dio frutos, pues lo volvieron a capturar, y lo trasladaron al convento de San Francisco, con la ventaja de tener más libertad.

Empecinado en ser libre, llevó su caso al Consejo de Indias, y aunque los miembros de la Inquisición no encontraron ofensas en su sermón, el arzobispo Nuñez interfirió en su contra. Ante la situación, en 1801, se escapó a Francia, y después de un tiempo se asentó en París.

Estancia en París

Servando de Mier aprovechó su estancia en París para crear una escuela de lengua española, en compañía de un venezolano, el maestro Simón Rodríguez. Además, realizó la traducción de algunas obras, en especial Atala, de François de Chateaubriand.

Fue un tiempo de gran provecho para el sacerdote. Conoció a varios intelectuales y políticos, entre ellos a Luca Alamán, quién más tarde participó en la creación de un partido político en México. Alejandro Humboldt también formó parte de sus contactos.

Fray Servando de regreso a España

Después de haber dejado la Orden de los dominicos en 1802, regresó a España. La libertad le duró poco, porque fue enviado a la cárcel por estar a favor de la causa de Independencia de México. Logró escapar en 1804, pero fue detenido nuevamente.

Luego de tres años en prisión, Fray Servando estuvo a las órdenes del Papa, por haber logrado que unos rabinos se unieran a la religión católica. En 1808, después de haber estado en Lisboa, se unió a la milicia de los Voluntarios de Valencia, lo que lo llevó a combatir en varias batallas.

Servando de Mier y la Sociedad de Caballeros

Hacia finales de la primera década de 1800, Servando de Mier escapó de los franceses en Zaragoza. Luego, gracias a los favores del general Joaquin Blake, ingresó a la junta de Sevilla. Un tiempo después pasó a formar parte de la Sociedad de Caballeros Racionales.

Después de viajar por varias ciudades de España, se incorporó a varias sesiones de las Cortes de Cádiz. Al poco tiempo se fue a Inglaterra, específicamente a la capital, y comenzó a escribir en el periódico El Español, en pro de la libertad de las naciones americanas de los españoles.

De Mier en la constitución de Cádiz

Durante las Cortes constituyentes de Cádiz, Servando de Mier se reencontró con Lucas Alamán, quien lo incorporó en el bando americano. En ese proceso conoció al político mexicano Miguel Ramos Arizpe, con quien formó equipo a favor de las colonias españolas en América.

Aunque la participación de ambos mexicanos fue importante, por sus habilidades para negociar y expresarse, no lograron que los miembros de las Cortes beneficiaran a las naciones de la Nueva España. Fue así como se dio cuenta de que era necesario que América fuese independiente.

Servando de Mier regresa a Nueva España

El 15 de mayo de 1816 Servando de Mier partió a una expedición por Nueva España, junto con el español Xavier Mina, llegando ambos a Baltimore. Allí se relacionaron con los revolucionarios hispanos, y luego realizaron un recorrido por varias ciudades norteamericanas.

En 1817 ambos llegaron a Soto la Marina, en Tamaulipas, México. Allí Mier fue aprehendido por los españoles. Cuando estuvo en la cárcel de la inquisición de la capital mexicana, pudo escribir sus Memorias. También esta vez logró escapar, y estuvo en Filadelfia hasta 1821.

Servando de Mier diputado

Servando de Mier regresó a México después de la gesta independentista, entrando por Veracruz, en 1822. Pero con la suerte en contra, los españoles lo detuvieron y lo encarcelaron en el castillo de San Juan de Ulúa. Fue puesto en libertad luego de tres meses.

Una vez libre, se desempeñó como diputado del Congreso de México, por su estado natal, Nuevo León. Fue la época en que el militar mexicano Agustín de Iturbide intentó hacerse emperador, pero de Mier se convirtió en su principal oponente.

En manos de Iturbide

El hecho de que Servando de Mier se opusiera rotundamente a la creación de un imperio en su país por parte del dictador Agustín Iturbide, le trajo serias consecuencias. El militar dio la orden para hacerlo prisionero, pero finalmente pudo escapar el 01 de enero de 1823.

Famoso discurso en el Congreso

Servando de Mier formó parte del Congreso Constituyente de México. Por tal motivo, el 13 de diciembre de 1823 emitió el histórico Discurso de las profecías. En dicha alocución manifestó, entre otras cosas, estar de acuerdo con el federalismo, pero controlado, sin que los estados tuvieran soberanía plena.

Últimos años y fallecimiento

La vida de Servando Teresa de Mier no fue fácil, pero siempre supo mantenerse firme en sus ideas y convicciones. Durante sus últimos años vivió un buen tiempo en el palacio presidencial, gracias a la invitación que le hizo Guadalupe Victoria, primer presidente constitucional de México.

Tres días antes de fallecer, de Mier había dado una especie de festín, como si presintiera su partida. Estando en la celebración decidió emitir unas palabras sobre su vida y andanzas. Falleció el 03 de diciembre de 1827, en Ciudad de México, y sus restos fueron sepultados en el convento de Santo Domingo.

Misterio después de su fallecimiento

Algunos historiadores y estudiosos han coincidido en que después de treinta y cuatro años de su fallecimiento, en 1861, el cuerpo de Mier fue encontrado momificado. Luego, junto a otras momias, fue exhibido. Además, se sostuvo que un italiano las compró cierto tiempo después.

Durante mucho tiempo, se ha sostenido que sus restos están desaparecidos. Sin embargo, algunos afirman que estarían en uno de los tantos templos que hay en San Pedro Cholula, en Puebla. Lo único seguro es que Servando Teresa de Mier jugó un papel importante en la historia de México.

Estilo

Si bien Servando Teresa de Mier fue un escritor de sermones y discursos, fueron perceptibles su estilo y cualidades para las letras. El lenguaje que empleó fue conciso, claro y directo, y casi siempre severo en contra de quienes consideró actuaban de mala fe.

Sus escritos fueron un reflejo de su personalidad. Se caracterizaron por ser inteligentes, cautivadores y mordaces, complementados con sarcasmos e ironías. El verbo y las letras de Mier, estuvieron llenas de expresividad, energía y fuerza.

Temática

Servando Teresa de Mier, además de escribir y emitir sermones de carácter religioso, también se enfocó en temas políticos y sociales. Escribió en contra del dominio español sobre América, la formación de un imperio en México, y sobre las formas de estructuración de algunas naciones.

Ideas constitucionales

Después de haber sido electo diputado al segundo Congreso Constituyente, Servando de Mier propuso, tras su discurso del 13 de diciembre de 1823, el establecimiento de una República Federal moderada. Sin embargo, tal idea, estuvo separada de una federación como la estadounidense.

Si bien Mier no estaba del todo de acuerdo con un gobierno federal, tampoco era un centralista. Sin embargo, ante las diferentes manifestaciones en el interior del país o provincias, aceptó que México fuese un estado federal, pero sin darle a las ciudades total autonomía y soberanía.

Servicio al pueblo

Otro de sus aportes estuvo relacionado con la necesidad que todo gobierno tenía de servir al pueblo, cada vez mejor, aunque eso significara contradecir lo que la ciudadanía realmente quería. Para Servando de Mier los intereses de un país no debían obedecer a los caprichos de una minoría.

Obras

– Cartas de un americano al español (1811).

– Historia de la revolución de Nueva España (1813).

– Apología y relación y ocurrido en Europa hasta octubre de 1805 (1817).

– Carta de despedida a los mexicanos (1820).

– Cuestión política: ¿Puede ser libre la Nueva España? (1820).

– Idea de la Constitución (1820).

– Memoria política instructiva (1821).

– De las profecías (1823). Discurso.

– Apología y relaciones de su vida con el título de Memorias (Edición póstuma, 1917).

– Memorias. Un fraile mexicano desterrado en Europa (Edición póstuma, 2006)

Breve descripción de algunas de sus obras

Cartas de un americano al español (1811)

En esta obra, Mier expuso sus pensamientos e ideas sobre la libertad. Destaca la especial reclamación de independencia para su natal México respecto al dominio español. Estas correspondencias las dirigió al historiador Juan Bautista Muñoz y a José María Blanco White, un periodista de Sevilla.

En esas cartas dejó saber que la constitución de Cádiz no era beneficiosa para el pueblo americano debido a que sus leyes eran inaplicables. Para Mier, los españoles eran iguales a los americanos, y además expresó que los políticos mexicanos tenían capacidad para gobernar su nación.

Sobre Venezuela

Consideró que los españoles solo estaban interesados en las riquezas de los países colonizados. También hizo referencia en algunas cartas a la independencia de Venezuela, en relación con algunos artículos que White publicó en el periódico El Patriótico.

Fragmento

“…No tenga usted, pues, cuidado por la América: no hay mejor academia para el pueblo que una revolución.

Entenderán sí, entenderán la declaración de los derechos del pueblo, esa imitación servil de la declaración de los derechos del hombre que estremece a usted por haber sido de la asamblea nacional, y aplicada en tan diversas circunstancias.

Yo diría, que los venezolanos han restituido a la América una obra suya, que produjo tan excelentes efectos en los Estados Unidos, donde las circunstancias eran iguales a las suyas”.

Historia de la revolución de Nueva España (1813)

Fue una obra de tipo testimonial, en la que Mier relató a los lectores los diferentes acontecimientos que ocurrieron en Cádiz, y en América con la instauración de la Nueva España. Además, realizó una crítica sobre las supuestas ventajas que los españoles les dieron a los países americanos.

Fragmento

“¿Qué hará este bárbaro donde él crea que está autorizado por la justicia a desplegar la fuerza de su carácter? La desolación… marchan ante él contra miserables indios armados de palos y piedras; y si la desesperación como antiguamente los subleva en pasando el cometa funesto, dice el virrey, que va a revolver sobre pueblos…”

Frases

– “(…) La imagen de Nuestra Señora es pintura de los principios del siglo primero de la iglesia, pero así como su conservación, su pincel es superior a toda humana industria, como que la misma virgen María se estampó naturalmente en el lienzo viviendo de carne mortal”.

– “(…) Lo confieso, son extrañas e inauditas, pero a mí me parecen muy probables; y a lo menos si me engaño, habré excitado la desidia de mis paisanos para que probándomelo aclare mejor la verdad de esta historia”.

– “Yo no sé quién mete a los militares en castigar apostasías monásticas”.

– “(…) Se me dirá, ¿quiere usted que nos constituyamos en una república central? No. Yo siempre he estado por la federación, pero una federación razonable y moderada…”.

– “Querer desde el primer ensayo de la libertad, remontar hasta la cima de la perfección social, es la locura de un niño que intentase hacerse hombre perfecto en un día. Nos agotaremos en el esfuerzo, sucumbiremos bajo una carga desigual a nuestras fuerzas”.

– “Se necesita valor, dice un sabio político, para negar a un pueblo entero; pero es necesario a veces contrariar su voluntad para servirlo mejor…”.

– “(…) la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe ya era muy célebre y adorada por los indios aztecas que eran cristianos, en la cima plana de esta sierra del Tenayuca (…)”.

– “Yo haré ver que la historia de Guadalupe incluye y contiene la historia de la antigua Tonantzin, con su pelo y su lana, lo que no se ha advertido por estar su historia dispersa en los escritores de las antigüedades mexicanas”.

– “Guadalupe no está pintada en la tilma de Juan Diego, sino en la capa de Santo Tomé (conocido por los indios como Quetzacoalt) y apóstol de este reino…”.

– “Cátame ya en reino extranjero sin ropa, sin dinero, sin títulos, sin breves, sin conocimiento y sin arbitrios. Aquí comienza el hambre y apuro y nuevos trabajos. Pero la libertad más preciosa que el oro, los hace más tolerable”

Referencias

  1. Servando Teresa de Mier. (2019). España: Wikipedia. Recuperado de: es.wikipedia.org.
  2. Tamaro, E. (2004-2019). Fray Servando Teresa de Mier. (N/a): Biografías y Vidas. Recuperado de: biografiasyvidas.com.
  3. Moreno, V.,Ramírez, M. y otros. (2019). Fray Servando Teresa de Mier. (N/a): Busca Biografías. Recuperado de: buscabiografias.com.
  4. Bénassy, M. (2013). Defensa de Fray Servando Teresa de Mier, actor de la independencia mexicana. Francia: Caravelle. Recuperado de: journals.openedition.org.
  5. José Servando Teresa de Mier. (S. f.). Cuba: Ecu Red. Recuperado de: ecured.cu.