Endorfinas: producción, tipos, funciones y alimentos
Las endorfinas son sustancias químicas producidas y liberadas en el cerebro de manera natural. Su principal función es aliviar sensaciones como el dolor o el estrés, por lo que se las conoce de manera coloquial como “los químicos del bienestar”. Su presencia ayuda a sobrellevar el malestar físico y mental y aumenta los niveles de felicidad.
Las endorfinas se producen de manera natural en nuestro cuerpo, principalmente en áreas cerebrales como el hipotálamo y las glándulas pineales. Sus niveles varían en función de cada persona, pero aunque cada uno de nosotros tiene una tendencia en este sentido, podemos influir en su producción mediante factores como el ejercicio y la alimentación.
Hasta hace relativamente poco no sabíamos mucho sobre los efectos de las endorfinas en el cerebro, aunque sí que conocíamos sus efectos calmantes y potenciadores del bienestar. De hecho, su nombre viene de la unión de las palabras “endógeno” (producido dentro del cuerpo) y “morfina”, una de las drogas opioides más potentes que existen.
Sin embargo, gracias a las modernas técnicas de neuroimagen hemos sido capaces de estudiar con mayor detalle el funcionamiento de las endorfinas dentro de nuestro cerebro. De esta manera, se ha descubierto que estas sustancias juegan un papel fundamental en un gran número de procesos, desde la aparición de adicciones hasta la depresión o el amor.
Índice del artículo
- 1 Producción
- 2 Tipos de endorfinas
- 3 Funciones
- 4 ¿Cómo aumentar la liberación de endorfinas?
- 5 Falta de endorfinas (causas)
- 6 Alimentos que ayudan a la liberación de endorfinas
- 7 Referencias
Las endorfinas se clasifican como una clase neuropéptido endógeno. Esto quiere decir que se trata de proteínas unidas en cadena, y que se forman dentro del propio organismo. Su principal función es la de modificar los mensajes transmitidos entre varias neuronas, por lo que su campo de acción se encuentra dentro del cerebro.
Según los datos que tenemos disponibles hoy en día, las endorfinas se producen sobre todo en las glándulas pineales y en la hipófisis. Ambas estructuras están relacionadas también con el equilibrio del cuerpo, e intervienen en algunos procesos como la sexualidad, el crecimiento y la formación del metabolismo.
A partir de la hipófisis y las glándulas pineales, las endorfinas comienzan su camino por el interior del cerebro y se extienden por todo el sistema nervioso. Algunos estudios también han mostrado que pueden encontrarse en el sistema digestivo, lo que indica que tienen un efecto importante sobre esta función vital.
Según las últimas investigaciones sobre este tema, podemos encontrar cuatro tipos de endorfinas en nuestro organismo. Reciben el nombre de endorfinas alfa, beta, gamma y sigma, y se caracterizan por tener diferentes números y clases de aminoácidos dentro de la composición de sus moléculas.
Los diferentes tipos de endorfinas también se diferencian en base a la fuerza de los efectos que producen. Las más potentes son las beta – endorfinas, que cuentan con 31 aminoácidos y pueden provocar una sensación de bienestar aún más poderosa que la de la morfina.
Las endorfinas alfa y gamma tienen 16 y 17 aminoácidos en la composición de sus moléculas, respectivamente. En cuanto a las endorfinas sigma, son las menos estudiadas de todas y aún se debate sobre si deberían ser incluidas dentro de este grupo o no, debido a algunas características que las diferencian de las otras clases.
Las endorfinas reciben su nombre debido a que su principal función es la de bloquear el dolor. Al mismo tiempo, hoy en día sabemos que son las principales responsables de producir sensaciones de placer. Los expertos creen que su misión es alejarnos de aquellos elementos que puedan hacernos daño, y ayudarnos a repetir conductas que pueden ser beneficiosas para nosotros.
Así, los niveles de endorfinas de nuestro cerebro aumentan cuando participamos en actividades placenteras, como por ejemplo comer algo que nos gusta o pasar tiempo con nuestros seres queridos. Al mismo tiempo también se elevan cuando hacemos ejercicio o simplemente nos relajamos.
El sistema límbico es una zona del cerebro que se encarga de procesar nuestras emociones, recuerdos y otros elementos relacionados. En su interior podemos encontrar un gran número de receptores de opioides, que son los componentes que permiten a las endorfinas cumplir con su función.
Cuando las endorfinas alcanzan el sistema límbico, experimentamos una gran sensación de placer o satisfacción. También se sabe que ayudan en la formación de nuevos recuerdos y en la formación de hábitos. Sin embargo, no solo su presencia es importante: las personas que presentan bajos niveles de endorfinas en el cerebro suelen tener mostrar síntomas muy negativos.
Así, se sabe que personas con enfermedades como trastorno obsesivo – compulsivo, depresión, ansiedad generalizada y ciertas formas de adicción presentan niveles de endorfinas muy por debajo de lo normal en el organismo. Debido a ello, se cree que estas sustancias juegan un papel muy importante en la regulación emocional y cognitiva.
Como ya hemos visto, la presencia de niveles altos de endorfinas en el cerebro es algo fundamental para mantener un buen nivel de bienestar e incluso de salud mental. Sin embargo, algunas personas producen una menor cantidad de estas sustancias de forma natural; y en determinadas circunstancias, nuestra producción puede disminuir por muchos motivos.
Debido a ello se han realizado multitud de investigaciones sobre cuáles son las mejores formas de aumentar la liberación de endorfinas. A continuación veremos algunas de las más efectivas.
El ejercicio físico intenso es uno de los requisitos más importantes para llevar una vida saludable. Sin embargo, recientemente también se ha descubierto que el entrenamiento (especialmente el de fuerza) ayuda a aumentar los niveles de endorfinas en el cerebro, mejorando así también el bienestar psicológico.
Nuestro circuito de recompensa está diseñado para hacernos sentir bien siempre que llevemos a cabo alguna acción que nos vaya a proporcionar un mejor nivel de vida en el futuro o que vuelva más positiva nuestra situación actual. Por eso, una de las formas más rápidas de aumentar los niveles de endorfinas en el cerebro es proponerse una meta a corto plazo y cumplirla.
Esto puede suponer algo tan sencillo como ponerse el compromiso de levantarse a una hora determinada todos los días durante una semana y cumplirlo, o seguir una dieta específica durante diez días. Lo importante no es el contenido de la meta en sí, sino el hecho de seguirla.
Las relaciones sexuales son una de las actividades más placenteras que se pueden realizar, y en gran parte lo es por la gran cantidad de endorfinas que se liberan durante este acto. Incluso si no estás de buen humor, mantener relaciones sexuales puede cambiar por completo tu estado de ánimo y mejorar tus niveles de estos químicos en el cerebro.
El sueño es otro de los factores más importantes a la hora de mantener unos niveles adecuados de endorfinas en nuestro organismo. Por desgracia, una gran parte de la población duerme menos del tiempo mínimo necesario para mantener una buena salud física y mental, que se considera que es 7 horas al día.
Por eso, si sientes que tu estado de ánimo está más decaído de lo habitual y llevas varios días durmiendo menos de 7 u 8 horas seguidas, prueba a descansar durante una noche completa y notarás cómo tu humor mejora casi de inmediato.
Además del ejercicio físico y el sueño, el último pilar para mantener una buena salud emocional y psicológica es la alimentación. Algunos alimentos ayudan a liberar de forma natural mayores niveles de endorfinas en el cerebro, por lo que seguir una dieta rica en ellos puede ayudarte en este sentido.
Como has podido ver hasta ahora, la falta de endorfinas puede provocar efectos muy negativos, entre los que destacan un estado de ánimo decaído o la aparición de enfermedades mentales como depresión, ansiedad o trastorno obsesivo – compulsivo. Pero, ¿cuáles son las causas que provocan este estado cerebral?
La mayoría de los factores que causan una bajada en los niveles de endorfinas tienen que ver con el estilo de vida. Así, la falta de sueño, un consumo excesivo de cafeína o alcohol, la falta de ejercicio o la presencia de estrés crónico pueden provocar una bajada significativa de estas sustancias químicas.
Por otro lado, también pueden existir causas más serias que expliquen la deficiencia de endorfinas. Entro los posibles factores más severos pueden incluirse el haber sufrido un trauma físico o emocional, la presencia de una enfermedad física o una deficiencia en neurotransmisores como el GABA.
Llevar un estilo de vida saludable es el factor más importante a la hora de mantener unos niveles de endorfinas adecuados en el cerebro. Sin embargo, una vez que has regulado tu descanso, tu actividad física y tu alimentación, existen algunas acciones extra que puedes emprender para mejorarlos.
Una de las acciones más efectivas que puedes emprender para liberar más endorfinas en tu cerebro es consumir alimentos que favorezcan su generación. Algunos de los más efectivos en este sentido son los siguientes:
– Chocolate.
– Alimentos picantes.
– Alimentos ricos en Omega 3 como pescados azules o frutos secos.
– Especias como ginseng o canela.
- “Endorfinas (neurotransmisores): funciones y características” en: Psicología y Mente. Recuperado en: 04 Febrero 2020 de Psicología y Mente: psicologiaymente.com.
- “Endorphins” en: Simple Wikipedia. Recuperado en: 04 Febrero 2020 de Simple Wikipedia: simple.wikipedia.com.
- “What are endorphins?” en: How Stuff Works. Recuperado en: 04 Febrero 2020 de How Stuff Works: science.howstuffworks.com.
- “Are You Struggling with an Endorphin Deficiency?” en: Dr. Jockers. Recuperado en: 04 Febrero 2020 de Dr. Jockers: drjockers.com.
- “Endorphins” en: Wikipedia. Recuperado en: 04 Febrero 2020 de Wikipedia: en.wikipedia.org.