Ereshkigal: etimología, origen, atributos, civilizaciones
Ereshkigal fue la diosa de la civilización mesopotámica encargada de gobernar el inframundo, cuyo culto se extendió a otras regiones como Egipto y Asia menor. Como deidad, fue una de las más temidas en vista de que tenía entre sus manos el destino de hombres y mujeres, así como la justicia para aquellos que dañaran a otros.
En el panteón de Mesopotamia ocupó uno de los lugares más respetados, pero no se han hallado muchas representaciones en su honor, lo cual puede guardar relación con el temor que la figura representaba para los mortales.
En lo que respecta a la mitología sumeria-arcadia fue hija del dios de los cielos, conocido como Anu. Se cuenta también que llegó al inframundo tras ser raptada por Kur, un monstruoso dragón.
Una vez que Ereshkigal ingresó a la tierra de los muertos, ninguno de los dioses pudo rescatarla ya que una de las leyes que regía al inframundo dictaba que aquel que ingresaba no podía abandonar el recinto.
Por consiguiente, la deidad se convirtió en la máxima autoridad y era quien tenía el poder de diseñar las leyes y de decidir el destino de los hombres que ingresaban al inframundo.
Según la leyenda, los muertos que residían en el bajo mundo se alimentaban de polvo y de lodo, lo cual describía el sufrimiento de la tierra de las tinieblas, ese mundo al que nadie quería ingresar y del que no había retorno.
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En la mitología de Mesopotamia, la temida ‘diosa de las tinieblas y del inframundo’, que decidía la suerte de los hombres que cometían malas acciones o pecados, era conocida con diferentes nombres.
En sumerio el significado del término Ereshkigal hacía alusión a la ‘dama de la gran tierra’, una de las deidades más respetadas en el panteón, no obstante, ella no era la más representada.
Esto reside en la creencia de los mesopotámicos que sostenía que en la medida en que personificaban a un dios, este residía en su estatua o estructura y ellos no deseaban atraer a la diosa debido a su gran poderío.
Ereshkigal también fue conocida entre los pobladores como ‘la dama del gran lugar’ o ‘la reina del gran abajo’ para referirse al inframundo, sitio al que nadie deseaba ser enviado tras su muerte.
Sobre el origen de Ereshkigal se tiene conocimiento de que su padre fue el dios Anu, deidad de gran relevancia en el panteón mesopotámico, que representaba al cielo.
De acuerdo a la mitología, los relatos afirman que antes de que los humanos poblaran la tierra nacieron los dioses, siendo traídos al mundo por la diosa madre Nammu.
En el inicio de los tiempos, los hermanos que representaban al cielo y la tierra eran el dios Anu y la diosa Ki respectivamente, los cuales se encontraban unidos pero al nacer su hijo Enlil fueron separados por este.
Debido al distanciamiento Anu quedó sumido en una profunda tristeza y un día, mientras sollozaba, sus lágrimas cayeron directamente al mar, regido por la diosa Nammu.
En cuanto las lágrimas que brotaron del dios se mezclaron con el agua salada, se produjo el nacimiento de la conocida ‘reina del gran abajo’ o Ereshkigal.
Originalmente fue una diosa celestial hasta que fue raptada por el feroz dragón Kur, quien la llevó hasta el inframundo, del cual no pudo salir y pasó a convertirse en la reina suprema.
Ereshkigal fue una de las deidades más respetadas y temidas de Mesopotamia, cuyo templo principal se encontraba ubicado en la ciudad de Kutha.
Sobre los atributos de la diosa poco se conoce, ya que solo se cuenta con el denominado relieve Burney, cuya elaboración data de los tiempos en los que reinaba Hammurabi (1800 a 1750 a. C).
La placa, que también se denomina la Reina de la Noche, representa a una mujer desnuda con cuernos en su cabeza, lo cual obedecía a una señal típica de los dioses de Mesopotamia.
Posee alas y sus pies se asemejan a las garras de las lechuzas que tiene a cada lado; este detalle sugiere que se trata de una deidad de las tinieblas, puesto que ello hace alusión a imágenes infernales.
En sus manos sostiene un círculo y una cuerda, los cuales se utilizaban en Mesopotamia para referirse a la justicia que empleaba la deidad a la que se estaba representando.
Cabe destacar que no existe un consenso con respecto a la diosa que está plasmada en el relieve Burney ya que algunos alegan que se trata de Inanna, su hermana.
Otros expertos afirman que la deidad representada en la obra puede ser Lilith, figura demoníaca de la Biblia. Lo cierto es que de acuerdo al color negro que lucía la placa en la parte trasera es una personalidad asociada con las tinieblas.
Esta diosa ectónica fue una de las principales figuras del panteón de Mesopotamia y la única con los poderes requeridos para gobernar en el inframundo.
En los tiempos de las civilizaciones mesopotámicas existía una marcada creencia en la vida después de la muerte y la llamada reina del gran abajo era la encargada de redactar las leyes bajo las cuales funcionaba el bajo mundo.
El culto a Ereshkigal se extendió por toda Mesopotamia, donde fue una de las deidades más temidas, y se propagó hasta Egipto y Asia menor.
Para los sumerios, la gran dama del inframundo era conocida como Ereshkigal mientras que en Acadia y Babilonia solía tomar el nombre de Irkalla.
Este era el sustantivo que se empleaba para referirse a la tierra de los muertos, esa que gobernaba la diosa y a la que se dirigían las personas una vez que fallecían y de la cual no podían salir a menos que la deidad lo permitiese.
En la mitología griega también se le rindió culto pero bajo el nombre de Hecate o Hecate Ereshkigal. Cabe destacar que en estas tierras se le asociaba con la hechicería, por lo que los magos y las brujas acudían a ella.
Dentro de la mitología sumeria, este es uno de los principales mitos que fue escrito empleando acerca de Innana, la cual cuentan los versos visitó el inframundo.
Este relato narra cómo la diosa Inanna, heredera de los cielos y de gran bondad, al enterarse de la gran tristeza que invadía a su hermana tras haber enviudado, decidió visitarla para ofrecerle su apoyo en momentos tan difíciles.
Sin embargo, la deidad del amor y la guerra tomó previsiones y alertó a sus sirvientes que, si en tres días no regresaba, enviaran a alguien a rescatarla.
En cuanto la autoridad suprema de la tierra de los muertos se enteró de la presencia de Inanna, ordenó que se fuera despojando de sus prendas al traspasar cada una de las puertas del reino.
En el proceso de ingreso al inframundo, era una costumbre que los muertos fueran dejando sus ropas y pertenencias de manera progresiva, y de la misma forma fue tratada la diosa.
Por consiguiente, al ingresar al inframundo, se encontraba completamente despojada de cualquier ropaje, lo cual causaba el efecto de disminuir su poder.
Ereshkigal se aprovechó de la situación y de inmediato le quitó la vida y ordenó que la colgasen de un gancho pero, al pasar los días, la asistente de Inanna pidió al dios Enki que la trajera de vuelta.
Los enviados del padre de Inanna lograron revivirla pero antes de salir del inframundo debían asegurarse que alguien le suplantara. Después de meditarlo por un tiempo la diosa optó por escoger a su esposo, Dumuzi, al que encontró celebrando.
Por más que lo intentó no logró escapar y, frente a su fatal destino, su hermana se ofreció para tomar su lugar en el inframundo. Llegaron a un acuerdo en el que cada uno de ellos permanecería seis meses en la Tierra de los muertos.
De acuerdo a la mitología, Nergal, quien era la deidad de la guerra, en medio de un banquete ofrecido por los dioses logró ofender a la reina del gran abajo ya que cuando llegó su hijo Namtar, a quien envío en su representación, no se puso de pie.
En respuesta a esta afrenta, Ereshkigal pidió a los dioses que enviarán a Nergal al inframundo, pero el dios no se confió y fue preparado para defender su vida con catorce demonios.
La deidad había ordenado que cada puerta por la que ingresara se fuese cerrando, lo cual no lo llevaron a cabo los ayudantes de Nergal, y al llegar a la tierra de los muertos venció a Ereshkigal en un fuerte combate.
Justo cuando iba a quitarle la vida a la diosa, esta le imploró que no la asesinara y le ofreció que se quedara con ella como su esposo y le ayudara a gobernar el inframundo.
El ‘dios de la guerra’ accedió y se arrepintió de sus acciones, pero debido a sus deberes en la tierra de los hombres, permanecería solo 6 meses del año al lado de la deidad.
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- Antiguas Civilizaciones. Top 10 Antiguas Diosas Mesopotámicas. Tomado de antiguascivilizaciones.com
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- Mitología Sumeria: La Diosa Ereshkigal. Tomado de pandemonium.com