Historia

Imperio otomano: qué fue, origen, ubicación, características, religión, caída


¿Qué fue el Imperio otomano?

El Imperio otomano fue un gran imperio multiétnico gobernado por la dinastía osmantí desde su fundación en 1299 hasta su desaparición en 1922. Se desarrolló originalmente en Anatolia, actual Turquía, y se adueñó del Imperio bizantino, Bulgaria, Serbia y otras regiones del mundo, hasta convertirse en uno de los estados más poderosos del planeta, durante los siglos XV y XVI.

Fue un imperio cuyo poderío duró más de 600 años. Abarcó una buena parte del sureste de Europa hasta las puertas de Viena, incluida lo que ahora es Hungría, la región de los Balcanes, Grecia, partes de Ucrania, porciones del Medio Oriente, el norte de África y partes de la península arábica, tal y como se puede ver en el mapa.

Tras una serie de problemas relacionados con el liderazgo de la nación, el imperio decidió participar en la Primera Guerra Mundial. Se aliaron con los alemanes, lo que finalmente costó la derrota a los otomanos y conllevó a la eventual disolución del imperio.

Origen e historia del Imperio otomano

Osmán I, el fundador de la dinastía

El Sultanato de Ron, un estado conquistado por el Imperio selyúcida, disminuyó su poder en el siglo XIII y se dividió en varios principados turcos independientes, conocidos como “los Beyliks de Anatolia”.

Uno de los nuevos principados, ubicado en una región fronteriza con el Imperio bizantino, fue dirigido por el líder turco Osmán I. Él, junto a un grupo de seguidores formados por tribus turcas y algunos bizantinos convertidos al islam, comenzaron sus campañas para la creación del imperio.

El principado de Osmán I fue ganando mayor poder gracias a sus conquistas en pueblos bizantinos a lo largo del río Sakarya. Aun así, no se tienen fuentes históricas de la expansión del estado otomano en sus inicios.

Tras la muerte de Osmán I, el dominio otomano se fue extendiendo sobre Anatolia y los Balcanes. Orhan Gazi, hijo de Osmán, se apropió de Bursa, al noreste de Anatolia, convirtiéndola en la capital del Imperio otomano y disminuyendo el control bizantino.

A partir de ahí, la expansión otomana fue progresiva; puso fin al poder serbio en la región, se apropió del control de las antiguas tierras bizantinas y se planteó el objetivo de apropiarse de Constantinopla.

Mehmed II, el conquistador de Constantinopla

En 1402, los bizantinos se vieron temporalmente aliviados con la aparición del líder turco-mongol, Timur, quien invadió la Anatolia otomana por el este. Tras la batalla de Ankara, Timur derrotó a las fuerzas otomanas, lo que desestabilizó a la organización del imperio.

Un tiempo más tarde, alrededor de los años 1430 y 1450, algunos territorios balcánicos perdidos por los otomanos fueron recuperados por el sultán Murad II y el imperio se fue estabilizando nuevamente.

El 29 de mayo de 1453, Mehmed el Conquistador, hijo de Murad II, logró reorganizar el estado, dio orden a las fuerzas militares y conquistó finalmente Constantinopla, haciéndola la capital del imperio (lo que es hoy Estambul).

Mehmed le permitió a la iglesia ortodoxa mantener su propia autonomía y sus tierras a cambio de la aceptación de la autonomía otomana. La iglesia ortodoxa prefirió aceptar la autonomía pues tenían una mala relación con el gobierno veneciano.

Entre los siglos XV y XVI, el Imperio otomano entró en un período de expansión. En esta etapa, el Estado se organizó en un sistema de gobierno patrimonial, donde el poder absoluto lo ostentó el sultán durante varios siglos.

Ubicación geográfica

Expansión territorial del Imperio otomano

El Imperio otomano controló parte del sudeste de Europa, Asia Occidental y el norte de África, entre los siglos XIV y XX, abarcando un compendio de territorios conocidos en la actualidad como naciones independientes. Su magnitud fue tal, que el imperio se logró extender en tres continentes.

Durante los siglos XVI y XVII, el Imperio otomano limitó al oeste con el Sultanato de Marruecos, al este con Persia y el mar Caspio, al norte con el dominio de los Habsburgo y la República de las dos naciones (Polonia-Lituania) y al sur con los territorios de Sudan, Somalia y el Emirato de Diriyah.

Tuvo bajo su poder 29 provincias, además de otros estados vasallos. Por otro lado, Bursa y Adrianópolis cayeron en manos de los otomanos y las victorias en los Balcanes alertaron a Europa Occidental sobre el peligro expansionista del Imperio.

Finalmente, el Imperio se apropió de Constantinopla, lo que hoy se conoce como Estambul.

Características del Imperio otomano

Lengua

El idioma oficial del Imperio fue el turco otomano, una lengua muy influenciada por el persa y el árabe. El turco otomano permaneció desde los comienzos del Imperio hasta sus últimos años.

Sin embargo, existía una gran cantidad de idiomas dentro de los territorios del imperio, gracias a su carácter multiétnico; entre ellos: el bosnio, el albano, el griego, el latín y el judeoespañol, una lengua derivada del español antiguo. Para dirigirse a los cuerpos gubernamentales era necesario utilizar el turco otomano.

Además, hubo dos lenguas adicionales de gran importancia. Una de ellas era el idioma persa, hablado por las personas con niveles altos de educación, y el árabe, el cual se utilizaba para las oraciones islamitas de Arabia, Iraq, Kuwait y partes del norte de África.

Potencia militar

El Imperio otomano fue una impresionante potencia militar, armas modernas y un ejército grande y poderoso. El sultán contaba con un ejército personal, formado exclusivamente por los jenízaros.

Economía

Se basaba principalmente en el comercio, ya que su estratégica ubicación en tres continentes permitía el intercambio de productos de todas partes, especialmente maderas, seda y especias.

La economía interior se basaba en la agricultura, la pesca y la manufactura.

Multietnicidad

La gran diversidad de pueblos subyugados y la inmensa extensión geográfica del imperio hizo que su carácter se pareciese al del Imperio romano o al de Alejandro Magno, en el sentido de que los pueblos podían mantener sus costumbres a cambio de tributos y el reconocimiento del poderío otomano.

Esto hizo que muchas costumbres foráneas se mezclaran reflejándose en multitud de expresiones, entre ellas la gastronomía, pues tanto las preparaciones otomanas como las griegas, balcánicas o árabes se fusionaron.

Un ejemplo de ello puede ser el croissant francés, la “medialuna” de hojaldre, que data del asedio otomano a Viena en 1683.

En otro orden de ideas, la diversidad cultural se reflejaba también en matrimonios interculturales, que desempeñaron un papel fundamental.

Religión

Islam

Los pueblos turcos no eran originalmente islámicos; al contacto con los árabes, fueron apropiándose del islamismo, y luego llevaron la religión a Anatolia, a partir del siglo XI.

El Islam se convirtió en la religión oficial del imperio después de la conquista de Constantinopla y la conquista de las regiones árabes del Medio Oriente.

Cristianismo y judaísmo

De acuerdo con el Imperio otomano, regido por el sistema musulmán, a los cristianos se les garantizó algunas libertades limitadas, como por ejemplo, el derecho a la adoración y alabanzas. Sin embargo, tuvieron prohibido el porte de armas, montar a caballo y otras limitaciones legales.

Se dice que muchos cristianos y judíos se convirtieron al islam para asegurar todas las garantías en la sociedad otomana.

Se establecieron los “mijo”, tanto para los cristianos ortodoxos como para los judíos. El término “Mijo” hacía referencia a un sistema en el cual se respetaban las leyes de las distintas comunidades religiosas.

El mijo ortodoxo recibió varios privilegios en la política y el comercio, pero tuvieron que pagar impuestos más elevados que los musulmanes. Por otro lado, se establecieron mijos similares para la comunidad judía, la cual estuvo bajo la autoridad del rabino o jefe judío.

Organización política

Organización estatal del Imperio otomano

Antes de las reformas de los siglos XIX y XX, la organización estatal del Imperio otomano se basó en la administración militar y la administración civil. El sultán fue el gobernante absoluto con un gobierno central.

El sultán, monarca absoluto, gobernaba desde el Palacio Imperial asistido por un grupo de consultores o asesores, llamados visires. Este grupo lo mandaba el gran visir, que era una especie de primer ministro y era de absoluta confianza del sultán. Por lo general este cargo lo ocupaba un hijo del sultán, el elegido para sucederle.

Estructura social

Los ulema

Los ulema eran los estudiosos de la sharia o ley islámica. Pero durante gran parte del Imperio los ulemas otomanos tuvieron un poder más bien social que moral.

Los jenízaros

Los jenízaros fueron unidades de infantería de élite que formaron las tropas personales de los sultanes. Se dice que el primer cuerpo se formó bajo el mando de Murad I, entre 1362 y 1389.

Estuvieron formados por jóvenes esclavos cristianos secuestrados desde su infancia, que se convirtieron luego voluntariamente al islam. La característica principal del grupo fue el estricto orden y la disciplina.

Los millets

Así se denominaban los grupos no otomanos que conformaban el Imperio, y que podían gobernarse a sí mismos y mantener sus costumbres y religión, aunque bajo el poder otomano. Pagaban impuestos más altos que los musulmanes.

Decadencia y caída

Declive del Imperio otomano

La disolución del Imperio otomano comenzó con la Segunda Era Constitucional, con la restauración de la constitución de 1876 y el surgimiento del Parlamento otomano, que les dio esperanzas en la modernización de las instituciones del Estado para mantenerse firmes frente a los poderes externos.

Si bien las reformas militares ayudaron a reconstituir el ejército moderno otomano, ya el Imperio había perdido varios territorios del norte de África y el Dodecaneso en la guerra ítalo-turca en 1911.

Además, había perdido casi todos sus territorios europeos en las guerras balcánicas entre 1912 y 1913.

Al Imperio otomano le tocó enfrentar continuos disturbios en los años previos a la Primera Guerra Mundial, incluyendo el contragolpe otomano de 1909, un intento por desmantelar la Segunda Era Constitucional por parte del sultán Abdul Hamid II y, además, los dos golpes de estado de 1912 y 1913.

El Imperio otomano y la Primera Guerra Mundial

La participación del Imperio otomano en la Primera Guerra Mundial comenzó con el ataque sorpresa de los otomanos en los puertos rusos. Tras ese ataque, Rusia y sus aliados (Francia y Gran Bretaña), le declararon la guerra.

El Imperio otomano, asociado con Alemania y el Imperio austrohúngaro, tuvo varias victorias importantes en los primeros años de la guerra.

En 1915, los otomanos exterminaron a grupos de armenios, lo que provocó la muerte de aproximadamente 1,5 millones de ellos. También masacraron a las minorías griegas y sirias como parte de una campaña de “limpieza étnica”.

Para ese entonces, el Imperio otomano había perdido gran parte de sus territorios en manos de los Aliados. Luego de la revuelta árabe de 1916 y la Guerra de Independencia Turca que duró varios años, el sultanato fue abolido y el último sultán, Mehmed VI, abandonó el país. El califato fue abolido en 1924.

Sultanes otomanos

Murad I

Murad I gobernó desde 1360 hasta 1389. En el reinado de Murad, el Imperio otomano realizó una de sus primeras grandes expansiones (en Anatolia y los Balcanes). Gracias a su administración, se consolidó el dominio otomano en estas áreas.

Además, obligó al emperador bizantino, Juan Paleólogo, a convertir el Imperio bizantino en su vasallo. Adrianápolis se convirtió en su capital, bajo el nombre de Edirne.

Mehmed II

Mehmed II fue un sultán otomano que gobernó desde 1444 hasta 1446 y luego de 1451 a 1481. Se propuso como objetivo conquistar Constantinopla y logró aislar a los bizantinos cuando aseguró la neutralidad de Venecia y Hungría.

A partir de su reinado, el Imperio otomano le dio la bienvenida a lo que luego fue una expansión exitosa y una de las más poderosas del mundo. Finalmente convirtió a Constantinopla en la capital del Imperio otomano.

Solimán el Magnífico

Solimán el Magnífico fue un sultán otomano que gobernó desde 1520 a 1566. Emprendió audaces campañas militares, logró llevar al imperio a su máxima extensión territorial y supervisó el desarrollo de los logros más característicos de la cultura otomana en los campos del derecho, el arte, la literatura y la arquitectura.

Referencias

  1. Ottoman Empire, Wikipedia in English (n.d.). Tomado de Wikipedia.org
  2. Ottoman Empire, Malcolm Edward Yapp & Stanford Jay Shaw for Encyclopedia Britannica (n.d.). Tomado de britannica.com
  3. Murad I – Ottoman, The Ottomans Website (n.d.). Tomado de theottomans.org
  4. Ottoman Empire (1301 – 1922), Portal de BBC – Religions (n.d.). Tomado de bbc.co.uk
  5. Ottoman Empire, History Website (n.d.). Tomado de history.com
  6. Islam in the Ottoman Empire, Wikipedia in English (n.d.). Tomado de wikipedia.org
  7. Christianity in the Ottoman Empire, Wikipedia in English (n.d.). Tomado de wikipedia.org