Psicología educativa

Violencia en la adolescencia: qué es, tipos, causas, consecuencias


¿Qué es la violencia en la adolescencia?

La violencia en la adolescencia está constituida por manifestaciones de agresividad que se dirigen hacia iguales, familiares o figuras de autoridad. Es un comportamiento hostil, asocial y poco amistoso que se puede presentar en algunos adolescentes.

En primer lugar, debemos diferenciar esta violencia de la rebeldía adolescente, la cual se concibe como una etapa transitoria en la que los niños están modificando sus roles en la sociedad, por lo que en la mayoría de los casos no debe ser motivo de alarma.

En la sociedad actual se está observando un aumento de conductas violentas por parte de la población adolescente, en diferentes contextos y en todos los grupos sociales –familias de clase alta, media y baja–.

Tipos de violencia en la adolescencia

A continuación, pasamos a diferenciar las distintas manifestaciones de violencia que se pueden encontrar entre la población adolescente –algunas de las cuales pueden pasar desapercibidas–.

Violencia verbal

La violencia verbal se está normalizando en nuestra sociedad, especialmente cuando se percibe entre jóvenes que tienen enfrentamientos aparentemente sin importancia.

Algunos ejemplos de violencia verbal pueden ser insultos, gritos, etc., y pueden llegar a causar tanto daño psicológico como la violencia física –especialmente cuando se produce de forma frecuente–.

Violencia física

La violencia física es más alarmante, puesto que puede causar serios daños en el organismo. Suelen conllevar mayores castigos y, a veces, los agresores tienen que rendir cuentas a la justicia.

Golpes, bofetadas y empujones constituyen algunos ejemplos de este tipo de violencia entre la población adolescente.

Violencia/maltrato psicológico

Aunque se trate de un tipo de violencia más sutil, llega a provocar serios problemas en la víctima, como baja autoestima, falta de autonomía, etc. Algunos ejemplos de violencia psicológica son los siguientes:

  • Humillación. Esta forma de violencia es muy común. Se refiere al hecho de que algunas personas ofenden a otra persona, especialmente en público.
  • Desprecios. Se refiere a la conducta de indiferencia que hace sentir mal a la persona víctima de este maltrato.
  • Amenazas. Un adolescente puede llegar a coaccionar a otra persona, de forma que termine consiguiendo lo que quiere. Esta actitud provocará sentimientos de triunfo en el agresor, que optará por utilizar este método repetidamente.

Violencia en casa

Es frecuente que las familias en las que hay uno o más hijos adolescentes se produzcan situaciones conflictivas, debido a la modificación de normas, a las exigencias de los hijos, etc.

La situación se agrava si se producen peleas físicas entre dos o más miembros de la familia.

Violencia entre parejas adolescentes

Los datos recogidos de investigaciones sobre violencia entre parejas de novios adolescentes son alarmantes. Sorprendentemente, este tipo de violencia sigue aumentando, y lo llevan a cabo tanto los chicos como las chicas.

Muchas de las conductas que no suelen percibirse son: control sobre el otro, gestos de humillación, obligar a tener relaciones sexuales, etc.

Violencia en el colegio

Desgraciadamente, los datos recogidos en nuestro país ponen de manifiesto que se producen muchos casos de bullying entre jóvenes y adolescentes. Estas conductas violentas han sido ampliamente estudiadas, y son muchas las causas de que se siga produciendo, como por ejemplo:

  • Papel pasivo de los compañeros que actúan como espectadores.
  • Víctimas que no comunican su situación de acoso.
  • Las conductas violentas hacen que el agresor consiga salirse con la suya.

Violencia callejera

Algunos grupos de adolescentes se unen para formar pandillas o bandas callejeras, con el propósito de agredir a personas o para cometer actos delictivos –como robos a personas aisladas o en establecimientos–.

También es motivo de alarma que unos adolescentes disfruten y se diviertan haciendo daño a animales callejeros. No son pocos los vídeos que se han recogido de palizas a animales indefensos, llegando a producir daños irreparables e, incluso, la muerte.

Ciberbullying

El ciberbullying es un problema al que deben enfrentarse los jóvenes actualmente, puesto que la acción de sus agresores no termina cuando acaba el horario escolar. 

Se puede producir acoso mediante mensajes amenazantes, publicación de fotos o vídeos denigrantes, burlas e insultos públicos en las redes sociales, etc.

Causas de la violencia adolescente

Las causas de que se produzca violencia en la población adolescente son numerosas. En los estudios sobre el tema, se ha centrado la atención en el tipo de familia, de procedencia, especialmente.

Así, encontramos que los aspectos familiares que más promueven la violencia adolescente son:

– Ausencia parental –abandono del padre o de la madre– total o parcialmente.

– Familia desestructurada.

– Estilos educativos autoritarios –en el que el adolescente no puede negociar las normas– o demasiado permisivo –en el que hay ausencia total de normas–.

Otros aspectos que potencian la manifestación de conductas agresivas son los siguientes:

– Consumo de sustancias. El alcohol y las drogas ilegales suelen provocar que se produzcan conductas violentas, como enfrentamientos, peleas y agresiones.

– Falta de atención individualizada en los colegios. A veces sucede que los profesores no alertan sobre comportamientos inaceptables que se producen dentro del colegio, por lo que no puede llevarse a cabo una intervención específica.

– Deseos de aceptación del grupo de iguales. El reconocimiento social aporta ciertas ventajas en el adolescente, como sentimiento de pertenencia a un grupo, aumento de su autoestima e incremento de su satisfacción vital.

Por todo ello, muchos jóvenes no tienen reparos en llevar a cabo conductas violentas hacia los más débiles, con el fin de buscar la aprobación de su grupo de iguales.

Consecuencias de la violencia en la adolescencia

Como podemos imaginar, todo lo comentado hasta ahora repercute de forma negativa entre los adolescentes que sufren la violencia en primera persona. En relación con las víctimas, se han observado numerosos indicadores de desajuste psicológico, como por ejemplo:

– Aislamiento social.

– Bajo rendimiento escolar.

– Problemas de ansiedad.

– Depresión.

– Ideas o tentativas de suicidio.

– Mayor insatisfacción con su vida.

– Problemas dentro de su propia familia.

Las víctimas no suelen pedir ayuda a sus familiares ni conocidos, por lo que hay que estar atentos si hay sospechas de que un adolescente en la familia se encuentre en esta situación.

Prevención

En los adolescentes resulta especialmente difícil la intervención para ayudar a corregir algún comportamiento desadaptado, debido al desapego parental que los jóvenes intentan llevar a cabo.

Sin embargo, hay muchas cosas al alcance para evitar consecuencias derivadas de la violencia juvenil. 

Observar

Lo recomendable es empezar a observar las conductas violentas que manifiesta el adolescente desde que es pequeño, dándole especial importancia a partir de los 10 años de edad.

Trabajar el desarrollo emocional

Es importante trabajar en su desarrollo emocional, explicarle las situaciones en las que ha actuado mal y enseñarle a ponerse en el lugar del otro. Todo ello le ayudará a desarrollar su empatía, y esta habilidad le ayudará a manifestar menos comportamientos violentos hacia otras personas.

Trabajar con maltratador y maltratado

Por otro lado, en relación con la problemática de la violencia entre parejas, hasta hace unos años se había centrado la atención en la intervención con el agresor, únicamente. Sin embargo, que el trabajo también debe realizarse de igual modo con la persona que ha recibido maltrato –físico, psicológico, etc.–.

Esto se debe a que, como se ha venido demostrando, las mujeres maltratadas, por ejemplo, tienen que mejorar sus habilidades sociales, entre otras, para poder tener una relación sentimental adecuada.

Apoyo

En cuanto al acoso escolar, tanto si lo lleva a cabo como si lo recibe, necesitará apoyo y ayuda de su familia para que pueda poner fin a esta situación.

Si tu hijo es víctima de bullying, pon medios para evitar que corra peligro, avisa a los profesores, implícate en su educación y asegúrate de que esta situación no se vuelve a repetir.

Control del alcohol

Otro factor importante que se debe tener en cuenta es el control del consumo de alcohol y drogas. Además de otros efectos secundarios, se podrá evitar que el adolescente se vea involucrado en situaciones de violencia.

Ejemplos de violencia en la adolescencia

Algunos ejemplos de comportamientos violentos en adolescentes pueden ser:

– Empujar a un compañero de clase disimuladamente, en el aula o en los espacios escolares comunes.

– Lanzar al piso la mochila y las pertenencias de alguien, sin que la persona se pueda defender.

– Insultar a los compañeros como modo de defensa.

– Amenazar con los puños a alguien.

– Golpear a un compañero.

– Halar el cabello de una compañera en respuesta a una ofensa.

– Poner apodos ofensivos.

Referencias

  1. Álvarez-Solís, R.; Vargas-Vallejo, M. Violencia en la adolescencia. Salud en Tabasco (2002).
  2. Andrés Montero Gómez. Adolescencia y comportamiento de género. Revista de Estudios de Juventud (2006).
  3. Isabel Menéndez Benavente. Adolescencia y Violencia: ¿Crisis o Patología? (2006).