Homo antecessor: qué es, descubrimiento, características, cráneo, hábitat
¿Qué es el Homo antecessor?
El Homo antecessor es una especie ya extinta perteneciente al género Homo y que se considera la primera y más antigua que habitó Europa. Según los huesos hallados, existió hace unos 900.000 años (Calabriense, Pleistoceno temprano).
El mundo arqueológico acepta que es muy posible que sea el ancestro de la línea evolutiva del Homo heidelbergensis y el Homo neanderthalensis.
El H. antecessor fue el primer homínido que pobló Europa siendo originario de África, que prácticamente todo el mundo científico acepta que fue la cuna de la humanidad. Según lo que se conoce a la fecha, esta migración se proyectó simultáneamente hacia Europa y Asia.
Se estima que este proceso migratorio ocurrió en el Pleistoceno inferior. Morfológicamente hablando, el Homo antecessor posee algunos rasgos arcaicos y otros modernos, que determina una mezcla evolutiva que ha sido digna de estudio por parte de científicos de todo el planeta.
Descubrimiento del Homo antecessor
El primer yacimiento de restos encontrados que luego dio vida a esta nueva especie fue localizado en la población de Ceprano, en Italia, en 1994; de allí que se haya popularizado en el medio científico como Hombre de Ceprano.
La pieza principal de los restos es la parte superior de un cráneo de un Homo con características entre primitivas y modernas, que tras las pruebas de rigor fue datado entre 800.000 y 900.000 años de antigüedad.
En 2003 se propuso la creación de la nueva especie, que en principio se llamó Homo cepranensis.
Sin embargo, dadas las características filogenéticas, cronológicas y arqueológicas de estos restos, en torno a lo que hubo consenso fue a denominarlo finalmente como Homo antecessor. El término antecessor en latín significa “explorador” o “pionero”.
Así mismo, entre 1994 y 1995 fueron hallados en Gran Dolina —provincia de Burgos al norte de España— un conjunto de elementos que compaginaban cronológicamente con el hallazgo de Ceprano.
Fueron más de 80 fragmentos fósiles que presumiblemente pertenecen a seis individuos distintos. Y hasta la fecha se han recuperado de la sierra de Atapuerca, en Gran Dolina, más de 170 fragmentos.
Restos
Los restos en mejores condiciones son un maxilar superior y un hueso frontal de un joven cuya edad de fallecimiento se estima en 10 u 11 años. El mismo lugar ocultaba también más de 200 elementos que resultaron ser herramientas de piedra y numerosos huesos de animales.
Aunque se sabe que todos estos restos se remontan a casi un millón de años atrás, no es posible contrastarlos directamente. Esto se debe a que corresponden a distintas partes de la anatomía y a individuos de diversos grupos etarios.
Lo que sí es un hecho comprobado es que ambos conjuntos de restos poseen rasgos distintivos, que van desde pobladores homínidos primitivos de África hasta algunos más recientes que corresponden al Homo heidelbergensis de Europa.
Expansión de los homínidos
Los investigadores han determinado con mucha certeza que tanto los restos de Ceprano como los de la Gran Dolina son contemporáneos, demostrando que la expansión que habían logrado los homínidos ya abarcaba buena parte del continente europeo.
Estos descubrimientos fueron complementados en 2010, cuando en Norfolk, Inglaterra, se encontraron herramientas prehistóricas que se determinó fueron utilizadas por esta especie de humanos primitivos en una fecha que ronda los 780.000 años atrás.
En la misma formación geológica donde se hallaron estos elementos, localizada específicamente en la playa de Happisburgh, se reconocieron también numerosas huellas de pisadas que el análisis de los especialistas les atribuye y que corresponderían al menos a cinco individuos.
Características físicas y biológicas del Homo antecessor
Esta especie presenta una peculiar combinación de características en el cráneo, los dientes y la mandíbula inferior, que son rasgos que la diferencia de otros fósiles Homo. En estos se puede apreciar una mezcla de características bien armonizada, entre modernas y antiguas.
A grandes rasgos, las características más relevantes son las siguientes:
Tamaño y forma corporal
Los restos hallados hasta ahora reportan individuos bastante parecidos en cuanto a morfología al humano moderno, pero con una complexión un poco más robusta.
Sin embargo, su altura promedio estaba entre 1,6 y 1,8 m, lo que no supera al actual Homo sapiens. Su peso oscilaba entre 65 y 90 kg.
Cráneo
El cráneo destaca por su combinación de rasgos entre modernos y arcaicos. Entre los modernos destaca la fosa canina, el área media de la cara, pómulos ahuecados y nariz protuberante, que otorga una apariencia algo estilizada.
Por otra parte, entre las facciones antiguas contamos con frente baja, una marcada arista de doble frente (parecida al Homo erectus o al Neandertal) y bóveda occipital sobresaliente en la parte posterior del cráneo.
Tamaño del cerebro
Aunque su cerebro es algo más pequeño que los del H. sapiens, tampoco es una diferencia tan abismal, dado que poseían una cavidad craneal con una capacidad de 1.000 cc, contrastada con los 1.350 cc que en promedio poseemos en nuestros días.
Dientes
Los rasgos dentales primitivos incluyen dientes robustos, premolares de múltiples raíces e incisivos algo curvos en el maxilar superior.
Las características que se consideran más modernas tienen que ver con la forma de los caninos y algunos de los dientes anteriores, que se observan con un tamaño reducido en comparación con otros homínidos.
Los patrones de erupción dental parecen ser similares a los de los humanos modernos, lo que sugiere las mismas tasas de desarrollo en cuanto a la dentición.
Mandíbulas
La barbilla se presenta retirada y en general el maxilar inferior es más delgado que los estudiados en las especies Homo ergaster y Homo habilis.
Controversia
A pesar de presentar rasgos que sus descubridores consideran suficientemente diferenciados, parte de la comunidad científica todavía no usa una denominación específica para referirse a los restos encontrados.
Es así como algunos los asignan simplemente a la especie Homo heidelbergensis o los consideran correspondientes a una variedad de Homo erectus u Homo ergaster.
La definición de esta especie es fruto de los más de 80 restos hallados desde 1994 en el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina (Atapuerca). Los restos datan de hace al menos 900.000 años, según mediciones paleomagnéticas.
Capacidad craneal
Se pudo establecer que la capacidad craneal del Homo antecessor alojaba un cerebro de 1.000 cc aproximadamente, que si bien es menor al que poseemos los humanos modernos, no es nada despreciable.
Hallazgos paleontológicos recientes han determinado que homínidos con cerebros bastante más pequeños tendrían comportamientos que antes se adjudicaban solo a especies con capacidades craneales más voluminosas.
Tomando en cuenta esto, podemos indicar que las capacidades en lo que tiene que ver con las destrezas y habilidades del Homo antecessor no se habrían visto limitadas por el tamaño de su cerebro.
Hábitat
Los estudios hechos hasta ahora revelan que el Homo antecessor fue el primer homínido que ocupó Europa proveniente del continente africano.
Llegar a la parte más occidental del continente euroasiático implica que estos primeros emigrantes africanos tuvieron que atravesar estrechos corredores y superar barreras geográficas importantes que favorecían la deriva genética.
Todo esto, seguramente combinado con largos períodos de aislamiento y la adaptación a las nuevas condiciones climáticas y estacionales, fue desarrollando rasgos físicos y de comportamiento que distinguieron a esta especie de sus predecesores africanos.
Dadas estas condiciones, y que adicionalmente estamos tratando con un largo período de tiempo, es posible que uno o más eventos de especiación pudieran haber ocurrido en esta parte extrema de Eurasia durante las primeras etapas del Pleistoceno, originado en los linajes representados por varios homínidos.
Vello corporal
Poseía gran cantidad de vello corporal que lo protegía del frío y mostraba una masa corporal grasienta que almacenaba reserva alimenticia. Se cree que por estar expuesto a las bajas temperaturas propias del invierno, pudo ser la primera especie homínida en usar pieles de animales para darse abrigo.
Actividades del Homo antecessor
Esta especie fabricaba algunas herramientas y armas para cazar, que si bien no eran sofisticadas, resultaban funcionales.
Los instrumentos que usaban para cazar no eran muy complejos: utilizaban huesos, palos y algunas piedras que trabajaban de forma rudimentaria. Estos elementos aún no facilitaban el procesamiento de alimentos.
Además, la falta de evidencias en cuanto al uso del fuego en Atapuerca sugiere que seguramente consumían todo crudo, tanto vegetales como carne, causando un desgaste dental más significativo.
Ingesta de carne
La carne en la dieta del Homo antecessor contribuyó a contar con la energía necesaria para sostener un cerebro de buen tamaño (1.000 cc).
Adicionalmente, la carne también representó una fuente de alimento importante en un ambiente muy desafiante, donde la presencia de alimentos como frutas maduras y vegetales tiernos fluctuaban de acuerdo con la estacionalidad.
El Homo antecessor era nómada y vivía de la caza (toros, bisontes, ciervos). También practicaba la carroña de animales de gran tamaño y recolectaba frutas y vegetales cuando lo permitía la estacionalidad propia de Europa.
Solía vivir en grupos de 40 a 50 individuos y su expectativa de vida rondaba los 40 años. Trabajaron la madera para hacer algunos utensilios y fueron exitosos cazadores de varios tipos de cérvidos, équidos y grandes bóvidos de los que llegaron a curtir pieles.
Canibalización
Como parte de las conclusiones de los diferentes hallazgos que se tienen hasta el momento, se comprueba que canibalizaban a sus pares, y en ocasiones incluso lo hacían como parte de rituales o como producto de luchas entre clanes en procura de fijar territorialidad.
Pinturas
Desarrollaron una arcaica forma de plasmar lo que veían, sentían o deseaban mediante pinturas muy rudimentarias; por esta vía fueron desarrollando una zona del cerebro que les permitía expresarse mejor. Usaban para ello mezclas de barro y sangre.
Herramientas que utilizó el Homo antecessor
Las evidencias en los hallazgos asociados al Homo antecessor demuestran que era muy prolífico en la elaboración de herramientas, aunque todas se presentan como muy rudimentarias y primitivas.
Tenía la capacidad para proveerse de piezas para extender el uso de sus manos, pero todavía no eran muy elaboradas.
Materiales
Para elaborar sus utensilios y herramientas, los miembros de esta especie usaron básicamente el sílex y la cuarcita combinadas con areniscas y cuarzos.
Los trataban de manera que obtenían en estos materiales filos sencillos o aserrados, tanto en los núcleos como sobre las esquirlas resultantes. La técnica era muy simple, sin que se aprecie un patrón dominante.
Estas herramientas eran usadas para la caza y también para descuartizar presas antes de llevarlas a la boca, razón por la cual se vio aliviado el trabajo de sus dentaduras, propiciando la evolución a denticiones más moderadas en tamaño.
Este hallazgo, junto con la evidencia arqueológica de diferentes sitios europeos, sugiere que Europa occidental fue colonizada poco después de la primera expansión de los homínidos fuera de África alrededor de la Garganta de Olduvai, al norte de Tanzania.
Este análisis revela algunos rasgos Homo primitivos en el aspecto externo de la sínfisis y la dentición compartida con los primeros Homo africanos y los homínidos de Dmanisi.
En contraste, otros rasgos mandibulares en el aspecto interno de la sínfisis se derivan con respecto al Homo temprano de África, lo que indica desviaciones inesperadamente grandes de los patrones observados en este continente.
Referencias
- “Homo antecessor”. Wikipedia. Recuperado de Wikipedia: es.wikipedia.org
- “Prehistoria: los humanos llegaron al norte de Europa antes de lo pensado”. Pallab Ghosh en BBC Mundo. Recuperado de BBC: bbc.com
- “Homo antecessor”. Pablo Barrera (4 Enero 2018). Recuperado de Seres Pensantes: serespensantes.com