Felicidad

Dependencia emocional: qué es y cómo superarla


Explicaremos cómo superar la dependencia emocional y dejar de lado la necesidad afectiva, desarrollar la iniciativa y aprender a llevar una vida donde ser feliz consigo mismo.

Se sufre de codependencia emocional cuando la felicidad se apoya en otra persona o pareja, o si se necesita de alguien para sentirse bien. Esta situación puede ser la causa de muchos problemas, y es algo que se debe solucionar.

Tipos de codependencia emocional y sus características

Puede haber dos tipos de dependencia afectiva, cada uno con diferentes antecedentes y consecuencias:

  • Dependiente instrumental: está presente cuando buscas ayuda para alcanzar metas. Por ejemplo, pedir dinero para comprar un coche. En este tipo, la sub-meta es el dinero y la meta final el coche.
  • Dependiente emocional (psicológica): la meta final es la respuesta de otros, no la forma en la que la alcanzas. En este último tipo existe una necesidad de afecto y una codependencia emocional-afectiva que se satisface por las respuestas afectivas de otras personas.

Los dos tipos se dan de manera simultánea en la persona dependiente. Es decir, si eres dependiente instrumental, también lo serás emocional.

¿Por qué algunas personas son dependientes de otras?

Cuando se produce una ruptura o la separación de la persona dependiente de la otra, se genera un síndrome de abstinencia. Este se caracteriza por ansiedad, culpabilidad, pensamientos obsesivos sobre la situación o incluso depresión.

Si eres dependiente, tu problema está en ti mismo, no en alguien o en algo externo. Entender esto es muy importante para poder superar el problema. Tus hábitos, costumbres y necesidades de afecto es lo que ha creado esa tendencia de necesitar a alguien.

El problema con la dependencia emocional es que se cree que necesitar a los demás es humano y sano. Sin embargo, no lo es. En el verdadero amor no se necesita a la otra persona para ser feliz.

Una buena comparación es con la comida. Necesitas comida, pero no comer 5 kilos de carne todos los días. Lo mismo ocurre con las relaciones personales: las necesitas, pero no arrastrarte o faltarte el respeto a ti mismo por tenerlas.

Consejos para superar la dependencia emocional

1. Cambia tus creencias limitantes por otras más correctas

Si eres dependiente, es probable que tengas en mayor o menor medida una serie de creencias limitantes. Las más frecuentes son:

– Percibirte como sin control, inefectivo, impotente y sin capacidad para conseguir tus metas.

– Creer que necesitas una pareja o persona para tener una vida valiosa.

– Creer que no eres capaz de prescindir de una relación.

– Creer que si terminas la relación te irá peor en la vida.

Hay una creencia, que puede ser consciente o inconsciente, que lleva a malas decisiones y posiblemente a grandes errores en la vida. Es esta:

“Necesito estar con una pareja para ser alguien de valor”.

Estas creencias limitantes refuerzan la idea de que necesitas apoyarte en otros para guiarte y ser feliz en la vida.

2. Busca la situación ideal para tu bienestar

La situación ideal es conseguir ser independiente y feliz por ti mismo.

Una vez lo consigas, podrás elegir una pareja adecuada y que realmente aporte cosas positivas a tu vida. Digamos que esa pareja aumentaría tu calidad de vida con lo que te aporta.

Y con esto se puede hacer otra comparación:

Yo puedo ser feliz en mi ciudad, con lo que tengo y con cómo soy.

Sin embargo, conseguir logros que me proponga, como un mejor trabajo, viajar o mejorar personalmente, aumentará mi calidad de vida.

Si tú tienes una buena vida creada por ti mismo sin depender de nadie, podrás elegir las mejores relaciones.

3. Establece relaciones con las personas correctas

Evita relaciones con personas tóxicas y forma relaciones con personas que:

– Te respeten

– Te valoren

– Te traten bien

– Aporten algo positivo a tu vida

Si la relación con tu pareja, familiar o amigo solo te perjudica, es aconsejable que la termines.

4. Construye una vida que tenga valor 

Es falso que debas tener una persona a tu lado para lograr una vida valiosa. Tu vida depende de lo que tú haces, no de estar o no con alguien.

Los problemas de tu vida, como no tener un buen trabajo o una buena relación con tu familia, no se arreglan por estar con alguien, los tienes que arreglar tú mismo.

Construye una vida valiosa que solo dependa de tu esfuerzo, no algo que se pueda venir abajo si una relación termina.

Cuantos más recursos existan en esa vida que construyas, más difícil será que se derrumbe. 

Ejemplo de recursos para una vida valiosa:

– Tener tus propios amigos

– Tener relaciones familiares sanas

– Tener un buen trabajo

– Ser independiente económicamente

– Tener tus propias aficiones.

5. Construye tu autoestima

A partir de ahora, tu valor te lo vas a dar tú mismo, no los demás. Tanto si estás solo como en pareja, tu valor te lo darás tú.

Y lo mismo con todo lo demás en tu vida; si no tienes trabajo te valorarás, si no consigues algo también…

Algunos tips básicos son:

– Evita buscar la aprobación

– Sé consciente de tu “pensamiento crítico negativo”

– Haz cosas que te den miedo

– Haz deporte

– Socializa.

6. Planta cara a la necesidad afectiva

Es una cuestión de actitud. Cuando sientas la necesidad de acercarte de nuevo a la persona de la que eras dependiente, lucha para no caer en la tentación, y hazlo en el momento.

Es decir, no caigas en “lo haré el mes que viene” o “cuando me sienta mejor”. Corta ya la dependencia.

Cuando la gente está al borde del precipicio es cuando se dan los cambios reales y más fuertes. Han caído tanto que ya no pueden caer más, y es cuando reaccionan.

Es cierto que si eres dependiente te puedes sentir sin fuerza, aunque recuerda las creencias limitantes mencionadas antes, porque son la clave para cambiar ya.

Piensa que tienes la capacidad para conseguir las cosas por ti mismo, que tienes valor y que puedes ser feliz por ti mismo. Comienza a creerlo.

7. No obedezcas a las necesidades

Si caes en la tentación de volver a ser dependiente, por ejemplo, tomando llamadas o iniciando relaciones insanas, habrás obedecido a la necesidad afectiva.

Aquí a menudo la gente dice “no puedo” evitarlo. Sin embargo, sí pueden. Lo que ocurre es que requiere menos esfuerzo hacerlo que evitarlo.

Si quieres superar la dependencia hay que estar dispuesto a hacer ese esfuerzo. Por tanto, es mucho más correcto decir “no me he esforzado lo suficiente” o “no quise evitarlo”.

La meta principal es que el bienestar mental y la felicidad sean constantes.

Es decir, que si se rompe la relación no te desanimes en exceso, te deprimas, tengas ansiedad o tu vida se venga abajo.

De esta manera, si rompes una relación, no lo intentarás arreglar buscando una nueva pareja.

Al contrario, seguirás con la vida que has construido, disfrutando de ella por ti mismo.

8. Conoce las señales de dependencia emocional

Para combatir la necesidad afectiva habrá que saber las señales específicas de la necesidad de afecto.

Si eres dependiente te sonarán algunas de estas señales y comportamientos:

– Alta sensibilidad a los rechazos

– Reacciones exageradas tras rupturas o problemas de pareja

– Tienes que hacer todo junto a alguien

– Tendencia a establecer relaciones con parejas que malinfluencian y que no convienen, con el objetivo de no estar solo

– Necesidad de agradar a los demás

– Pides disculpas a tu pareja por recriminarle cosas que ha hecho mal (insultarte, ser infiel…)

– Baja autoestima

– Estar atento constantemente de la pareja aunque este/a te trate mal

– Tener relaciones de pareja constantes aunque el otro no atraiga nada.

9. Reserva tiempo para ti

Una de las características de las personas dependientes es que les cuesta estar solas. Sin embargo, inevitablemente vas a estar solo en ciertos momentos de tu vida.

Además, estar constantemente junto a alguien es una fusión de una vida. No tienes vida propia.

Para comenzar a construir tu vida y superar esta necesidad, reserva tiempo para ti: hacer actividades, leer, estudiar, pasear…

Cualquier cosa que esté construyendo tu vida y que te haga independiente, sin necesitar de nadie para hacerlo.

10. Cambia tu percepción de las relaciones personales

De forma casi inconsciente, muchos tienden a ver a los demás como aportadoras de recursos y felicidad, en lugar de personas que complementan la felicidad.

Es decir, tú eres feliz, tengas o no a la otra persona, y estando la otra persona tienes un complemento más a tu felicidad.

Además de ello, como alguien a quien complementas, no como si tú fueras toda su vida.

Este enfoque te ayudará mucho y podrá cambiar muchos comportamientos y decisiones.

11. Viaja solo

Es recomendable viajar solo/a. No tienes por qué hacerlo siempre, pero te vendrá bien hacerlo alguna vez.

Cuando viajas solo tienes que solucionar problemas por tu cuenta, conocer otras personas, ser sociable, sin ayuda de pareja, familiares o amigos. En definitiva, te ayuda a ser independiente.

Puede que con solo pensar en ello te dé miedo, aunque lo superarás con el tiempo. A partir del primer viaje desarrollarás tus habilidades de liderazgo, y cuando viajes con otras personas tendrás mucha más iniciativa.