Historia

¿Qué eran los trovadores? Origen, forma de vida y temas musicales


¿Qué eran los trovadores?

Los trovadores fueron compositores de canciones cultas y poetas cuyo origen se sitúa en Occitania, una región situada en el sur de la actual Francia. Sus obras estaban escritas en la lengua propia de esa región, lo que constituyó una de las diferencias principales con los artistas anteriores, que utilizaban el latín.

Estos compositores no solo escribían los versos de las canciones, sino que también eran los autores de la música. Se trababan de obras refinadas, cuya principal temática era el amor cortes. La mayoría de los trovadores procedían de familias de clase alta y con acceso a la cultura y normalmente desarrollaban su trabajo bajo la protección de la nobleza.

A diferencia de los juglares, que no componían las obras que recitaban o cantaban, los trovadores seguían reglas estrictas a la hora de crear. Estas reglas regulaban aspectos como la métrica, la retórica o la gramática y se enseñaban en las escuelas monásticas.

Esa formación les proporcionaba un gran conocimiento de la composición musical y de los recursos existentes para escribir sus letras. Su poesía no estaba destinada a ser leída, sino cantada. Las actuaciones eran raramente llevadas a cabo por los trovadores, sino que eran los juglares quienes las representaban ante el público.

Origen

Aunque existen varias hipótesis sobre el origen del término trovador, la más aceptada indica que proviene de “trovar”, cuyo significado es “inventar o crear en literatura”. En la Europa medieval no había distinción entre los poetas y los trovadores más allá de que los segundos escribían en lengua romance y los primeros en latín.

Por su parte, el término trovero tiene el mismo origen y se utilizaba para denominar a los que escribían trovos, unos cantos tradicionales de origen español.

La palabra aparecía en la poesía de Guilhem de Peiteu, duque de Aquitania, el trovador más antiguo del que se tiene conocimiento.

Más adelante, el término trovador se incorporó a otras lenguas procedentes del latín para denominar a los poetas cultos que escribían en los idiomas propios de cada región del continente.

Trovadores y troveros

La mayoría de los expertos dividen a estos autores entre trovadores, cuyas obras eran escritas en la lengua de Oc, y los troveros, quienes utilizaban la lengua de Oil propia del norte de Francia. A partir de 1147, estos dos tipos de creadores entraron en contacto.

Los trovadores que escribían en la lengua de Oc aparecieron a finales del siglo IX, en una región conocida como Occitania, en el sur de Francia. Pronto comenzaron a extenderse por todo el continente europeo. Entre los países en los que gozaron de más presencia se encontraban España, Italia y Alemania.

Los troveros, por su parte, aparecieron más tarde, en el siglo XII. La temática de sus obras era la misma que la de los trovadores, con una gran incidencia del amor cortés.

En Alemania, los trovadores fueron denominados minnesinger y acabaron utilizando el alemán para escribir sus obras.

Otra zona europea en la que estos artistas estuvieron muy presentes fue Galicia, una región del noroeste de la actual España. En esta zona, las composiciones creadas por los trovadores recibieron el nombre de cántigas.

Temas musicales

Según algunos cálculos, se conservan alrededor de 2 500 canciones y 259 melodías creadas por los trovadores europeos. Las temáticas principales eran dos: el amor y el heroísmo unido a la lealtad.

En el primer caso, el amor al que cantaban los trovadores estaba asociado a lo que se denominaba amor cortés, así como a las cortesanas.

El nombre de amor cortés, asociado por completo a la Edad Media, apareció en el siglo XIX para, precisamente, describir a las obras literarias que escribieron los trovadores para las damas de la época. En la Europa medieval, en cambio, el término utilizado era Fin ‘amor (Amor fino o puro)

Ese buen amor, que contrastaba con el considerado amor malo, era propio de las clases altas. En muchas ocasiones, se trataba de relaciones platónicas entre damas casadas y sus enamorados. Eran estos últimos, los que escribían los poemas dedicados a las primeras.

Esos poemas o canciones solían halagar a las damas por su piel delicada y blanca, así como por su larga melena. Los trovadores, en estos casos, se lamentaban de no poder conseguir el amor de sus damas.

Por otra parte, las obras heroicas y épocas constituyeron uno de los géneros más populares durante la Edad Media. Estas creaciones fueron una continuación de los cantares de gesta en los que se relataban las hazañas realizadas por los caballeros al servicio del rey y de sus altos ideales.

Forma de vida

Las obras de los trovadores no eran realizadas con el propósito de ganar dinero, ya que la mayoría era parte de la clase alta y tenía una buena posición económica y social. De esta forma, su faceta como compositores no era la principal en su vida.

Los trovadores fueron, en un primer momento, poetas y compositores de la alta sociedad. A diferencia de otro tipo de creadores, ellos se preocupaban por buscar la máxima calidad en sus obras.

Su posición social les permitía vivir en la corte o en palacios, donde gozaban de la protección de los nobles feudales o de los monarcas. Esta protección era correspondida no solo con sus poemas líricos, sino también con escritos en los que defendían política y humanamente a sus protectores.

Además de su trabajo en los palacios, también eran llamados con frecuencia para ofrecer sus obras en los teatros medievales con el fin de entretener a las damas.

Aunque algunos trovadores interpretaban sus propias composiciones, en la mayoría de los casos los intérpretes eran otros, especialmente los juglares o los ministriles (un artista encargado de tocar la música que acompañaba al texto). En parte, esto se debía a que actuar en público no estaba bien visto entre la clase alta.

Diferencias entre trovadores y juglares

Otra de las figuras medievales relacionadas con las artes escénicas eran los juglares. En muchas ocasiones, se tiende a pensar que sus características eran las mismas que la de los trovadores. Sin embargo, existían diferencias importantes entre ambos tipos de artistas.

La primera diferencia era el origen social. Mientras que los trovadores solían proceder de la clase alta y habían recibido educación, los juglares eran analfabetos y de clase popular.

Por otra parte, la actividad creadora de los trovadores venía motivada por motivos de prestigio, como afición o, simplemente, por su gusto por escribir. Todo lo contrario ocurría con los juglares, que necesitaban actuar para sobrevivir.

Además, mientras los primeros limitaban su presencia a palacios o teatros, los segundos se conformaban con usar las plazas de los pueblos como escenario. Algunos juglares podían llegar a ser contratados por señores feudales para entretenerlos, pero casi siempre tenían que limitarse a actuar en las ferias y fiestas de los pueblos.

La última gran diferencia entre ambas figuras es que los trovadores eran autores de sus obras. Los juglares, por su parte, no componía, sino que interpretaba obras compuestas por los trovadores.