¿Cuáles son los Elementos del Conocimiento?
Los cuatro elementos del conocimiento más destacados son el sujeto, el objeto, la operación cognoscitiva y el pensamiento. La definición de conocimiento es muy compleja ya que surge de un hecho espontáneo e instintivo. Se puede describir como el contacto del ser con el mundo.
El conocimiento se caracteriza por la presencia de un sujeto frente a un objeto. El sujeto cuando ve al objeto, lo capta y lo hace suyo a través de una operación cognoscitiva.
El conocimiento depende de la naturaleza del objeto y los medios utilizados para reproducirlo. Así, se pueden distinguir dos grandes grupos de conocimiento, el conocimiento sensorial y el conocimiento racional.
El conocimiento sensorial, se encuentra en hombres y animales, y se capta a través de los sentidos. El conocimiento racional es inherente a los humanos y se capta a través de la razón.
Los principales elementos del conocimiento
A continuación se describirán los elementos del conocimiento, donde se añadirá un ejemplo para que quede lo más claro posible. Estos ejemplos girarán en torno a un niño que va a la cocina y encuentra un plátano, un producto alimenticio que nunca antes había visto.
– Sujeto
No se puede hablar del conocimiento sin un sujeto que lo tenga. El sujeto es la persona que capta algún objeto de la realidad y obtiene un pensamiento sobre el mismo.
Por ejemplo, en el caso de los científicos, son sujetos que a través de sus observaciones y experimentos de la ciencia, proporcionan pensamientos racionales sobre ellos y forman la serie de conocimientos que conocemos por ciencia.
Ejemplo
El niño que descubre un plátano sería el sujeto. El pequeño es el que tiene capacidad de observación y de generar una representación sobre la fruta.
– Objeto
El objeto es la cosa o persona reconocida por el sujeto. Por ejemplo, una persona puede observar una célula (objeto) para conocer sus elementos y propiedades. La cosa conocida no se llamaría objeto si no se reconociera, por lo que es condición necesaria que un sujeto vea y reconozca al objeto, para que este sea un objeto.
Existe una relación interesante entre el sujeto y el objeto. Cuando estos dos interactúan, el objeto permanece inalterado. Sin embargo, el sujeto sufre una modificación durante el conocimiento al obtener una serie de pensamientos hacia el objeto.
Pueden generarse excepciones, por ejemplo si una persona cree que está siendo observada y modifica su conducta pese a no estar segura de si es el objeto de algún otro sujeto.
Aquí se manifiesta la diferencia entre conocimiento objetivo y conocimiento subjetivo. El conocimiento subjetivo se inclina a los intereses del sujeto frente al conocimiento objetivo que expresa exactamente lo que ha sido observado sin añadir elementos externos.
Llegar al conocimiento totalmente objetivo es muy difícil para cualquier sujeto, ya que existen límites a los impulsos ajenos que pueden interferir en la medida del conocimiento.
Ejemplo
El objeto sería el plátano observado por el niño. Este se muestra inalterable en todo momento, ya que no ganará o perderá propiedades o condiciones por el contexto. Es el niño, como sujeto, el que sufre algún tipo de modificación al observar y analizar al plátano.
– Operación cognoscitiva
En la operación cognoscitiva es donde surge el pensamiento acerca del objeto. Es un proceso psicofisiológico necesario para que el sujeto que se encuentra con un objeto, tenga algún pensamiento sobre él.
La operación cognoscitiva solo dura un instante, sin embargo, es necesaria para que se pueda establecer un pensamiento sobre el objeto observado. La operación cognoscitiva es una operación mental que resulta en un pensamiento.
Pese a que la operación cognoscitiva es extremadamente breve, el pensamiento resultante perdura en el conocimiento del sujeto durante algún tiempo.
Para poder entender esta relación, podemos poner un ejemplo como puede ser la realización de una fotografía.
En este caso, la operación cognoscitiva sería la acción de apretar el botón para captar un objeto, que solo dura un instante. La fotografía obtenida por esa acción, dura mucho más tiempo, como sucede con el pensamiento.
Ejemplo
Esta parte sería la representación del plátano (objeto) en la mente del niño (sujeto). Esto se debe al aprendizaje del niño, gracias a sus facultades cognoscitivas, acerca de las características del plátano.
– Pensamiento
El pensamiento es un contenido intramental referido a un objeto. Podemos referirnos al pensamiento como una huella interna cada vez que se conozca un objeto. Esa huella en la memoria proporciona una serie de pensamientos que se evocan cada vez que se vislumbra el objeto. Es una expresión mental del objeto conocido.
El objeto, por otro lado, es extramental, existe fuera de la mente del sujeto independientemente de como lo haya percibido. Pero también existen objetos intramentales que se producen cuando intentamos enfocar la atención a conocimientos que hemos adquirido previamente.
El pensamiento difiere del objeto, ya que es la representación del sujeto del objeto que está percibiendo. No funciona como una fotografía que captura al objeto, sino que es una construcción mental representando al objeto.
Existen estudios neurofisiológicos que concluyen que entre el pensamiento del objeto representado y el objeto en sí, existe una diferencia radical.
También hay que distinguir entre el pensamiento idealista y el pensamiento realista. En un pensamiento idealista el objeto de nuestro conocimiento es inmanente, en contraposición al pensamiento realista donde se sostiene en que capta el objeto de una forma extramental.
Sin embargo, el pensamiento realista se produce una vez que el sujeto retrotrae su atención y reflexiona acerca de los pensamientos que ha obtenido previamente, provocando nuevos pensamientos diferentes al objeto observado. Esto es lo que llamamos pensar.
Existe un caso excepcional de conocimiento sobre uno mismo, el sujeto se capta a sí mismo no como un objeto sino como un sujeto.
Ejemplo
Una vez que ha habido contacto entre el sujeto (niño) y el objeto (plátano), el primero elabora una serie de pensamientos que se quedarán grabados en la mente, generándose una construcción mental. Esta construcción mental variará de un sujeto a otro, ya que el mismo objeto puede ser percibido de maneras distintas.
Por ejemplo, mientras el sujeto-niño podrá tener un pensamiento positivo del plátano porque le guste su alegre color amarillo, un sujeto-niña podrá generarle un pensamiento negativo por recordarle el plátano a un personaje de dibujos animados que le cause miedo.
Integración de los cuatro elementos del conocimiento
Gutiérrez (2000) define el conocimiento mediante la relación de los cuatro elementos como el fenómeno donde una persona o sujeto capta un objeto y produce de manera interna una serie de pensamientos sobre dicho objeto. Es decir, las ideas mentales que el sujeto genera a partir de ese objeto.
El acto de conocer requiere la asimilación del objeto por parte del sujeto. Esto provoca una ampliación del horizonte cognoscitivo y obtiene las cualidades y características del objeto. Aquí es donde el sujeto empieza a adquirir una existencia en la interioridad de la persona que conoce.
Cuando el sujeto asimila el objeto, este ayuda a crecer al sujeto; esta es la esencia del conocimiento. Conocer es ser más, no tener más.
Hay que diferenciar el conocer del pensar. Conocer es obtener la serie de pensamientos de un objeto. Pensar es barajar esos pensamientos y, a medida que se obtienen, combinarlos. En el caso de los científicos, incluso se pueden llegar a inferir otros nuevos pensamientos.
Por lo tanto, la distinción final entre conocer, pensar y saber resulta en la forma siguiente. Conocer es lo trascendente.
Pensar es la combinación de las ideas que se conocen. Y saber es el conjunto de pensamientos que dispone el sujeto.
Referencias
- FULLER, Steve; COLLIER, James H.Philosophy, rhetoric, and the end of knowledge. Lawrence Erlbaum Associates, 2004.
- HABERMAS, Jürgen. Knowledge and human interests.
- DAVIDSON, Donald. A coherence theory of truth and knowledge.
- HESSEN, Johannes; ROMERO, Francisco.Teoría del conocimiento. Espasa-Calpe, 1970.
- GADAMER, Hans-Georg; ARGULLOL, Rafael.La actualidad de lo bello. Barcelona: Paidós, 1998.
- HOROWITZ, Irving Louis.Historia y elementos de la sociología del conocimiento. 1974.
- MATURANA, Humberto R., et al.El árbol del conocimiento: las bases biológicas del conocimiento humano. Madrid: Debate, 1990.