Derecho

Títulos y operaciones de crédito: características, ejemplos


Los títulos y operaciones de crédito son instrumentos, sustentados en un papel y debidamente firmados, que conllevan y registran la acción de un derecho privado. Por tanto, únicamente quien dispone de ese documento en particular puede ejecutar el derecho en cuestión.

Cada título de crédito está conformado por el soporte que lo registra y por un valor específico: ambos elementos son inseparables. Cuando se comunica el derecho, el documento se transfiere y viceversa. De todas maneras, el alcance de los títulos de crédito va a depender de la reglamentación de cada país en particular.

Por tanto, estos documentos son indispensables, ya que sin el título de crédito no se puede reclamar el derecho que sujetan, porque son los que le confieren a su legítimo poseedor o titular, una legitimación activa. Pueden ser al portador, nominativos o a la orden.

Las operaciones de crédito que reglamenta la ley son actos de comercio. Los títulos de crédito son entidades mercantiles. Su expedición, emisión, aceptación o aval, y las otras operaciones que se consignen en ellos, son actos de comercio.

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Antecedentes históricos

Los títulos y operaciones de crédito corresponden a un invento hecho en la Edad Media y el Renacimiento por los comerciantes italianos, ya que fueron utilizados como documentos de valor en esa época, los cuales representaban dinero y estaban protegidos por firmas personales de quienes los utilizaban.

Fueron de mucha utilidad para transferir grandes montos de dinero por toda Europa, sin tener la necesidad de llevar monedas metálicas de plata u oro.

Como se podría esperar, cada título de crédito ha surgido en un diferente momento de la historia comercial. Por tal motivo, han sido estudiados y regulados teniendo en cuenta las particularidades de cada etapa.

Sin embargo, los jurisconsultos han venido haciendo grandes esfuerzos para buscar unificar la teoría desde comienzos del siglo XX, y es de esta manera que todos estos documentos han ingresado en esta misma categoría de títulos de crédito.

Características

Incorporación

Estos tipos de documentos incorporan un derecho, por lo cual ambos se encuentran íntimamente atados y para ejecutarlo solo se necesita que el primero se muestre.

Es decir, si el título de crédito no se exhibe ante una persona, tampoco se permitirá ejercitar el derecho que incorpora. De igual manera, el simple hecho de tener uno indica que se posee el otro.

Legitimación

Esta característica es una consecuencia del anterior elemento. Para poder ejercer el derecho que se encuentra incorporado en el título de crédito, el titular del mismo debe legitimarlo después de mostrarlo

Esto puede suceder de una manera activa, al exigir el deber del pago, o pasiva, donde el deudor cumple con su obligación cuando procede el primero a mostrar el correspondiente documento.

Autonomía

Todo titular del documento obtiene un derecho que se restaura, que no proviene del derecho que tuvo el anterior ni de sus relaciones o restricciones entre su emisor y él.

Cuando un título de crédito lo recibe alguien, automáticamente se convierte en el primer dueño. De la misma manera, cada signatario tiene una obligación diferente, independiente y autónoma de la que haya podido tener el suscriptor.

El documento es autónomo del crédito original que sirvió como base para su concesión. Cada titular sucesivo va obteniendo el derecho en forma distinta y propia en relación a quien se lo transfirió.

Literalidad

Corresponde al hecho que el derecho que está incorporado en el título de crédito se regula por medio de la palabra, por lo que haya escrito en el mismo quien lo emite. Por tanto, el reclamo queda circunscrito a lo estrictamente señalado en el título.

Por ejemplo, Si indica que se debe pagar en una moneda determinada, entonces la forma de pago será esa, y no otra.

Esto no quiere decir que no existan limitaciones, porque la legislación puede anular ciertos documentos, al igual que otros documentos también pueden contradecirlos.

Circulación

Muchos autores no admiten esta característica, ya que hace mención al destino de todo título de crédito, que es transitar, ser transferido de una a otra persona. Esto genera una calificación que reconoce los títulos a la orden y nominativos.

Importancia de los títulos de crédito

El comercio es una actividad donde existe una intermediación entre consumidores y productores, en la cual el crédito envuelve en las operaciones mercantiles la mayor importancia.

En el mundo actual, los títulos de crédito son imprescindibles para permitir el acceso al crédito y facilitar la circulación de productos, asegurando a quien lo concede la garantía de poder cobrar.

Si un individuo expide un cheque para pagar un contrato de arrendamiento, la emisión del cheque se hace por la presencia de una relación contractual, el contrato de alquiler.

Sin embargo, con la emisión del cheque surge entre su acreedor y él una nueva relación, autónoma del contrato que sirvió de motivo.

La diferencia entre un contrato y un título de crédito es que el primero tiene carácter demostrativo del convenio establecido entre ambas partes, haciendo surgir el compromiso.

Por otro lado, los títulos de crédito no comprueban ningún pacto previo entre las partes, sino que son constitutivos. Tener un título de crédito implica que puede cobrarse sin tener que demostrar nada.

Sirven para acelerar la actividad comercial, porque pueden ser fácilmente traspasados de un titular a otro, valiendo para pagar compromisos y dar seguridad de un rápido cobro.

Ejemplos

Las letras de cambio y los pagarés son ejemplos de títulos de crédito calificados como representativos, porque su regulación se encuentra precisada en la legislación. En cambio, otros títulos de crédito se dice que son atípicos, ya que no poseen una regulación definida en las leyes.

Otra calificación que se utiliza para las letras de cambio y los pagarés se encuentra emparentada a la singularidad. Se expresa que los títulos de crédito son singulares cuando en cada acto se crean de a uno.

El caso opuesto resultan ser las acciones de una sociedad anónima, las cuales son títulos de créditos seriales, porque su creación se origina en serie; es decir, se crean muchas acciones a la vez.

También los cheques son títulos de crédito. En este caso, de acuerdo a cómo se traspasan, es posible diferenciar entre los siguientes:

– Títulos a la orden, que se expiden específicamente a favor de una persona. No son transferibles.

– Títulos al portador, que no indican los datos del titular y por tanto su efecto queda legitimado por su sola posesión.

– Títulos nominativos, que son directos y de transferencia limitada.

Referencias

  1. Julián Pérez Porto y Ana Gardey (2016). Títulos De Crédito. Definicion.de. Tomado de: definicion.de.
  2. De Conceptos (2019). Concepto de títulos de crédito. Tomado de: deconceptos.com.
  3. Wikipedia (2019). Título de crédito. Tomado de: es.wikipedia.org.
  4. La guía de Derecho (2008). Títulos de crédito. Tomado de: derecho.laguia2000.com.
  5. Dulce Aguilar (2004). Títulos de crédito. Gestiopolis. Tomado de: gestiopolis.com.