¿Qué son las microvellosidades?
Las microvellosidades son prolongaciones o protuberancias microscópicas en forma de dedos que se encuentran en la superficie de algunas células del cuerpo, especialmente si estás se encuentran en un medio líquido.
Estos prolongamientos, cuya forma y dimensiones puede variar (aunque por lo general miden 0,1 μm de diámetro y 1 μm de altura), poseen una porción de citoplasma y un eje constituido por filamentos de actina.
También poseen otras proteínas como: fimbrina, vilina, miosina (Myo1A), calmodulina y espectrina (no eritrocítica). Mientras el núcleo o eje de la microvellosidad tiene actina, el borde del cepillo o extremo de la microvellosidad contiene la miosina.
Una célula epitelial puede tener hasta 1.000 microvellosidades, y una microvellosidad posee entre 30 y 40 filamentos estabilizadores de actina de extremo a extremo, y paralelos al eje longitudinal.
Estos filamentos contribuyen a preservar la estructura de la microvellosidad, y normalmente, experimentan o presentan contracciones rítmicas, gracia a la contractibilidad que permiten las proteínas.
Esto último significa que las microvellosidades tienen actividad motora y se presume que esta actividad incide en la agitación y mezcla dentro del intestino delgado.
La acción de una microvellosidad se desarrolla cuando el agua y los solutos pasan a través de poros en el epitelio superficial de la mucosa en la que se encuentren, en un volumen que depende del tamaño de esos poros que varía según su ubicación.
Los poros en reposo están cerrados mientras que si están absorbiendo se dilatan. Como esos poros son de diferentes tamaños, las tasas de absorción de agua en cada sitio también son diferentes.
Microvellosidades en el cuerpo humano
Es común que se encuentren en el intestino delgado, en la superficie de los óvulos y en los glóbulos blancos.
Algunas microvellosidades se consideran partes especializadas de los órganos sensoriales (la oreja, la lengua y la nariz).
Las microvellosidades en las células epiteliales se clasifican en:
1- Chapa estriada: como lo indica su nombre, son estriadas en el borde. Se encuentran en el epitelio del intestino delgado y de la vesícula biliar.
2- Orla en cepillo: presente en el epitelio que cubre los túbulos renales, tiene un aspecto irregular aunque su composición es similar a la chapa estriada.
3- Estereocilios: parece un ramillete de microvellosidades largas con un eje de actina y con la base ancha mientras que son finas en sus extremos.
Función de las microvellosidades
Los diferentes tipos de microvellosidades tienen una característica común: permiten ampliar la superficie de las células y ofrecen poca resistencia a la difusión, por lo que resultan ideales para el intercambio de sustancias.
Esto significa que al aumentar la superficie de la célula (hasta 600 veces su tamaño original), aumenta su superficie de absorción o secreción (intercambio), con su entorno inmediato.
Por ejemplo, en el intestino ayudan a absorber más nutrientes y aumentan la cantidad y la calidad de enzimas que procesan los carbohidratos; en los óvulos, ayudan en la fertilización porque facilitan la fijación del esperma al testículo; y en los glóbulos blancos, también funciona como punto de anclaje.
Son las microvellosidades las encargadas de segregar disacaridasa y peptidasa, que son las enzimas que hidrolizan disacáridos y dipéptidos.
En las microvellosidades del intestino delgado se encuentran los receptores moleculares de algunas sustancias específicas lo que podría explicar que en ciertas zonas se absorban mejor determinadas sustancias; la vitamina B12 en el íleon terminal o hierro y calcio en el duodeno y el yeyuno superior.
Por otra parte, intervienen en el proceso de percepción de los sabores. Las células receptoras del gusto de los alimentos, se producen en la lengua en grupos y forman una yema del gusto que, a su vez, forma las papilas gustativas que se incrustan en el epitelio de la lengua y hacen contacto con el exterior mediante un poro de sabor.
Esas mismas células receptoras se conectan con células sensoriales en sus extremos internos para enviar información al cerebro a través de tres nervios: el facial, el glosofaríngeo y el nervio vago, “informando” así el sabor de las cosas o alimentos con los que se tiene contacto.
Estas percepciones varían entre las personas porque el número de papilas gustativas también es variable y las células receptoras reaccionan de modos diferentes a cada estímulo químico, lo que significa que los diferentes sabores, se perciben distintos dentro de cada yema gustativa y en cada parte de la lengua.
Enfermedad de inclusión microvellosa
La enfermedad de inclusión microvellosa es una patología que se encuentra en el grupo de las llamadas enfermedades huérfanas o raras que consiste en una alteración congénita de las células epiteliales del intestino.
También se le conoce como atrofia de microvellosidades y se manifiesta durante los primeros días o dos meses de vida como una diarrea persistente que produce descompensación metabólica y deshidratación.
Actualmente no se manejan datos de prevalencia pero se sabe que se transmite genéticamente por un gen recesivo.
Esta enfermedad no tiene cura en la actualidad y el niño que la padece y sobrevive, queda sufriendo de insuficiencia intestinal y dependiendo de alimentación parenteral con la consecuente afectación del hígado.
En casos de inclusión microvellosa, se recomienda el traslado a un centro pediátrico especializado en patologías gastrointestinales para que se le practique un trasplante de intestino delgado para garantizar una mejor calidad de vida para el niño.
Existen otras patologías en las que se involucran las microvellosidades como la permeabilidad intestinal alterada por alergias alimentarias o el síndrome del intestino irritable, pero son más comunes y para ellas se han desarrollado fármacos y tratamientos que permiten un rápido alivio de los síntomas a quien lo padece.
Referencias
- Medicina (s/f). Membrana Plasmática. Especializaciones de la Superficie Celular. Recuperado de: medic.ula.ve.
- Orpha (s/f). Enfermedad de inclusión microvellosa. Recuperado de: www.orpha.net
- Laguna, Alfredo (2015). Microvellosidades en Anatomía aplicada. Recuperado de: aalagunas.blogspot.com.
- Chapman, Reginal y otros (s/f). Taste bud. Recepción sensorial humana: sentido del gusto (gustativo. Recuperado de: britannica.com.
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