Suicidio: causas, características y prevención
El suicidio y las personas suicidas son un fenómeno universal y multicausal que ha estado presente a lo largo de toda la historia, aunque actualmente va en aumento, debido a la aparición de problemáticas propias de la sociedad.
Existen diferentes terminologías relacionadas con el suicidio y es importante diferenciar entre comportamiento, pensamiento e intento de suicidio. ¿Qué características tienen las personas suicidas? ¿Qué se entiende por comportamiento suicida?
Índice del artículo
- 1 Definición
- 2 Los instintos de vida y muerte
- 3 Causas en la adolescencia
- 4 Factores de riesgo
- 5 Características de las personas suicidas
- 6 Factores protectores
- 7 Prevención del suicidio
- 8 Bibliografía
Definición
Suicidio
El suicidio ha sido definido como la preocupación o acción orientada a causar la propia muerte de manera voluntaria. En él existen múltiples factores que intervienen, tales como el nivel socioeconómico, variables de personalidad, padecer una enfermedad mental, entorno familiar, relaciones sexuales, nivel de estudios alcanzado…
Pensamiento suicida
Los pensamientos suicidas son ideas de cometer un suicidio o al deseo de quitarse la vida, cogniciones que van desde pensamientos fugaces sobre el no querer vivir, pasando por fantasías autodescriptivas.
Intento suicida
Un intento suicida es una acción orientada a provocar la propia muerte, y que no culmina en dicho objetivo, comprendiendo conductas variadas que incluyen desde gestos e intentos manipuladores hasta intentos fallidos de terminar con la propia vida.
Los instintos de vida y muerte
Como ya dijo Freud en su día, en el ser humano actúan dos instintos básicos que actúan, y en general en toda forma de vida; el eros y el thánatos; el instinto de vida y el instinto de muerte.
- El instinto de vida es la tendencia a la conservación de la vida, a la unión y a la integridad, a mantener unido todo lo animado.
- El instinto a la muerte son las pulsiones de muerte que tienden hacia la autodestrucción, con el fin de hacer que el organismo vuelva a un estado inanimado, a la desintegración o hacia la muerte.
Ambos instintos comienzan a operar o están presentes desde que cada individuo nace. Entre ellos hay una permanente lucha que crea tensión, tanto en el individuo en particular, como posiblemente también en la sociedad humana.
Causas en la adolescencia
La juventud es una etapa turbulenta, de continuos cambios tanto a nivel físico como psicológico y social, y de preparación del sujeto para la adultez. Eso supone que el adolescente debe asumir responsabilidades mayores, que se plantee objetivos y metas, y que vaya dejando atrás otras etapas de su vida donde se refugiaba bajo las alas de sus padres.
A lo largo de esta etapa el sujeto experimentará una serie de vivencias, como por ejemplo el divorcio de los padres, mudarse a una nueva ciudad, cambiar de amistades, dificultades en la escuela u otras pérdidas…
Estás lo ubicarán en condiciones de vulnerabilidad debido a la experiencia de un estrés intenso, la confusión, el miedo y la incertidumbre, y sentirá que no es capaz de manejar lo que le ocurre.
Por tanto, podrá recurrir a estrategias desadaptativas, como por ejemplo el uso de sustancias psicoactivas, el manejo de relaciones inadecuadas, la violencia, el acoso escolar, el maltrato y el suicidio, entre otros.
Factores de riesgo
La detección temprana de los factores de riesgo puede ayudar a la prevención del suicidio, por eso es bueno tener en cuenta los factores implicados.
Cultura y sociodemografía
El bajo estatus socioeconómico, bajo nivel educativo y el desempleo en la familia suponen un riesgo, pues limitan la participación social.
Factores familiares
El papel inadecuado de la familia, por ejemplo cuando existen relaciones disfuncionales entre sus componentes, la ausencia de calidez familiar, la falta de comunicación intrafamiliar, y la formación de triángulos conflictivos (madre e hijo contra padre, padres contra hijos…), pueden convertirse en algo nocivo, generando un clima de inconfortabilidad que puede dar lugar al uso de comportamientos desadaptativos.
Un ambiente hostil, incomprensivo, un abuso de sustancias por los padres, antecedentes familiares de suicidio, violencia familiar, divorcio, desempleo familiar y enfermedades terminales e infecciosas, también influyen.
Características de las personas suicidas
Presencia de trastornos mentales
Las personas suicidas pueden tener trastornos depresivos, de ansiedad, psicóticos, alimentarios, de personalidad o así como abuso de sustancias.
Impulsividad
Además suelen ser personas impulsivas, inestables emocionalmente, irritables, con conductas antisociales, baja tolerancia a la frustración y malas relaciones con sus padres,
Factores biológicos
Haciendo referencia a los factores biológicos, investigaciones han encontrado que existen bajos niveles de serotonina, así como una actividad disminuída en la corteza ventral prefrontal, encargada de la inhibición de comportamientos.
Factores protectores
En cuanto a los factores protectores, destacan las buenas relaciones familiares y el apoyo social.
En cuanto a factores personales, son protectores las habilidades sociales, tener buena autoestima, tener capacidad de buscar ayuda cuando existen dificultades, ser receptivo hacia las experiencias y soluciones de otros, y evitar el consumo de sustancias adictivas.
Dentro de la cultura y sociodemografía encontramos que las redes afectivas y de integración social, las buenas relaciones existentes con sus compañeros, con sus profesores y otros adultos, apoyo de personas relevantes y tener un sentido de vida.
En cuando a factores ambientales, una buena dieta, descanso, luz solar, ejercicio físico y ambiente sin drogas ni tabaco.
Prevención del suicidio
Una vez analizadas todas las variables que están ligadas al suicidio, los factores protectores y de riesgo, y viendo que se trata de un problema de salud pública, trágico, y que está aumentando a pasos agigantados, estaría bien plantearse una labor de prevención.
La intervención temprana de los trastornos mentales y de abuso de sustancias ilegales y legales es una de las formas más eficaces de prevenir el suicidio y el comportamiento suicida. Así como el control de los efectos del estrés y los comportamientos agresivos.
Se ha visto que la delimitación de poblaciones con características específicas, la utilización de estrategias psicoeducativas respecto a factores de riesgo y protección, la utilización de estrategias combinadas, y la intervención en diferentes niveles de prevención, son las acciones que mejor se relacionan con el éxito en los programas de prevención.
El Centro Nacional para la Prevención y Control de Lesiones se encuentra trabajando para aumentar la conciencia del suicidio como un problema serio de la salud pública en el que merece la pena invertir ingresos económicos.
Bibliografía
- Arias López, H.A. (2013) Factores de éxito en programas de prevención del suicidio. Revista vanguardia psicológica. Vol. 3, nº 2.
- Belloch, A., Sandín, B. y Ramos, F. (2008). Manual de psicopatología. Edición Revisada (Vols. I y II). Madrid: McGraw-Hill.
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- Vianchá Pinzón, M.A., Bahamón Muñetón, M.J. y Alarcón Alarcón, L.L. Variables psicosociales asociadas al intento suicida, ideación suicida y suicidio en jóvenes. Tesis psicológicas. Vol 8, nº1.