75 frases de Heráclito sobre la naturaleza, filosofía, vida, y más
Heráclito de Éfeso (540 a.C.-480 a.C.) fue un filósofo griego presocrático que nació en Éfeso, en la costa occidental de Asia Menor, lo que es hoy Turquía. Casi no se conservan registros de su vida, y todo lo que conocemos ha sido a través de Diógenes Laercio, un historiador griego de la filosofía clásica.
Su familia era aristócrata, pero él se convirtió en un filósofo ermitaño y autodidacta. Su obra es aforística y no se conservan sino fragmentos. Creía firmemente en que el cambio era algo inherente a la vida. Hoy se le considera como uno de los fundadores de la dialéctica.
Hemos hecho una selección de las mejores frases de Heráclito, conocido también como el Oscuro de Éfeso, quien proponía el cambio constante y la transformación de todo.
Las mejores frases de Heráclito
-No hay nada permanente, excepto el cambio.
-El Sol es nuevo cada día.
-Ningún hombre puede pisar dos veces el mismo río, pues nunca es el mismo río y nunca es el mismo hombre.
-La sabiduría es hablar con la verdad y actuar en pos de ella.
-El carácter de un hombre es su destino.
-Somos más nosotros mismos cuando asumimos la seriedad con la que el niño juega.
-Si no esperas lo inesperado nunca lo encontrarás.
-Los hombres que desean saber del mundo deben aprender de él en detalle.
-Los grandes resultados requieren grandes ambiciones.
-Nada resiste excepto el cambio.
-Mucho aprendizaje no enseña el entendimiento.
-El tiempo es un juego jugado muy bien por los niños.
-Ojos y oídos son malos testigos para las personas si tienen almas incultas.
-¿Cómo te puedes ocultar de lo que nunca desaparece?
-Nuestra envidia siempre dura más que la felicidad de aquellos a los que envidiamos.
-La abundancia de conocimiento no enseña a los hombres a ser sabios.
-El pensamiento es una enfermedad sagrada y la vista es engañosa.
-Ha de luchar el pueblo por su ley, igual que por su muralla.
-El buen carácter no se forma en una semana o un mes. Se crea poco a poco, día a día. Se requiere un esfuerzo paciente para desarrollar un buen carácter.
-Todos tienen la posibilidad de ser sabios, pero sus contemporáneos viven como adormecidos.
-Dios es día y noche, invierno y verano, guerra y paz, saciedad y hambre.
-Los hombres despiertos no tienen más que un mundo, pero los hombres dormidos tienen cada uno su mundo.
-Los perros ladran a lo que no entienden.
-Todas las leyes humanas se alimentan de la ley divina.
-No está bien ocultar la propia ignorancia, sino descubrirla y ponerle remedio.
-La vida tiene el nombre de vida, pero en realidad es muerte.
-Los que buscan oro excavan mucha tierra y encuentran poco.
-Hay que seguir lo que es común, pero si bien el logos es común, la mayor parte de los hombres viven como si tuviesen una sabiduría privada.
-Los que duermen son obreros y artesanos de lo que ocurre en el cosmos.
-Es necesario saber que la guerra es común y la justicia discordia, y que todo sucede según discordia y necesidad.
-Los que aman la sabiduría deben investigar muchas cosas.
-El parecer de uno, enfermedad sagrada.
-No vayamos conjeturando azarosamente sobre los temas más importantes.
-A todo hombre le es concedido conocerse a sí mismo y meditar sabiamente.
-Es necesario que los filósofos se informen de muchísimas cosas.
-Los hombres intentan purificarse manchándose de sangre. Es como si, después de haberse manchado con barro, quisieran limpiarse con barro.
-Son distintas las aguas que cubren a los que entran al mismo río.
-No encontrarás los confines del alma ni aun recorriendo todos los caminos; tal es su profundidad.
-Lo contrapuesto concuerda, y de los discordantes se forma la más bella armonía, y todo se engendra por la discordia.
-La enfermedad hace buena y agradable la salud, el hambre a la saciedad, el trabajo al reposo.
-Este cosmos, que es el mismo para todos, no ha sido hecho por ninguno de los dioses ni de los hombres, sino que siempre fue, es y será un fuego eterno y vivo que se enciende y se apaga obedeciendo a medida.
-Es prudente escuchar al Logos, no a mí, y reconocer que todas las cosas son uno.
-Lo sabio es la meta del alma humana y, a medida que se avanza en sus conocimientos, va alejando a su vez el horizonte de lo desconocido.
-No hagas reír hasta el punto de dar motivo a la risa.
-Porque sin fuerzas de colisión no hay movimientos y no hay realidad.
-Los médicos cortan, queman, torturan. Y haciendo a los enfermos un bien, que más parece mal, exigen una recompensa que casi no merecen.
-El modo de ser humano no comporta capacidad de juicio; el divino sí la comporta.
-La guerra es el padre y el rey de todas las cosas.
-Incluso un alma sumergida en un profundo sueño trabaja duro y ayuda para hacer algo en el mundo.
-De cada cien hombres, diez ni siquiera deberían estar allí, ocho son solo carne de cañón, nueve son los verdaderos luchadores y somos afortunados de tenerlos, pues ellos darán batalla; ah, pero uno, uno es un guerrero; y él traerá de vuelta a los demás.
-Es difícil contener el deseo del corazón, ya que cualquiera que sea el precio, lo paga con pedazos del alma.
-Hacer lo mismo una y otra y otra vez no es solo aburrimiento, es ser controlado por lo que haces en lugar de controlar lo que haces.
-¿Cómo puedes esconderte de aquello que nunca se marcha?
-En el cambio encontramos el propósito.
-Permítete a ti mismo pensar únicamente esos pensamientos que se atañen a tus principios y traen consigo la luz del día.
-De las diferencias nacen las más hermosas armonías.
-Todas las cosas fluyen, y ese flujo está sujeto a una corriente unificadora o principio racional.
-Logos, la armonía oculta detrás de todos los cambios.
-El contenido de tu carácter es tu elección.
-Día tras día, lo que eliges, lo que piensas y lo que haces, es en lo que te conviertes.
-Sin injusticia, la palabra justicia significaría ¿qué?
-¿Qué son los hombres? Dioses mortales.
-El camino hacia arriba y el camino hacia abajo, son el mismo.
-Tener todo lo que quieres no es bueno. Las enfermedades hacen que la salud sepa mejor.
-En el círculo se confunden el principio y el fin.
-Todo cambia, nada permanece.
-La salud humana es un reflejo de la salud de la Tierra.
-Es más difícil luchar contra el placer que contra la ira.
-Es mejor ocultar la ignorancia que exponerla.