Lengua y literatura

San Juan de la Cruz: quién fue, biografía y obras


¿Quién fue san Juan de la Cruz?

San Juan de la Cruz (1542-1591) fue un poeta y religioso español, considerado como el máximo exponente de la poesía mística, y uno de los principales representantes de la poesía en lengua castellana de todos los tiempos. 

Cursó estudios básicos que le permitieron aprender a leer y escribir, y desarrollar sus estudios humanísticos. 

Fue canonizado en 1726 y es el santo patrono de los poetas de lengua castellana. Su obra es breve, profundamente religiosa y contemplativa.

Biografía de san Juan de la Cruz

San Juan de la Cruz nació con el nombre secular de Juan de Yépez Álvarez, en 1542, en Fontiveros, Ávila, España.

Sus padres, Gonzalo de Yépez y Catalina Álvarez, judeoconversos, fueron humildes tejedores. Juan fue el último de tres hermanos.

Infancia difícil

Durante la década del 40, Castilla fue asolada por una crisis agraria y una hambruna muy fuerte. A los 4 años, Juan quedó huérfano de padre y también falleció el segundo de sus hermanos, tal vez debido a la precaria alimentación. 

La madre recurrió entonces a familiares en Toledo, quienes no ayudaron. La pobreza cada vez mayor motivó a la mujer a mudarse a Oviedo en 1457 y, posteriormente, a Medina del Campo, en 1551. Juan tenía 9 años.

La mala alimentación y las condiciones de miseria en la que vivieron influyeron notoriamente en su desarrollo físico (se dice que era muy delgado y de baja estatura).

Tanto le afectó la alimentación que santa Teresa de Jesús, a quien conoció mucho más tarde, lo llamó “mi medio fraile”.

Cambios de fortuna y “pobreza de solemnidad”

Tras llegar a Medina del Campo, Francisco, el hermano mayor de Juan, contrajo nupcias con Ana Izquierdo. Esta unión hizo posible que la familia se estableciera allí finalmente.

A Juan de Yépez se le crió como pobre de solemnidad en el colegio de Niños de la Doctrina. A manera de pago por esta formación, san Juan debió prestar servicios como auxiliar en el convento, la misa y los oficios, así como también en los entierros, además de pedir limosna.

La formación que recibió en el colegio de Niños de la Doctrina, aunque escasa, fue la suficiente como para impulsarle a seguir sus estudios en el recién creado colegio de los jesuitas. 

Estudios

En este nuevo colegio recibió la educación humanista fundamental para su posterior obra. Estudió latín y tradujo a los antiguos, como Virgilio, Cicerón, Julio César, Marcial y Ovidio. Todo ello permitió que ahondara en el humanismo cristiano.

Aparte de sus estudios, prestó también servicios como ayudante en el Hospital de Nuestra Señora de la Concepción de Medina del Campo, conocido popularmente como el “Hospital de las Bubas”, especializado en el tratamiento de enfermedades venéreas.

En 1563, a los 21 años, se internó en el convento de los carmelitas de Medina, bajo el nombre de fray Juan de San Matías.

La vocación del joven fraile estuvo volcada totalmente a la contemplación y a la vida de ermitaño. Ese mismo año y el siguiente, fray Juan completó el noviciado en el convento de Santa Ana.

Tras haberse hecho fraile, Juan decidió irse al colegio de San Andrés de los Cármenes, en Salamanca, para estudiar cursos preceptivos en artes, que le tomaron 3 años (1564-1567). Al ser tan destacado en la dialéctica, fue nombrado prefecto del colegio.

Santa Teresa de Jesús en la vida de san Juan

En 1567, Juan regresó a Medina del Campo para ordenarse como presbítero y oficiar su primera misa, en presencia de sus familiares y amigos.

Esa misa que ofreció en Medina del Campo fue trascendental para él, porque fue allí donde conoció a Teresa de Cepeda y Ahumada.

Teresa, quien posteriormente sería santa Teresa de Jesús, realizaba por ese entonces una reforma en la orden de los carmelitas, y justamente se radicó en Medina del Campo para fundar una nueva sede de los carmelitas descalzos.

Teresa le convenció para que se uniera a la reforma carmelita, lo que no fue difícil, puesto que él estaba insatisfecho con su experiencia contemplativa, y espiritualmente buscaba algo nuevo. Su adhesión a la reforma teresiana no fue bien recibida por los carmelitas calzados.

Así, Juan volvió a Salamanca a realizar estudios de teología durante 1567 y 1568, curso que nunca terminó.

Entonces, decidió partir junto a Teresa y la acompañó en la fundación de un convento femenino en Valladolid. A finales de 1568 él mismo fundó el primer convento de hombres de la orden de los carmelos descalzos.

San Juan de la Cruz, nuevas actividades

Fue en el convento fundado por él en 1568, donde se cambió el nombre al de Juan de la Cruz. Allí permaneció por 2 años. Luego, en 1570, se trasladó con la fundación a Mancera, donde se convirtió en subprior y maestro de novicios.

Allí profundizó sus lecturas filosóficas y místicas, cosa que le permitió madurar su pensamiento y su poética.

Seguidamente partió hacia Pastrana a continuar como maestro de novicios, y luego se dirigió hacia Alcalá de Henares para ser rector del recién inaugurado colegio-convento de carmelitas descalzas de San Cirilo.

En 1572 fue a Ávila, por invitación de Teresa, al convento de la Encarnación, para ser vicario y confesor de monjas.

Por ese tiempo, las reformas de las órdenes en España estuvieron enfrentadas, por un lado, por la Corona española –que apoyaba la reforma carmelita– y por el otro, por el Papado –que apoyaba a los carmelitas calzados–. 

Esto trajo un conflicto de intereses y doctrinales que afectó a la orden teresiana de las carmelitas descalzas. Este conflicto lo notó Juan de la Cruz en su estadía en Salamanca y muy probablemente en Medina también.

Los carmelitas calzados eran más pragmáticos y los carmelitas descalzos, más fieles a la tradición original.

Encarcelamiento y creación

En ese contexto de lucha de poderes, el futuro santo resultó apresado dos veces. La primera ocasión fue breve, en 1575, por la orden de los carmelitas calzados. Sin embargo, se le liberó prontamente por la intervención del nuncio Ormaneto.

La segunda ocasión también fue por la misma orden, quienes le sometieron a juicio y le exigieron que se arrepintiera de haber adoptado los postulados de la reforma teresiana.

Tras negarse, le condenaron a ocho meses de prisión en una celda oscura y mínima, en casi total abandono.

Durante esta terrible prisión escribió (o memorizó, pues no tuvo acceso a papel) el inmenso poema Cántico espiritual, de 31 estrofas. También compuso varios romances y su poema La fonte.

Sin embargo, a pesar de su fuerza, ninguna de ellas igualó la potencia expresiva de la que es considerada su principal obra, La noche oscura.

Esta excelsa pieza poética es una metáfora de la desolación, del momento cumbre de una persona frente a su humanidad y su orfandad. 

Escape

San Juan ideó su fuga, ayudado por un carcelero que se apiadó de su situación. Ocurrió entre el 16 y el 18 de mayo de 1578, por la noche. Tras evadirse, llegó al convento de las madres carmelitas descalzas, en Toledo.

Sin embargo, las monjas, preocupadas por su deteriorado estado, lo enviaron al Hospital de Santa Cruz, donde estuvo casi dos meses.

Salud y nuevos nombramientos 

Tras fugarse del hospital, san Juan se dirigió a Andalucía, donde se recuperó totalmente. Tras esto vinieron años en los que Juan tuvo nuevos cargos.

Se dirigió, ya recuperado, al convento del Calvario, en Jaén, atravesando Almodóvar del Campo, donde fue vicario del convento.

Entabló amistad con Ana de Jesús, en la fundación de Beas, a quien ya había conocido en 1570 en Mancera. Allí compuso sus primeros escritos breves.

En 1579 fundó un colegio para carmelitas en Baeza, del que fue rector. En 1581 se reconoció la reforma teresiana y fue nombrado, en Alcalá de Henares, tercer consejero de la orden.

Posteriormente se le encomendó el priorato de los Mártires de Granada, en Baeza.

Otros viajes

En 1582 viajó a Granada y conoció a doña Ana de Mercado y Peñalosa, quien ayudó a la orden de las carmelitas descalzas en otros tiempos. A ella le dedicó Llama de amor viva.

Ese mismo año se hizo cargo del priorato de los Mártires, hasta 1588. También fue confirmado vicario de Andalucía y superior de Granada. Realizó numerosos viajes a Andalucía y Portugal, por motivos del cargo. 

En esos años completó su Declaraciones de las canciones que tratan del exercicio de amor entre el Alma y el Esposo Christo, así como varios tratados en prosa.

Últimos años

En 1589 Juan regresó a Castilla como presidente-prior del convento segoviano y renunció a su cargo como superior de Granada. Durante esos años volvió a encenderse la polémica doctrinal entre los descalzos y los calzados.

Como consecuencia, en 1591, Juan fue cesado de todos sus cargos y reintegrado como mero súbdito en Segovia.

Se le ofreció exiliarse a Nueva España en calidad de misionero, pese a que tal misión no se compaginaba en lo absoluto con su talante.

En Andalucía cayó enfermo con una fiebre que lo recluyó en Úbeda. Falleció la madrugada del 14 de diciembre a los 49 años, en 1591.

Obras

La obra de san Juan de la Cruz tiene 3 influencias claras: los cancioneros y refranes populares de España, la poesía culta italianizante y la Biblia (el “Cantar de los cantares”, específicamente). Es profundamente original.

Poesía mayor

– Noche oscura.

– Cántico espiritual.

– Llama de amor viva.

Poesía menor

– Entréme donde no supe.

– Tras de un amoroso lance.

– Un pastorcico solo está penado.

– Que bien sé yo la fonte.

– En el principio moraba.

– In principio erat Verbum.

Glosa al Vivo sin vivir en mí, colección de romances.

Prosa

Corolario explicativo a sus poemas:

– Subida al Monte Carmelo.

– Noche oscura del alma.

– Cántico espiritual.

– Llama de amor viva.

Referencias

  1. San Juan de la Cruz (S. f.). Recuperado de es.wikipedia.org
  2. San Juan de la Cruz (S. f.). Recuperado de cervantesvirtual.com
  3. San Juan de la Cruz (S. f.). Recuperado de monestirs.cat