¿Qué es la historia anticuaria?
La historia anticuaria se define como la selección y recolección de datos y hechos históricos que posteriormente pueden ser conservados mediante la historiografía. Se trata de una característica de la historia, igual a una narración con exigencia científica, rayando en una narración intelectual ejemplar.
Nietzsche era un médico de la cultura que ofrecía una crítica del historicismo (que él llamó el movimiento histórico, la tendencia histórica, o el sentido histórico). Él creía que la gente sufría de una “fiebre histórica maligna”.
Para Nietzsche, había una esfera propia de la historia y este enfoque contenía una especie de equilibrio entre tres tipos de historia que pueden servir a la vida:
- Monumental: estos fueron modelos de grandeza, grandes hombres y grandes acontecimientos.
- Anticuaria: incluye un amor saludable por la tradición.
- Crítica: Los aspectos obsoletos del pasado serían llevados ante la barra del juicio para la condena.
Así, en efecto, una historia anticuaria es aquella que conserva algunos de los modelos o tradiciones para recordarnos nuestro pasado.
Algunos ejemplos de esto se pueden encontrar en los rituales realizados en un servicio religioso o en las tradiciones del Ejército. Es posible que la gente no sepa por qué los está haciendo, pero siguen siendo importantes.
Bases y perspectivas de la historia anticuaria: anticuarios versus historiadores
El anticuario siempre ha estado estrechamente relacionado con la historia, sobre todo porque son ambas disciplinas las que se ocupan principalmente de la disertación sobre lo antiguo.
Los historiadores, sin embargo, generalmente no usan la palabra “anticuario” en un sentido positivo. Si un texto es descrito como “anticuario” la implicación es que su enfoque es estrecho; Que está lleno de detalles; Pero que no ve el “panorama general”.
Comparativa de objetivos
La erudición anticuaria puede ser investigada meticulosamente, pero a menudo hay una suposición de que el tema es recóndito, de escaso provecho para ninguno exceptuado el experto, y que en medio de detalles sin mayor constancia científica, el argumento se pierde.
En cambio, la historia busca investigar, entender y manifestar lo antiguo. Está interesada tanto en las doctrinas como en los artefactos, y medita tanto lo general como lo específico. Es una interpretación del pasado más que un estricto reconocimiento de análisis reales.
Expresión histórica de John Earle sobre la historia anticuaria
Hay una gran leyenda de esta percepción negativa del anticuario con respecto a la historia. De hecho, durante el período de 1700 – 1800 se ridiculizó el perfil de los anticuarios mediante la siguiente expresión:
“Un hombre extrañamente sediento del tiempo pasado, y un enemigo en verdad, de donde saca muchas cosas cuando ahora están todas podridas y apestando. Es aquel que tiene esa enfermedad no natural de estar enamorado de la vejez y las arrugas, y ama todas las cosas (como los holandeses aman el queso) que están mohosas y carcomidas por gusanos.”
Esta imagen del anticuario sugiere una obsesión patológica insalubre con lo antiguo, que valora los objetos indiscriminadamente por su estado y su derroche de decadencia, más que por su sentido o significado.
La crítica de John Earle es cruelmente ingeniosa, pero ofrece poca información acerca de las actividades desempeñadas por anticuarios en la actualidad.
Sociedades anticuarias y sus actividades
Dadas las asociaciones negativas de la palabra “anticuario”, no es sorprendente que pocas personas ahora se definan primariamente como tales.
Hay, sin embargo, una sociedad grande y floreciente de anticuarios que fue instaurada en 1707 y que tiene una membresía vigente que sobrepasa las 2.000 personas.
Del mismo modo, existen cuantiosas sociedades a nivel regional y local que hacen uso del término “anticuario” en su rótulo, como la Cambridge Antiquarian Society, la Halifax Antiquarian Society, la Bradford Historical and Antiquarian Society o la Sociedad Numismática y Anticuaria de Filadelfia.
Los miembros de London Antiquarian Society incluyen a los arqueólogos, analistas del arte, analistas de la arquitectura, historiadores con experticia en cualquier período de la cronología arcaica, archivistas y expertos involucrados en la heredad y el mantenimiento.
Gran parte de los miembros, sin embargo, se ocupan de ciertos aspectos de los residuos materiales de los tiempos pasados, ya sea a través de la arqueología, trabajos artísticos, pergaminos y libros, o estructuras construidas.
Los investigadores arqueológicos rebasan en cantidad a los otros expertos dentro de London Antiquarian Society. Y aunque la reciente exposición que celebraba la historia de la Sociedad de Antigüedades se llamaba “hacer historia”, había un énfasis innegable en la contribución de la Compañía y su membresía al desarrollo de la arqueología como profesión y disciplina.
Por lo tanto, los anticuarios en la actualidad todavía están asociados con un acercamiento orientado a objetos del pasado y con la excavación y preservación de sus restos materiales.
¿Qué ofrece el anticuario a la historia?
Tradicionalmente, la historia anticuaria fue vista como la “sirvienta”, proporcionando las materias primas a partir de las cuales podría construirse una narración auténtica y comprobando los eventos históricos con material corroborativo derivado de la evidencia de, por ejemplo, monedas e inscripciones.
Pero esta comprensión de la naturaleza de la relación entre el anticuario y la historia se articuló en un momento en que la escritura de la historia era básicamente una acción literaria, más que una labor de exploración como lo entenderíamos hoy en día.
Hubo gran esfuerzo por parte del historiador por escribir una narración que fuera elegante en tono y edificante en contenido.
La intención de escribir los sucesos históricos era suministrar una pauta de acción para el presente. Por su parte, el anticuario simplemente se preocupaba por la recuperación del detalle empírico del pasado.
Sin embargo, la monografía de gran densidad de referencia que se basa en investigaciones archivísticas detalladas evade diligentemente la causa implícita en tantas escrituras históricas del pasado.
Tiene más en común con la erudición anticuaria de épocas anteriores que con gran parte de lo que se consideraba verdadera escritura histórica.
Las sociedades anticuarias se enorgullecen de evitar conjeturas, fantasías, distorsiones y exageraciones.
Mientras tanto que los cronistas escriben buscando desenlaces polémicos, para probar una ideología moral, social o política, el anticuario exhibe los eventos meramente como ocurrieron. El anticuario es cuidadosamente imparcial.
Referencias
- John Earle. (1897). Micro-cosmographie, Or, A Piece of the World Discovered in Essays and Characters. Google Books: W. Crofton Hemmons.
- David Starkey, David Gaimster, Bernard Nurse. (1 nov. 2007). Making History: Antiquaries in Britain, 1707-2007. Google Books: Harry N. Abrams.
- Susan M. Pearce, Society of Antiquaries of London. (2007). Visions of Antiquity: The Society of Antiquaries of London, 1707-2007. Google Books: Society of Antiquaries of London.
- Michael Hewson Crawford, C. R. Ligota. (1995). Ancient History and the Antiquarian: Essays in Memory of Arnaldo Momigliano. Google Books: Warburg Institute.
- Sir Richard Colt Hoare. (1975). The Ancient History of Wiltshire, Volumen 2. Google Books: EP Publishing [for] Wiltshire County Library.
- Rosemary Sweet. (28 may. 2004). Antiquaries: The Discovery of the Past in Eighteenth-Century Britain. Google Books: A&C Black.
- Momigliano, A. (1950). Ancient History and the Antiquarian. Journal of the Warburg and Courtauld Institutes, 13(3/4), 285-315. doi:10.2307/750215.