Historia

Restauración de la República Mexicana: antecedentes y proceso


La restauración de la República Mexicana comprende desde el derrocamiento de Maximiliano I —y, por consiguiente, el fin del Segundo Imperio mexicano— hasta la llegada al poder de Porfirio Díaz. La fecha de su inicio suele establecerse en torno al 15 de julio de 1867, y la de su fin en 1876, aunque algunos autores lo atrasan hasta 1883.

El atraso de la fecha hasta 1883 responde a que en ese año Porfirio Díaz cambió ciertas leyes referentes a las libertades públicas. En general, se considera esta época como un tiempo en el cual las ideas liberales se implantaron en el país, intentando dejar atrás un largo periodo de enfrentamientos internos entre los conservadores y los más avanzados.

Esta división iba más allá de la ideología, ya que también había grandes diferencias con relación a la forma de gobierno o la división territorial. Esta restauración también es conocida como la República restaurada y tuvo unos protagonistas que ya eran conocidos en la esfera política mexicana.

El primero fue Benito Juárez, presidente de la nueva república. Este personaje ya había ocupado el cargo con anterioridad, fue protagonista de varios levantamientos revolucionarios y fue desterrado en dos ocasiones. Aparte de Juárez, otros personajes que participan son el propio Maximiliano I, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz.

Índice del artículo

Antecedentes de la restauración republicana de México

Guerra de Reforma

Como todo momento histórico, la restauración republicana de México cuenta con unos antecedentes que explican cómo se llega hasta esta. Aunque hay sucesos anteriores relacionados, el más cercano en el tiempo es la llamada Guerra de Reforma, que enfrentó a liberales y conservadores en México.

Se desarrolló durante tres años, desde 1858 a 1861, y sus contendientes representaban dos formas de concebir la nación. Una forma era la liberal, con un diseño federal, menos importancia eclesiástica y leyes más favorables al pueblo. Los conservadores eran centralistas, muchos eran monárquicos y partidarios de la Iglesia católica.

Más allá del resultado de la guerra, destacan dos hechos fundamentales para la historia posterior: la llegada al poder del liberal Benito Juárez, y la alta deuda contraída con varios países europeos. Además, los conservadores habían contactado con algunos sectores en Europa para que les ayudaran.

Maximiliano I y el Segundo Imperio mexicano

La deuda antes comentada llevó a que México se declarara en suspensión de pagos a España, Reino Unido y Francia.

Esto provocó que estuvieran a punto de invadir el país en 1862, pero las negociaciones llevadas a cabo por el gobierno de Juárez consigue que españoles y británicos acepten esperar un tiempo y retirar sus tropas.

No ocurre lo mismo con Francia. Napoleón III tenía la firme intención de establecer una monarquía en México y de prestar apoyo desde ahí a los confederados estadounidenses en la Guerra Civil. Es por esto por lo que sus tropas sí penetran en territorio mexicano y llegan a la capital el 10 de junio de 1863.

Hay que tener en cuenta que los franceses tuvieron algo de ayuda interna. Los grupos conservadores mexicanos estaban de acuerdo con la creación de una monarquía. Finalmente, el archiduque de Austria, Maximiliano I, fue nombrado emperador.

Resistencia y derrota del Imperio

Una de las sorpresas que los conservadores se llevaron con Maximiliano I fue que era mucho más liberal que ellos.

De hecho, apenas cambió las leyes promulgadas por Juárez, e incluso lo invitó a formar parte del gobierno. Juárez no aceptó y el emperador empezó a perder apoyo entre sus antiguos partidarios.

Mientras tanto, los seguidores de los liberales establecieron un gobierno paralelo y enseguida comenzaron a plantar batalla al monarca. En un principio las acciones armadas no surtieron efecto, pero la posición de Maximiliano se fue debilitando.

Napoleón III empezó a estar descontento por el dinero que gastó en apoyar al ejército de Maximiliano y retiró bastantes tropas.

Por otra parte, Estados Unidos no reconoció al emperador y siguió considerando a Juárez presidente legítimo. No ayudó para nada el apoyo a los confederados, que acabaron perdiendo la guerra.

La República recuperada

La toma de Ciudad de México y el fusilamiento de Maximiliano marcaron el inicio de la llamada República restaurada, que duraría 10 años.

Contexto social

Los muchos años de conflicto que México había vivido habían provocado una situación social y económica realmente preocupante. La mayoría de la población no rebasaba los umbrales de pobreza, y los levantamientos y rebeliones habían impedido cualquier mejora.

El presupuesto del país se había dedicado más a la compra de armamento y al ejército que a ayudar a las capas más necesitadas o a crear un tejido laboral. Además, el crédito exterior estaba descartado como consecuencia de las deudas antes comentadas.

Atendiendo a las estadísticas, se puede ver cómo era la situación nacional: ocho millones de habitantes, pero solo dos de ellos trabajando. Además, había varios millones de indios con condiciones laborales casi esclavistas en los latifundios.

Asimismo, ningún gobierno se había ocupado por modernizar las infraestructuras o la sanidad, lo que acababa causando enfermedades y muertes.

Presidencia de Juárez

Una vez que derrocaron a Maximiliano se estableció un breve gobierno provisional. Enseguida se convocaron elecciones y Juárez venció sin problemas. Esos cuatro años de gobierno los dedicó a intentar trasladar sus ideas a la realidad del país. Prestó especial atención a la educación, la economía y a pacificar el país.

Algunas de las medidas que tomó desde la presidencia son negociar la gran deuda del Estado con los acreedores extranjeros, reducir el presupuesto militar disminuyendo el número de efectivos e intentar alcanzar acuerdos comerciales que atrajeran inversiones del exterior.

Aún en el terreno económico, también diseñó algunas reformas para que se reactivara la actividad minera. En cuanto a la educación, creó un sistema gratuito, laico y obligatorio para todos los niños mexicanos, dejando a la religión fuera de los planes de estudios.

También cabe destacar que contrató a una empresa inglesa que construyó un ferrocarril entre Ciudad de México y Veracruz. Asimismo, ordena modernizar las carreteras, puertos y las redes telegráficas. Durante su mandato también se fundaron muchos periódicos, destacando su defensa a la libertad de prensa.

Otra de las grandes preocupaciones de Juárez fue acabar con las diferencias entre los mexicanos, por lo que se esforzó por establecer una identidad nacional mezclando la herencia indígena con la influencia dejada por los españoles.

Elecciones de 1871 y revuelta de la Noria

Las siguientes elecciones estaban programadas para 1871. A estas concurrieron el propio Juárez, Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz; este último había tenido constantes enfrentamientos con el presidente.

En esa ocasión existieron muchas sospechas de fraude, pero Juárez volvió a ganar. Díaz no aceptó el resultado y se levantó en armas. Sin embargo, la inesperada muerte de Juárez por un ataque al corazón cambió totalmente la situación.

Sebastián Lerdo de Tejada fue nombrado presidente en 1872 y la intentona derrotada de Porfirio Díaz acabó con el nuevo mandatario concediéndole un indulto.

Presidencia de Sebastián Lerdo de Tejada

Lerdo de Tejada intentó que las leyes promulgadas por Juárez se consolidasen, consiguiendo además que el país pasase por una etapa bastante estable.

Durante su mandato reabrió el Senado, abolido por la Constitución de 1857. Eso sí, los únicos que plantaron cara al gobierno fueron el clero y parte de las clases altas. La labor de Lerdo hizo que en 1876 volviera a ser elegido para el cargo.

El porfiriato

Porfirio Díaz, de nuevo reclamando que las elecciones habían sido fraudulentas, volvió a rebelarse. En este caso consiguió vencer al ejército federal.

En noviembre de 1876 Díaz alcanzó la capital y organizó nuevas votaciones. Fue el único candidato; por lo tanto, fue proclamado presidente.

La República recuperada había terminado y empezaba el llamado Porfiriato, que duraría más de 30 años.

Referencias 

  1. Historia de México. República Restaurada – La restauración de la república. Obtenido de independenciademexico.com.mx
  2. Wikipedia. Benito Juárez. Obtenido de es.wikipedia.org
  3. Amador Tello, Judith. Benito Juárez a 150 años de la Restauración de la República. Obtenido de proceso.com.mx
  4. U.S. Library of Congress. The Restoration. Recuperado de countrystudies.us
  5. The Editors of Encyclopædia Britannica. Maximilian. Obtenido de britannica.com
  6. Moody Wells, Deborah. Lerdo de Tejada, Sebastian. Obtenido de historicaltextarchive.com
  7. Donald J. Mabry, Mississippi State University. Porfirio Diaz (1830-1915). Obtenido de latinamericanstudies.org