Pino canario: características, hábitat, usos, reproducción
El pino canario (Pinus canariensis) es una conífera perenne perteneciente a la familia Pinaceae y endémica de las islas Canarias. Conocido comúnmente como pino canario o pino de Canarias se caracteriza por su gran tamaño y resistencia al fuego.
Se trata de un árbol que alcanza hasta 40 m de altura, corteza hendida de color pardo-rojizo y copa densa piramidal. Las hojas acículas de color verde claro son flexibles y colgantes de 20-30 cm de longitud y 1,5 mm de espesor.
Es una planta monoica, con inflorescencias femeninas y masculinas sobre el mismo pie. Las masculinas son pequeñas de color amarillo-verdoso y agrupadas en racimos terminales, mientras las femeninas son de color violeta, brotan solas o en pequeños grupos.
El fruto es una piña cónica de 15-20 cm de longitud de color marrón brillante con escudetes piramidales, sobresalientes y no punzantes. Su madera pesada, dura y resinosa es muy apreciada para la producción de teas, debido a su estructura homogénea y grano muy fino.
Esta especie es muy resistente al fuego gracias a la capa de corcho que cubre el tronco y su capacidad de rebrotar. En la actualidad es una especie protegida en el archipiélago canario y su tala está prohibida.
Índice del artículo
- 1 Características generales
- 2 Taxonomía
- 3 Hábitat y distribución
- 4 Reproducción
- 5 Usos
- 6 Cuidados
- 7 Plagas y enfermedades
- 8 Referencias
Árbol monoico de gran porte que mide entre 15-25 m de altura, bajo ciertas condiciones puede llegar a más de 60 m de altura. El tronco firme y grueso de corteza lisa cuando joven y agrietada al madurar puede medir entre 80 cm y 2,5 m de diámetro.
La corteza de color pardo oscuro o ceniciento presenta placas alargadas e irregulares de tonos grisáceos. Las ramas horizontales presentan abundantes ramificaciones secundarias, siendo la copa piramidal en los primeros años, luego se torna aparasolada e irregular.
Las hojas aciculares finas, flexibles, persistentes, punzantes y de color verde-grisáceo se agrupan en tres acículas por vaina. Por lo general, nacen de las ramas anuales o directamente del tronco dispuestas en forma helicoidal y de color azul-grisáceo.
La especie Pinus canariensis es una planta monoica con las inflorescencias femeninas y masculinas sobre el mismo tronco. Las femeninas verticiladas, solitarias o en grupos de dos o tres, forman un estróbilo de color violáceo.
Las masculinas de menor tamaño de color amarillo-verdoso se agrupan en amentos oblongos o aovados en posición terminal en las ramas. Florece a comienzos de la primavera, madura durante la segunda primavera y se diseminan durante el tercer verano.
El fruto es una piña alargada ovoide o cónica de 10-20 cm de largo por 5-10 cm de diámetro en la parte más abultada. Presenta abundantes escamas de color pardo-rojizo, brillantes, recurvadas y poco punzantes.
Las semillas o piñones de color negro presentan un ala membranosa que favorece su dispersión a través del viento. La fructificación se presenta anualmente, pero ocurre con mayor abundancia cada 3-4 años.
– Reino: Plantae
– División: Pinophyta
– Clase: Pinopsida
– Orden: Pinales
– Familia: Pinaceae
– Género: Pinus
– Especie: Pinus canariensis C. Sm. ex DC.
– Pinus: el nombre de género deriva del término en latín «pinus» dado a las plantas en forma de pino.
– canariensis: el adjetivo específico se relaciona con el origen geográfico de la especie.
El hábitat natural de la palma canaria se localiza en las islas de Gran Canaria, El Hierro, La Palma y Tenerife. Es una planta que se adapta a diversas condiciones atmosféricas y tolerante a diferentes tipos de suelo, desde los 700 a 2.400 msnm.
Prefiere los suelos francos, fértiles, húmedos y permeables, aunque se adapta a suelos pobres de origen calizo. Tolera ambientes soleados, secos y de escasa precipitación, de igual forma soporta grandes rangos de temperatura, desde -10 ºC hasta 40 ºC.
Es una planta muy resistente al fuego, debido a la capa de corcho que recubre el tronco, protegiéndolo de las llamas y el calor. De hecho, su nivel de proliferación es muy elevado, ya que es capaz de rebrotar fácilmente luego de haber sido arrasado por grandes incendios forestales.
En la actualidad se distribuye geográficamente por todo el norte de África, California en los Estados Unidos, el Medio Oriente, Chile, Sudáfrica y Australia. En la península ibérica se ha introducido en la Sierra Morena y Levante, a pesar de su baja adaptación a las condiciones edafoclimáticas de la región.
La mejor forma de reproducir la especie Pinus canariensis es por medio de semillas frescas o almacenadas. Las semillas seleccionadas de piñas fértiles requieren como proceso de pregerminación permanecer por 24 horas sumergidas en agua fresca para hidratarse.
Una vez hidratadas se colocan sobre un sustrato universal con humedad constante para que las semillas empiecen a germinar a la semana. Se debe cuidar la temperatura y humedad relativa para prevenir la aparición de enfermedades fúngicas.
Cuando las plantas alcanzan 2-3 hojas verdaderas se trasplantan a semilleros forestales o maceteros con sustrato bien drenado. De preferencia se recomienda utilizar una mezcla a partes iguales de turba negra y perlita.
Las semillas almacenadas mantienen su viabilidad por mayor tiempo si se preservan en un recipiente seco a menos de 0 ºC de temperatura. No obstante, las semillas almacenadas requieren un proceso de estratificación en frío por 1-3 meses para activar el proceso de germinación.
Una propiedad particular del pino canario es su capacidad de rebrotar después de la poda o ser arrasado por incendios forestales. Sin embargo, las estacas de pino canario son difíciles de enraizar, por lo que no es una opción factible de aplicar.
Su utilidad como especie maderera está limitado, ya que en algunas zonas se encuentra protegido debido a la tala indiscriminada en el pasado. Solo los ejemplares jóvenes cultivados para tal fin son utilizados en carpintería y ebanistería.
Los denominados «pinos de tea» o de madera oscura y excelente calidad maderera son muy demandados y cada día son más escasos. La madera blanca de baja calidad de usa para fabricar utensilios, la madera teosa dura y de excelente acabado, se emplea en obras civiles, techos de viviendas e iglesias.
El pino canario es una especie forestal muy particular, ya que está adaptada a resistir los incendios forestales debido a la gruesa corteza del tronco. Además, tiene la capacidad de regenerarse rápidamente al rebrotar las yemas del tronco, momento en que sus piñas se abren y dispersan las semillas por efecto del calor.
Por otra parte, es una especie usada en reforestación dada su facilidad de crecimiento y sujeción a diversos tipos de suelos, en especial suelos erosionados. De igual forma, se adapta a suelos poco evolucionados, con bajo contenido de materia orgánica, aunado a su resistencia al fuego y rápido crecimiento.
En herbolaria las infusiones y vapores de las hojas y yemas del pino se han utilizado para el tratamiento del asma, bronquitis y resfriado común. La resina que se obtiene de la corteza contiene terpenos y taninos de efecto expectorante, mucolítico y astringente.
La trementina obtenida de esta especie es utilizada de manera tópica para el tratamiento de inflamaciones y dolores óseos o musculares. Igualmente, el alquitrán obtenido por destilación del tronco y raíces está indicado para curar enfermedades de la piel, como eccemas, psoriasis o micosis cutánea.
Como planta ornamental es sembrada como planta aislada en jardines, parques y plazas, siendo muy apreciada por su rusticidad y frondosidad del follaje. Es un pino resistente a la sequía y los suelos pobres, pero sensible al frío bajo ciertas condiciones.
El pino canario es una especie forestal que se siembra en espacios abiertos a plena exposición solar. Siempre que reciba suficiente radiación solar, la palma canaria puede soportar temperaturas inferiores a -12 ºC.
Cultivado como planta ornamental requiere radiación solar directa y como mínimo una separación de diez metros de construcciones, caminos asfaltados y tuberías. Por lo general, sus raíces son invasivas y tiende a ocasionar problemas en las construcciones cercanas.
La mejor época para establecer el cultivo en campo es durante la primavera, cuando las temperaturas mínima y máxima han disminuido, y no hay riesgos de heladas. El enraizamiento de la nueva planta requiere un espacio amplio, fértil, húmedo y permeable, se requiere plantar en un agujero de 1 x 1 m.
Crece sobre suelos arenosos, fértiles, sueltos, con un pH ligeramente ácido y bien drenados. Es poco tolerante a los suelos calizos, en este caso requiere aportes de sulfato de hierro para prevenir clorosis y debilitamiento general de la planta.
En su hábitat natural es altamente tolerante a la sequía, cultivada como planta ornamental requiere aportes continuos de humedad. Durante el verano es preciso regar 2-3 veces por semana, el resto del año cada 4-5 días para prevenir daños ocasionados por déficit hídrico.
A pesar de ser una especie rustica, es recomendable aplicar abonos orgánicos o fertilizantes químicos, especialmente si los suelos son ligeramente alcalinos. Lo más oportuno durante la primavera y el verano, es realizar una aplicación mensual de algún tipo de abono orgánico, como humus de lombriz, estiércol o gallinaza.
La principal plaga que afecta la especie Pinus canariensis son los lepidópteros Thaumetopoea pityocampa. Las orugas de este insecto son conocidas como «procesionaria del pino», las cuales elaboran sus nidos en las palmeras y se alimentan de sus acículas y brotes de pino.
Las patógenos fúngicos atacan las acículas, ramas y raíces, siendo el hongo ascomycota Thyriopsis halepensis es la principal enfermedad del pino canario. Este hongo defoliador del pino inicia su ataque desde la base de la copa hacia los extremos, provocando la desecación y caída de las acículas.
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