Historia

Mixcóatl: origen, características, rituales


Mixcóatl fue un dios de Mesoamérica que se identificó con la caza y todo lo que tuviera relación con los cielos o las estrellas. La traducción del nombre quiere decir “serpiente de la nube”, que fue la forma que tuvieron muchos de los antiguos pobladores de Mesoamérica para referirse a la Vía Láctea que se hacía presente en los oscuros cielos.

Para muchos Mixcóatl es una evolución de un cazador que fue convertido en deidad. Los escritos dicen que este cazador guió a las comunidades de las culturas toltecas y chichimecas en la parte central de México, donde luego habría mutado a Mixcóatl.

Representación de Mixcóatl. Fuente: [Public domain], vía Wikimedia Commons.

Según la mitología mexicana es el padre del dios Quetzalcóatl, uno de los dioses más relevantes del período prehispánico en México. A su vez, dependiendo de las tradiciones o la cultura, Mixcóatl fue el descendiente de los dioses Tonacatecuhtli y Tonacacihuatl. Para otros fue el hijo de la diosa Itzpapalotl, que era la diosa de la Tierra.

Se le denominó a veces como el dios Camaxtli, ya que según la mitología de la cultura tlaxcalteca era el dios de la guerra y la caza.

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Origen

Según las ideas náhuatl sobre el origen del cosmos, la presencia de Mixcóatl ocurre desde el origen del universo. Para las comunidades toltecas al principio en el universo solo estaba presente un cielo que recibió el nombre de décimo tercero.

En este cielo habitaban Ometecuhtli y Omecihuatl, dioses que tuvieron cuatro descendientes: el Tezcatlipoca rojo, el negro, el blanco y el azul. Cada uno fue un dios admirado por diferentes culturas. En el caso del Tezcatlipoca rojo, también recibió el nombre de Camaxtli.

Pasaron más de 600 años para que estas deidades se unieran. Su objetivo fue el de establecer ciertas leyes en el universo.

Camaxtli adquirió una responsabilidad al igual que las otras deidades. Su reino de influencia fue la cacería. Recibió el nombre de Mixcóatl, aunque en algunos casos se le identificó gracias a la unión de los nombres Mixcóatl y Camaxtli.

Asociaciones

A Mixcóatl se le vinculó con otros dioses de la mitología mesoamericana. Ya que su reino tiene relación con los cielos, se consideró que los Centzon Huitznahua eran sus hijos. Los Centzon Huitznahua fueron en total 400 dioses que representaban las estrellas del sur.

Fue considerada la principal deidad de las culturas chichimecas y de los otomí, ubicados en la parte central de México. Incluso algunas otras comunidades aseguraron ser descendientes de Mixcóatl. Fue padre de Quetzalcoatl, quizás la figura más relevante de la cultura tolteca, cuyo nombre significa serpiente emplumada.

Los aztecas reemplazaron la figura de Mixcóatl para dar paso a un nuevo dios de la guerra, cuyo nombre fue Huitzilopochtli.

Durante el origen del universo era conocido como el Tezcatlipoca rojo. Esta entidad suprema se evolucionó en Mixcóatl. Desde ese momento se le vinculó con los rayos, los truenos y la dirección del norte. 

Rituales

El calendario azteca estaba dividido por 18 meses, siendo el mes 14 una representación de Mixcóat y recibiendo el nombre de Quecholli, por un tipo de ave. Durante este mes se llevaron a cabo fiestas y cacerías en el monte Zacatepetl, que sirvieron para honrar a este dios de la mitología mesoamericana.

En estos rituales lo habitual era que los cazadores hicieran uso de trajes parecidos a los de sus dioses. Creaban flechas y se prendían fuegos para los rituales y conmemorar a la deidad y todos sus favores o regalos.

Las mujeres de las comunidades mesoamericanas tenían la labor de llevar a sus hijos más pequeños a estos rituales para que bailaran con las sacerdotisas de Mixcóatl. Estas sacerdotisas recibieron el nombre de cihuatlamacazque, quienes tomaban en brazos a estos niños durante algún tiempo.

También fue habitual realizar sacrificios con sangre de los humanos ante Mixcóatl. Algunos historiadores consideraron que Mixcóatl también fue venerado en el quinto mes del calendario azteca, denominado como Toxcatl (en referencia a la sequía). Durante este mes era normal rendir honores con la caza de animales y rituales de sacrificio.

Características

Existen varias evidencias de cómo las culturas mesoamericanas representaban al dios Mixcóatl. La prueba más famosa se encuentra en el Museo Británico, en Londres. Allí el dios de la mitología mesoamericana está plasmado en el mango de un aparato utilizado para lanzar dardos, de color dorado, realizado con madera dura de origen azteca.

En este objeto ubicado en Londres, Mixcóatl fue representado con una máscara con imponentes colmillos. El dios utilizaba carretes en las orejas, que tenían la forma de pezuñas de venado, mientras que en su cabeza, Mixcóatl contó con un tocado decorado por plumas de un águila que peleaba contra una serpiente de cascabel.

Mixcóatl también fue representado en algunos códices mexicanos. En estos códex su imagen estaba adornada por rayas rojas y blancas a lo largo de su cuerpo. También tenía una máscara negra se ubicó en la zona alta de su cara y además contó con plumas de águilas.

Mixcóatl tuvo una similitud con otras deidades que tuvieron relación con el cielo y las estrellas. Y algunas veces fue representado con estrellas en su cara.

Lo normal era que Mixcóatl tuviera consigo un arco y una gran cantidad de flechas. Contó con redes para cazar e incluso a veces su representación fue hecha mientras mataba a un jaguar. Esta imagen era una forma muy efectiva para recordar su labor como dios de los cazadores.

Mixcóatl para los toltecas

Para los toltecas, Mixcóatl al principio se caracterizó por ser sencillamente un mortal. Luego ganó gran relevancia por sus hazañas a la hora de cazar y como guía de los grupos guerreros.

A partir de ese momento recibió su condición de deidad. Tuvo muchas similitudes con la historia de la mitología griega en la que se habló de Hércules.

La cultura tolteca tuvo su auge más importante desde el siglo X hasta la mitad del siglo XII en algunas zonas del centro de Mesoamérica. Según la leyenda, el jefe de la comunidad (considerado como una especie de cacique) y cuyo nombre era Ce Tecpatl Mixcoatl, guió a su comunidad hasta áreas desérticas de la parte noroeste hasta llegar a Culhuacan.

Referencias

  1. Andrews, T. (2000). Dictionary of nature myths. Oxford: Oxford University Press.
  2. Bancroft, H. (1883). The works of Hubert Howe Bancroft. San Francisco: A.L. Bancroft.
  3. Kelley, D. (1980). Astronomical identities of Mesoamerican gods. Miami, Fla.: Institute of Maya Studies.
  4. Lafaye, J. (1976). Actes du XLIIe Congrès international des américanistes (6th ed.). Paris: Société des Américanistes.
  5. Noguez, X., & López Austin, A. (2013). De hombres y dioses. Michoacán: Colegio de Michoacán.