Salud física

Tipos de quemaduras y sus características (con imágenes)


Los tipos de quemaduras se pueden clasificar según su profundidad, gravedad y agentes que los han causado. Una quemadura se define como una lesión que afecta las diversas capas de la piel tras haber entrado en contacto con un agente externo peligroso. Estas pérdidas de substancia de la superficie corporal pueden producirse por diferentes agentes (calor, frío, electricidad, productos químicos o radiaciones).

Las quemaduras son uno de los accidentes más frecuentes que existen. Pueden llegar a ser muy graves e incluso llegar a incapacitar a una persona o llevarla  a la muerte. Según datos de estudios sobre este tipo de lesiones, al menos el 85% de ellas podrían evitarse. 

Una persona que haya sufrido una quemadura evolucionará dependiendo de varios elementos. El agente causante de la lesión, el tiempo de exposición, su intensidad, la edad y las enfermedades que el paciente presente, tendrán una gran influencia en el tiempo de sanación de las heridas.

Tipos de quemaduras según su profundidad

Quemadura de primer grado

Este es el tipo de quemadura menos grave. Solo afecta a la epidermis, que es la capa superficial de la piel. Esta lesión consiste en un eritema doloroso y no es exudativa, es decir, que no sale por los poros o grietas, algún líquido o sustancia viscosa. Tampoco se forman flictenas o ampollas.

Entre los síntomas de las quemaduras de primer grado encontramos enrojecimiento de la piel, sequedad, hinchazón en el área afectada y dolor. Pocos días después de haber sufrido la lesión, aparece la descamación y es probable que la quemadura deje zonas hiperpigmentadas.

Su curación es espontánea en el transcurso de 3 a 4 días y no deja cicatriz. Este tipo de lesión suele ser provocada por la exposición prolongada al sol, por rayos infrarrojos o por el contacto con líquidos calientes o con objetos como planchas, estufas, leña, entre otros por un tiempo muy reducido.

Quemadura de segundo grado

Este tipo de quemaduras son más graves que las anteriores, ya que no solo afectan a la epidermis sino también a la capa intermedia de la piel, la dermis. Dependiendo de su penetración pueden clasificarse en dos tipos.

La primera, es la quemadura de segundo grado superficial, llamada dérmicosuperficial. Esta destruye la epidermis más la dermis superficial y produce ampollas. Al retirarlas su base es de un color rojo brillante, presenta exceso de exudado de suero, se blanquea con la presión, es extremadamente sensible al tacto y dolorosa. Se cura de forma espontánea en unas tres semanas y suele dejar cicatriz.

La segunda, es la quemadura de segundo grado profunda, llamada dérmicoprofunda. Esta destruye la epidermis más la dermis y también produce ampollas.

La superficie quemada es blanca o gris, tiene un menor exudado, es dolorosa pero en menor medida que la anterior y algunas zonas pueden haber perdido la sensibilidad. La cicatrización en este caso es mucho más lenta y puede tardar en curarse más de un mes. Deja cicatriz.

Entre otros síntomas de las quemaduras de segundo grado, en general, se encuentra el enrojecimiento de la piel, una apariencia lustrosa debido al líquido supurado, una posible pérdida de partes de la piel, aumento de edemas y sensibilidad al aire.

Este tipo de quemaduras puede producirse por el contacto con líquidos muy calientes como aceite o agua, por la exposición a las llamas, entre otros.

Quemadura de tercer grado

Este es el tipo de quemadura más grave. Esta lesión no solo destruye el tejido sino que también atraviesa todo el espesor de la piel. Al lesionar las tres capas de la piel, se le conoce como como quemadura total.

Puede inclusive quemar músculos, grasa, vasos sanguíneos, tendones o huesos. Puede llegar a ser tan grave como para destruir la capacidad de regeneración de la piel. Y hasta podrían resultar indoloras, debido a que los nervios quedan inutilizados.

En este caso la piel tiene un aspecto blanquecino o carbonizado, no se producen ampollas, y se ve seca y acartonada. Este tipo de lesiones siempre dejan cicatriz en la zona afectada, las cuales pueden ser irregulares con partes atróficas, hipertróficas o de tipo queloideas.

Estas quemaduras pueden incluso requerir de injertos cutáneos. Pueden ser causadas por fuego, por exposición prolongada a líquidos calientes, por contacto con objetos calientes, con electricidad o con ácidos.

Tipos de quemaduras según el criterio de gravedad

Debido a la complejidad que presenta este tipo de lesiones, es necesario que existan diversos criterios de clasificación y orientación.

Según su profundidad pueden ser de primer, segundo y tercer grado, pero de acuerdo a la extensión de estas lesiones en el cuerpo, pueden clasificarse de tres maneras distintas: menores, moderadas y graves.

Quemaduras menores

Las quemaduras menores son todas aquellas lesiones de primer grado. Pero en esta categoría también se incluyen las lesiones de segundo grado de tipo superficial, pero solo las que tengan menos del 15% de extensión en adultos y menos del 10% en niños.

Dentro de las quemaduras menores también se incluyen las clasificadas como de segundo grado profundas y las de tercer grado que tienen menos del 1% de extensión, aunque esto puede depender de su localización.

Quemaduras moderadas

Las quemaduras moderadas son todas las clasificadas como de segundo grado superficiales. Pero solo las que tienen entre un 15% y 30 % de extensión. También se incluyen todas las de segundo o tercer grado con menos del 10 % de extensión, así como todas las que han sido causadas por agentes químicos o eléctricos.

Quemaduras graves

En esta categoría entran todas las quemaduras de segundo grado superficiales que cuentan con más del 30% de extensión. También se incluyen todas las de segundo grado de tipo profundas y las de tercer grado con más del 10% de extensión. Se clasifican como lesiones graves todas las quemaduras que estén acompañadas por lesiones respiratorias importantes.

Tipos de quemaduras según sus causantes

Quemaduras térmicas

Esta es la causa más común de quemaduras, con un estimado del 90% de los casos que ocurren. Se deben al contacto con cualquier fuente externa de calor que pueda aumentar la temperatura de la piel como, líquido hirviendo, fuego, metales calientes y vapor. Este tipo de quemadura hace que mueran o queden carbonizadas las células de los tejidos.

En este tipo de quemaduras la fuente de calor puede ser húmeda o seca. En el primer caso, son las provocadas por líquidos calientes como agua hirviendo, vapor de agua, aceites, entre otros. La gravedad de estas lesiones depende de varios aspectos: de la temperatura, del tiempo de exposición y de la zona del cuerpo afectada.

En el caso del calor seco, las quemaduras son provocadas por llamas, brasas, estufas, explosiones de gas, metales calientes, entre otros. En esta categoría también pueden entrar las quemaduras solares causadas por la radiación ultravioleta.

Quemaduras eléctricas

Este es el tipo de quemadura provocada por la corriente eléctrica, bien sea alterna o continua. Sin embargo, en este caso suelen predominar las producidas por la corriente alterna ya que es la que se utiliza en el entorno doméstico.

Las lesiones que producen este tipo de quemaduras tienen características especiales, sobre todo porque el daño muchas veces no es aparente. Y es que aunque la piel pueda tener un aspecto normal, esta puede esconder graves lesiones musculares. Este tipo de quemaduras siempre son graves.

Vale destacar que la gravedad de estas lesiones va a depender de las características de la corriente eléctrica como la intensidad en amperios, el trayecto de la corriente, el tiempo y el área de contacto, la resistencia de los tejidos y por supuesto, el tipo de corriente: alterna o continua. La primera es de bajo voltaje y de uso doméstico, mientras que la segunda es de alto voltaje y de uso industrial.

Quemaduras químicas

Este tipo de quemadura ocurre cuando el cuerpo tiene contacto con sustancias irritantes, ya sea de tipo físico o por ingestión. Al hacer contacto con la piel, estas sustancias químicas pueden provocar diversas reacciones en el cuerpo. Y en el caso de que la sustancia sea ingerida, la lesión puede ocurrir en los órganos internos.

Las quemaduras químicas suelen ocurrir por el contacto con ácidos y bases. Este tipo de lesión se denomina como quemaduras por sustancias cáusticas. Estos químicos pueden causar quemaduras muy graves y pueden ocurrir en cualquier lugar donde se manipulen materiales químicos.

Los productos más comunes que ocasionan este tipo de quemaduras son el ácido de baterías para automóviles, los productos de limpieza, la lavandina, el amoníaco, los productos de limpieza utilizados por dentistas y los productos utilizados en la cloración de piscinas, entre otros.

Quemaduras por radiación

Otra de las quemaduras más comunes son las que se dan por la radiación, tal como los rayos X o los ultravioletas. El daño producido en los tejidos se debe específicamente a la exposición a radiación ionizante.

Este tipo de exposición, cuando ocurre en grandes dosis, puede llegar a disminuir la producción de células sanguíneas, lesionar las vías digestivas, dañar el corazón, el sistema cardiovascular, el cerebro y la piel. También puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer.

Las lesiones cutáneas a causa de la radiación presentan síntomas como picazón, hormigueo, enrojecimiento de la piel e hinchazón debido a la acumulación de líquido.

Dependiendo de la zona afectada y el tiempo de exposición, pueden presentarse otros síntomas. Por otro lado, estas lesiones pueden aparecer unas horas después de la exposición o incluso varios días después.

Referencias

  1. Manejo de quemaduras, clasificación / El Médico Interactivo Rosa Píriz Campos. Consultado el 9 de Enero de 2017.
  2. Tipos de quemaduras / Salud Diaria. Consultado 8 de Enero de 2017.
  3. Quemaduras / Enciclopedia médica / MedlinePlus. Consultado 9 de Enero de 2017.
  4. Francisco Lorenzo Tapia. Cuidados enfermeros en la unidad de quemados. Editorial Vértice S.L. 2008: 78-138.
  5. Quemaduras por agentes químicos / Cuadernos de Cirugía / Revista Electrónica UACh. Osvaldo Iribarren B y Claudio González G. Consultado el 9 de Enero de 2017.