Organismos

Morfología de los hongos


La morfología de los hongos es de distintos tipos, dependiendo de la especie. Los hongos son los organismos pertenecientes al reino Fungi. Estos seres vivos, compuestos por células muy parecidas a las de los animales, pero al mismo tiempo muy distintas, pueden ser unicelulares o multicelulares.

En el reino Fungi se clasifican todos los organismos que tienen una pared celular de quitina y que son principalmente saprofitos (se alimentan de materia orgánica en descomposición). Algunos comparten muchas características con los animales y con las plantas, pero son a su vez muy distintos a ambos grupos.

Lo primero que imaginamos al pensar en un “hongo”, suelen ser los hongos “de sombrero” como, por ejemplo, los champiñones de la pizza. Sin embargo, esta es solo una de las tantas formas de hongos que podemos encontrar en la naturaleza, ya que existe una extraordinaria diversidad de formas, tamaños y colores.

El cuerpo de los hongos es conocido como micelio y se compone de largos filamentos denominados hifas, que solo pueden ser observadas y detalladas a través de un microscopio. Los hongos utilizan las hifas para aferrarse y propagarse a lo largo y ancho de los lugares donde crecen.

Generalmente, lo que nosotros conocemos como “hongos” son solo los cuerpos fructíferos de algunas especies. Por medio de estos cuerpos fructíferos, algunos hongos producen esporas para reproducirse sexualmente. El hongo verdadero o, mejor dicho, “completo” es mucho más grande que el cuerpo fructífero, ya que usualmente se distribuye bajo la superficie de la tierra.

Morfología de macromicetos y micromicetos

Los hongos son clasificados taxonómicamente empleando muchas características diferentes. Sin embargo, observándolos solo a simple vista se pueden clasificar según su morfología en dos grandes grupos: los macromicetos y los micromicetos.

Macromicetos

Los macromicetos son los hongos típicos de sombrero, como los champiñones, y aquellos que observamos en el suelo de los bosques, que desarrollan un cuerpo fructífero visible sin ningún tipo de aumento. La estructura del cuerpo fructífero se puede describir como compuesta por las siguientes partes:

El píleo: que representa el “sombrero” o la parte superior del cuerpo fructífero.

El tallo: la “base” del cuerpo fructífero que sostiene al píleo.

La volva: una suerte de “velo” o membrana que recubre todo el cuerpo fructífero y que por lo general desaparece a medida que esté madura. En algunas ocasiones se pueden observar los restos de esta en la base del tallo, apreciable como unas escamas o restos de membranas.

Micromicetos

Los micromicetos, como su nombre lo indica, son hongos parcialmente microscópicos. Estos no forman cuerpos fructíferos macroscópicos visibles como los de los hongos de sombrero.

Su forma, si es que se puede apreciar, puede evidenciarse como manchas o cúmulos de color oscuro, como polvo e incluso como bolas de algún color o gotas mucosas sobre alguna superficie.

Vistos bajo el microscopio, los micromicetos pueden tener forma de moho y son llamados también hongos filamentosos o levaduras. Estos pueden poseer dimorfismo sexual dependiendo de la especie.

Algunos micromicetos poseen algunas estructuras en sus cuerpos que son diferentes a las encontradas en cualquier otro hongo, pero esto depende principalmente del sustrato donde crecen o de las condiciones medioambientales donde se desarrollan.

Clasificación de los hongos y morfología

Los especialistas en hongos (micólogos) muchas veces se basan en las características físicas de estos organismos para determinar a qué especie pertenecen. Frecuentemente los hongos pueden clasificarse al menos en 3 formas diferentes:

Hongos filamentosos o mohos

Tienen una especie de raíz principal llamada talo, que se compone de filamentos microscópicos alargados con una gruesa pared celular, estos son llamados hifas. Las hifas son continuas y se ramifican considerablemente a partir del talo.

A toda la estructura del hongo compuesto por hifas, producto de la reproducción asexual, se le denomina micelio. El micelio de los hongos silvestres puede extenderse por varios metros de forma subterránea.

Todas las hifas subterráneas, es decir, aquellas que crecen inmersas bajo el sustrato, son producidas por reproducción asexual. Solo las hifas que emergen hacia la superficie darán origen a estructuras especializadas para la reproducción sexual. Estas hifas encargadas de la reproducción sexual son llamadas conidias o conidios.

Al observar al microscopio el micelio de un hongo se pueden detallar las hifas separadas unas de otras por septos, que no son más que las paredes celulares de cada una de las células que componen a las hifas.

Existen hifas que generalmente tienen en su interior 2 núcleos; otras, en cambio, poseen micelios con hifas cenocíticas, esto es, que una sola hifa contiene muchos núcleos en su interior.

Hongos levaduriformes

Todos los hongos con esta morfología son más o menos esféricos o elípticos; son microscópicos y unicelulares. La mayor parte del tiempo se reproducen exclusivamente de forma asexual, bien sea por gemación o por escisión.

A pesar de ser unicelulares, dependiendo del sustrato donde crecen pueden producir hifas o “pseudohifas”, pero sin septos verdaderos. Estas pseudohifas son catalogadas como formas intermedias entre los hongos filamentosos y los hongos levaduriformes.

En general, todos los hongos con morfología levaduriforme son monomórficos, es decir, que las hifas no cambian su forma a pesar de los cambios en las condiciones ambientales y las células sexuales (si las desarrollan) son iguales morfológicamente a cualquier otra célula del hongo.

Transformaciones del micelio

Muchos tipos de hongos poseen micelios que se transforman, es decir que cambian de forma a medida que maduran sus hifas. Los 9 grupos principales son:

Plasmodio

Son hongos en los cuales los núcleos de las células no están separados por membranas o paredes celulares, sino que todos los núcleos están “sumergidos” en una masa única de citoplasma y usualmente tienen el aspecto de una baba o mucoide.

Esta “baba” o “masa gelatinosa” se mueve como una especie de ameba gigante y se alimenta internando los microorganismos y la materia orgánica que consigue a su paso.

Al encontrarse en condiciones adversas el plasmodio se diferencia en un cuerpo fructífero seco, chato y plano sobre algún sustrato.

Plecténquima

Las hifas de los hongos se agrupan en tejidos organizados de manera entrelazada, como una especie de pseudotejido o pseudoparénquima. Forman una capa lisa sobre la superficie del sustrato.

Haustorios

Estos hongos pueden penetrar en el interior de las células vegetales y vivir como parásitos dentro de ellas. Se alimentan de las células vegetales a través de la ramificación de sus hifas, las cuales se diferencian en una especie de botón o ventosa para absorber nutrientes.

Son frecuentes de observar como puntos oscuros en el interior de las células de las raíces de las plantas.

Rizomorfos

Son hongos que proyectan sus hifas por el interior del tronco de los árboles como si de cordones entretejidos se tratase, muy ramificados y con aspecto de raíces. Estas estructuras son muy resistentes a las condiciones adversas del interior del tronco de los árboles.

Conidióforos

Son hongos compuestos por hifas simples, de estructura muy sencilla, que se ramifican ampliamente hasta alcanzar la madurez y allí desarrollan células conidiógenas que se encargaran de producir conidios.

Las células conidiógenas tienen el aspecto de un plumero, donde en el extremo de la hifa se disponen los conidios en filas agrupadas.

Esporangióforos

Son hongos con micelio septado e hifas bien ramificadas, con la particularidad de que en uno de los extremos de las hifas se origina un abultamiento en forma de micrófono llamado esporangio.

Picnidios

Las hifas se desarrollan entrelazándose y constituyendo una estructura con forma de pera macroscópica; dichas hifas están especializadas para la absorción de nutrientes. En el interior de la estructura se encuentran las conidias, que se liberan una vez que el hongo sufre algún daño físico.

Acérvulo

Todas las hifas se agrupan formando una superficie circular, parecida a un plato, esas hifas son fértiles y se encargan de originar nuevas conidias.

Esclerocios

Las hifas se reproducen de forma vegetativa y se entrelazan hasta formar un cuerpo globoso, macroscópico, de aspecto esponjoso o aterciopelado.

Estos generalmente son muy resistentes y pueden poseer una gran cantidad pigmentos diferentes. Son fáciles de observar a simple vista en sustratos ricos en carbohidratos.

Referencias

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  2. Bessey, E. A. (1950). Morphology and taxonomy of fungi. Morphology and taxonomy of fungi.
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  4. Petersen, J. H. (2013). The kingdom of fungi. Princeton University Press.
  5. Wolfe, B. (8 de febrero de 2020). Digesting the science of fermented foods. Microbial foods org [Mensaje en un blog] Yarrowia lipolytica. Recuperado de: http:// microbialfoods.org