Simbiosis: qué es, definición, características, tipos, ejemplos
¿Qué es la simbiosis?
La simbiosis es una relación prolongada entre dos o más especies, que pueden vivir juntas de manera permanente o temporal. Las relaciones simbióticas son muy comunes en la naturaleza y pueden ayudar a las especies a sobrevivir en ambientes difíciles.
La simbiosis estar basada en el intercambio de nutrientes, de energía o de información. Algunos ejemplos son las relaciones entre hongos y raíces, las abejas y las plantas, y los humanos y los perros.
Se puede decir que cualquier tipo de asociación de dos poblaciones diferentes de especies, que se encuentran viviendo en un mismo espacio, es una relación simbiótica.
Hay casos de simbiosis en los que uno de los organismos no puede sobrevivir sin la asociación con otro, lo que convierte a esta interacción en un mecanismo obligatorio de supervivencia, indispensable para la especie. En el resto de interacciones simbióticas, llamadas facultativas, los organismos obtienen beneficios de la relación, pero no es necesaria para sobrevivir.
Tipos de simbiosis
Tipos de simbiosis según costes y beneficios
Mutualismo
Una relación mutualista implica una asociación estrecha muy duradera en donde ambos organismos obtienen beneficios. Los individuos pueden usar a otros para labores de limpieza, protección o incluso recolección de comida.
Sucede en algunos tipos de relaciones mutualistas que la simbiosis resulta un factor esencial para que los organismos sobrevivan y prosperen.
Un ejemplo de relación simbiótica mutualista es la que establecen los murciélagos que comen fruta. El murciélago se come las semillas, que luego se dispersan a través del excremento, permitiendo que las especies vegetales se diseminen.
Comensalismo
En el comensalismo uno de los individuos obtiene beneficios y, en muchas ocasiones, depende del otro organismo para conseguir su comida, un refugio o un medio de transporte.
Un ejemplo es la relación que se establece entre ballenas y percebes, un tipo de crustáceos marinos. Los percebes se adhieren a la piel de la ballena, beneficiándose de su movimiento, mientras que para las ballenas no hay una ventaja, pero tampoco un daño.
Parasitismo
El parasitismo implica que un organismo se beneficia a costa de otro, pero no en todos los casos da como resultado que el individuo afectado muera, y suele ocurrir que el ciclo de vida requiere que el parásito mantenga vivo a su huésped.
En los procesos en los que el organismo parasitado muere, se conoce al individuo invasor como parasitoide. Las interacciones parásitas son muy comunes. Un ejemplo cotidiano es el de las pulgas, que se alojan en los cuerpos de animales para alimentarse de su sangre.
Tipos de simbiosis según el espacio compartido
- Inquilinismo: una especie vive en la madriguera o refugio de otra.
- Endosimbiosis: una especie habita en el interior de otra.
- Ectosimbiosis: una especie habita en el cuerpo de otra.
- Metabiosis: una especie emplea como herramientas o protección restos de otra, como esqueletos o excrementos.
Ejemplos de simbiosis
– El pez payaso y la anémona: el pez payaso atrae depredadores que son paralizados por los tentáculos venenosos de las anemonas. Una vez paralizados los peces depredadores, sirven de alimento a las anemonas.
– Líquenes: se trata de una interacción simbiótica mutualista entre un alga y un hongo. El hongo es la especie dominante, el micobionte; la otra especie, que puede ser un alga o una cianobacteria, es el ficobionte.
– Flora intestinal: relación simbiótica que existe entre un grupo de bacterias y microorganismos dentro del tracto intestinal de los mamíferos.
– Hormigas y pulgones: algunas especies de hormigas y pulgones o áfidos mantienen un tipo de relación simbiótica del tipo mutualista. En esta relación el pulgón recibe protección y cuidados de las hormigas, que se benefician del néctar dulce que produce el pulgón.
– Tiburones y rémoras: un claro ejemplo de comensalismo. A pesar de que las rémoras son excelentes nadadoras y son capaces de cazar, prefieren adherirse a los tiburones para obtener transporte y alimento.
– Micorrizas: se le llama micorrizas a un tipo de interacción entre algunos hongos y plantas. La relación es de tipo obligatoria para los hongos simbiontes, que dependen de ciertas especies de plantas para sobrevivir, pues no pueden prosperar si no es a través de estos organismos vegetales.
– Corales: los corales son animales marinos que se caracterizan por sus colores brillantes, los cuales obtienen de las algas zooxanthellae, organismos con los que establecen una interacción simbiótica mutualista.
– Lombrices intestinales: los nematodos parásitos pueden infectar humanos, lo que implica una relación simbiótica parasitaria.
– Amebiasis: infección parasitaria causada por organismos protozoos. Representa un importante problema de salud para los países en desarrollo y puede contribuir a que se incrementen los índices de mortalidad.
– Abejas y orquídeas: las abejas de las orquídeas o euglosinos recolectan perfume de una variedad de orquídeas, originarias de América del Sur y Central, convirtiéndolo en feromonas, un proceso que resulta imprescindible para la reproducción de las orquídeas.
– El nogal negro: es un ejemplo de amensalismo. Cuando llega a una edad que ronda entre los 15 y los 20 años, va acumulando sustancias que resultan tóxicas para las plantas cercanas.
– Picabueyes y grandes mamíferos: los picabueyes son aves que pasan mucho tiempo agarrados de mamíferos como ñus, rinocerontes o cebras. La relación es colaborativa o mutualista, porque el ave quita garrapatas y otros parásitos del cuerpo del mamífero, obteniendo alimento fácilmente.
– Virus: para algunos científicos los virus pueden ser considerados parásitos, debido a que tienen un papel clave en el organismo huésped.
– Pulgones: estos pequeños insectos succionan la savia de las plantas y secretan como desecho un producto azucarado llamado melaza. Hay hormigas que establecen relaciones simbióticas mutualistas con los pulgones, ya que se alimentan de la melaza que desechan los pulgones.
– Bacterias Lactobacillus: los lactobacilos son probióticos conocidos popularmente como bacterias buenas, que habitan en el cuerpo de los humanos, brindando distintos beneficios al organismo.