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Las 48 mejores frases de Gandalf


Gandalf es uno de los personajes principales de los libros El Señor de los Anillos y El Hobitt, del escritor británico J.R.R. Tolkien. En El Silmarilion se cuentan sus orígenes. Es uno de los personajes más importantes de estas obras.

Gandalf es un mago (istar, según Tolkien), enviado a la Tierra Media durante la Tercera Edad del Sol, para apoyar a los habitantes en el combate contra Sauron, o “el señor oscuro”. En la Tierra Media, Gandalf adoptaría la apariencia de un anciano de barbas blancas y largas, cubierto por una capa gris, un gran cayado y un sombrero azul puntiagudo.

A continuación, dejamos una lista con las mejores frases de Gandalf, para que te familiarices con este misterioso e interesante personaje y te adentres, si aún no lo has hecho, en el fantástico mundo de Tolkien.

Las mejores frases de Gandalf

-No es importante saber cuánto tiempo queda, sino qué hacer con el tiempo que se te concede.

-No es la fuerza física la que importa, sino la fuerza del espíritu.

-El mundo no está en los libros y mapas. ¡Está ahí fuera!

-Quien primero golpea, si golpea bastante fuerte, no tendrá que golpear de nuevo.

-No tengo ningún consejo para darle a aquel que desespera.

-Solo se desesperan aquellos que ven el fin más allá de toda duda.

-Si vuelves, no vas a ser el mismo.

-A menudo el odio se vuelve contra sí mismo. 

-El viaje no termina aquí. La muerte solo es un camino que todos tenemos que tomar.

-No diré no lloréis, pues no todas las lágrimas son amargas.

-Solo tú puedes decidir con el tiempo que te has dado.

-Un mago nunca llega tarde. Ni pronto, Frodo Bolsón. Llega justo cuando se lo propone.

-Oscuridad para asuntos oscuros.

-Puedes encontrar las cosas que perdiste, pero que nunca abandonaste.

-Un arma traidora es siempre un peligro para la mano.

-Incluso el muy sabio no puede ver todos los caminos.

-De nada vale especular lo que traerá el mañana. 

-El peligro llega por la noche cuando menos se lo espera.

-Uno debe seguir el camino que la necesidad escoge.

-Sé muchas cosas que solo los sabios saben.

-¡No puedes pasar! (Al Balrog).

-Una mano quemada es el mejor maestro. Luego cualquier advertencia sobre el fuego llega derecha al corazón.

-Te considero una gran persona, señor Bolsón, y te aprecio mucho; pero en última instancia ¡eres solo un simple individuo en un mundo enorme!

-Muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.

-Un anillo para gobernarles a todos. Un anillo para encontrarlos. Un anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas.

-Guarda tu lengua bífida tras tus colmillos de serpiente venenosa. No he vencido al fuego y a la muerte para intercambiar falacias con un gusano sarnoso como tú.

-Puedes preguntar de qué sirven mis actos cuando hayamos comprobado que son del todo inútiles.

-El coraje es la mejor defensa que tenemos ahora.

-La antigua sabiduría fue olvidada en Occidente. Los reyes hicieron tumbas más hermosas que las casas de los vivos, dando más valor al nombre de sus antepasados que al de sus hijos.

-No todo el oro reluce, ni toda la gente errante anda perdida; a las raíces profundas no llega la escarcha; el viejo vigoroso no se marchita. 

-Los hobbits son criaturas realmente sorprendentes. Puedes aprender todas sus costumbres en un mes y después de cien años te siguen sorprendiendo.

-Corred, insensatos.

-Sin duda, más que nunca, supongo.

-Yo te ayudaré a llevar esta carga, Frodo Bolsón, mientras seas tú quien la lleve.

-Aquel que quiebra algo para averiguar qué es, ha abandonado el camino de la sabiduría.

-A mucha gente le gusta saber de antemano qué se va a servir en la mesa; pero los que han trabajado en la preparación del festín prefieren mantener el secreto; pues la sorpresa hace más sonoras las palabras de elogio. 

-Los actos generosos no han de ser reprimidos por fríos consejos.

-Las explicaciones que necesitan los jóvenes son largas y fatigosas. 

-Aun las arañas más hábiles pueden dejar un hilo flojo. 

-No podemos escapar. Una sombra se mueve en la oscuridad.

-Para ojos aviesos, la verdad puede ocultarse detrás de una mueca. 

-Así ocurre a menudo con los hechos que mueven las ruedas del mundo; lo hacen pequeñas manos porque deben hacerlo.

-Las buenas historias merecen un buen final.

-Es sabiduría reconocer la necesidad, cuando todos los otros cursos ya han sido considerados, aunque pueda parecer locura a aquellos que se atan a falsas esperanzas.

-La esperanza no es la victoria. 

-El visitante que escapó por el techo lo pensará dos veces antes de volver a entrar por la puerta.

-No puede ser al mismo tiempo tirano y consejero.

-Un traidor puede traicionarse a sí mismo y hacer involuntariamente un bien.