Biología celular

Células dendríticas: características, función, tipos


Las células dendríticas son un tipo de células fagocíticas que forma parte del sistema inmune de los animales mamíferos. Son específicamente células especializadas en la presentación de antígenos y se encuentran en distintos tejidos y superficies del cuerpo.

Fueron identificadas por primera vez en muestras de tejidos epidérmicos, hacia el año 1868, y por mucho tiempo se les conoció como células de Langerhans, en honor a quien realizó la primera descripción.

Más de 100 años después de su descripción inicial, sin embargo, las células dendríticas fueron reconocidas como parte del sistema hematopoyético, funcionando específicamente como centinelas del sistema inmune, esenciales para la iniciación de las respuestas inmunitarias mediadas por células T.

Hoy en día se sabe que son células fagocíticas porque tienen la capacidad de fagocitar o internalizar antígenos solubles o distintos tipos de patógenos, de procesar los determinantes antigénicos de estos y de presentarlos en su superficie para la activación de linfocitos T.

Hay distintos tipos de células dendríticas en el cuerpo humano, derivadas de distintos precursores y con funciones inmunológicas y marcadores distintos, pero generalmente tienen un tropismo especial por tejidos como la piel, los intestinos, el corazón y los órganos linfoides primarios y secundarios.

Índice del artículo

Características de las células dendríticas

Morfología

Las células dendríticas son células de aspecto irregular, que reciben su nombre gracias a unas largas extensiones o proyecciones de su membrana plasmática que se asemejan a las ramas de un árbol o a las dendritas de las células nerviosas.

Tanto la forma como la capacidad de movimiento de las células dendríticas depende del estadio del desarrollo y de la función que cumplen (captura de antígenos y presentación).

Ubicación

Se encuentran en el intersticio de muchos órganos -excepto en el cerebro- y son particularmente abundantes en las regiones del cuerpo más expuestas al medio exterior, como la piel, la boca, los genitales femeninos, etc.

Marcadores membranales

Estas células se diferencian de otras células por su alto nivel de expresión de un grupo de moléculas proteicas conocido como complejo mayor de histocompatibilidad de clase II o MHC II.

Las proteínas de este complejo tienen mucho que ver con la función de las células dendríticas, pues son estas las que pueden unirse a los antígenos procesados intracelularmente para ser presentados a los linfocitos T colaboradores en aras de promover la activación de sus funciones inmunitarias.

Las células dendríticas también presentan otros marcadores de superficie, pero estos pueden variar dependiendo del tipo de célula, de su estadio de desarrollo y de su localización corporal.

Función de las células dendríticas

Las células dendríticas pertenecen al grupo de células presentadoras de antígenos del sistema inmune, donde se les conoce como presentadoras de antígenos profesionales.

Estas se especializan en la presentación de antígenos a otras células del sistema inmune conocidas como linfocitos T colaboradores (helpers), por lo que funcionan como mensajeras entre los sistemas inmunes innato y adaptativo.

Su tarea principal es, entonces, procesar los antígenos derivados de distintas clases de patógenos y exponerlos en su superficie para que las células del sistema inmune encargadas de reconocerlos y provocar la respuesta inmunológica entren en contacto con dichos antígenos.

¿Cómo lo hacen?

Para participar de la activación de las respuestas inmunes del cuerpo humano, las células dendríticas deben primero entrar en contacto con los antígenos derivados de distintas fuentes como, por ejemplo, de bacterias, hongos, virus, parásitos, etc., que de algún modo consiguen ingresar al cuerpo.

El contacto y la presentación de los antígenos son dos eventos que están separados en el tiempo y en el espacio:

– Las células dendríticas se encuentran en muchos tejidos corporales que están relativamente expuestos al medio exterior, especialmente en la dermis de la piel. En estos tejidos es donde entran en contacto con las partículas antigénicas solubles o presentes en la superficie de algún patógeno invasor, a quien deben capturar eficientemente.

– Cuando estos antígenos y los internalizan, en el interior de las células dendríticas se disparan señales que hacen que estas migren hacia el órgano linfoide secundario más cercano, donde se diferencian a un estadio de su desarrollo que permite la selección y presentación de los antígenos a las células T colaboradoras.

Las células dendríticas no solo activan a las células o linfocitos T colaboradores que reconocen los antígenos que les son presentados, sino que también activan a otro grupo de células efectoras conocidas como linfocitos T citotóxicos, capaces de migrar al sitio de donde migraron las células dendríticas y eliminar aquellas células infectadas por el patógeno invasor.

Tipos de células dendríticas

Las células dendríticas forman un grupo relativamente heterogéneo de células, tanto desde el punto de vista de su origen como de sus funciones y de sus marcadores de superficie. No obstante, es necesario establecer que estas pueden encontrarse en tres estadios de desarrollo distintos:

  1. Las precursoras: que se encuentran en los vasos sanguíneos y linfáticos; se encargan de “patrullar” estos tejidos en búsqueda de antígenos foráneos.
  2. Las inmaduras: que residen en gran cantidad de tejidos corporales y se encargan de internalizar patógenos o antígenos solubles.
  3. Las maduras: que residen temporalmente en los órganos linfoides secundarios y que tienen la capacidad de “seleccionar” y presentar antígenos a los linfocitos T colaboradores.

Ahora bien, una clasificación común de estas células supone la existencia de 4 grupos, a saber:

Células de Langerhans

Derivan de precursores en la médula ósea y forman parte del sistema de fagocitos mononucleares. Tienen una actividad mitótica restringida, por lo que son continuamente reemplazadas cuando migran hacia los tejidos donde se alojan.

Las células de Langerhans son de las más estudiadas; son muy comunes en la dermis y en el epitelio de la cavidad oral, del esófago y de la vagina.

Son células con un denso núcleo, de citoplasma pálido y con procesos o prolongaciones membranales que irradian desde el cuerpo celular hacia los espacios intercelulares de las células epidérmicas.

Como las demás células del cuerpo humano, estas células tienen algunas mitocondrias, un retículo endoplásmico disperso y algunos lisosomas, cuerpos multivesiculares y también muchas vesículas individuales muy pequeñas.

Se distinguen de las células a su alrededor por la presencia, en su membrana, de unos gránulos vermiformes llamados gránulos de Birbeck, que se asemejan a unas raquetas de ping-pong en miniatura.

Estos gránulos contienen una proteína conocida como langerina, que participa en la internalización de los antígenos en la zona, así como en su degradación a los epítopos que luego presentan, en los nódulos linfáticos, a los linfocitos T.

Las células de Langerhans también se caracterizan por la expresión de un tipo de antígenos conocido como CD1a, un grupo de proteínas de superficie similares a las del complejo mayor de histocompatibilidad que se encarga de presentar antígenos como péptidos u otros antígenos microbianos no proteicos.

Células dendríticas intersticiales

Se encuentran en la mayoría de los órganos y los tejidos corporales, entre ellos los pulmones, el corazón, los riñones y la dermis son reservorios importantes para los precursores inmaduros de este tipo celular.

A diferencia de las células de Langerhans, las células dendríticas intersticiales no presentan los gránulos de Birbeck y no siempre expresan los antígenos CD1a.

Células dendríticas mieloides

Este grupo también se conoce como el de las “células dendríticas convencionales”. Son células que cuando están inmaduras tienen una gran actividad fagocítica y cuando maduran tienen una fuerte capacidad de presentación de antígenos, así como de secreción de enormes cantidades de citoquinas.

Sus marcadores de superficie son tanto las moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad I y II (MHC I y III) como otras moléculas denominadas CD11c, CD33 y CD13, que son marcadores de las células pertenecientes al linaje mieloide.

Estas células están presentes en el sistema circulatorio, pero también se encuentran en prácticamente cualquier tejido periférico y órgano linfoide del cuerpo.

Células dendríticas linfoides

Son las células dendríticas asociadas específicamente con los tejidos linfoides como las amígdalas, los nódulos linfáticos y el bazo. Es un conjunto de células migratorias que pertenece al linaje linfoide y no al mieloide, como el grupo anterior.

Presentan, en su superficie, marcadores de tipo MHC I y II, antígenos comunes de leucocitos y receptores de complemento. Se definen como células accesorias de la respuesta inmune dependiente de los linfocitos T.

Referencias

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