Definición de veto
Se conoce como veto a la facultad que dispone una organización o una autoridad para prohibir algo. El concepto también se entiende como el acto y el resultado de vedar (inhibir, impedir, rechazar).
Con respecto a su etimología, podemos decir que el término veto proviene del latín, de un concepto que puede traducirse como «prohíbo», o sea el verbo prohibir conjugado en la primera persona del singular (desde el punto de vista de nuestra lengua). El uso que recibe esta palabra gira en torno al derecho que alguien, una sola parte, tiene para detener cualquier acción, aunque por lo general se encuentra en el ámbito legislativo, donde los objetos vetados son acuerdos, medidas o proposiciones.
En este sentido, es posible decir «poner el veto» a una medida, a un acuerdo o a una proposición, para indicar que la parte con la autoridad pertinente ha determinado parar su desarrollo.
Una palabra que puede usarse como sinónimo de veto y que presenta un gran parecido a nivel ortográfico con ella es «vedo», con su respectivo verbo, «vedar», el cual podemos definir de la siguiente forma: imponer una prohibición por medio de un estatuto, un mandato o una ley; volver difícil el desarrollo de una acción, o bien impedirlo completamente; estorbar a otras personas de manera que no les resulte fácil seguir adelante con un determinado procedimiento; (en Salamanca) destetar a un animal; (en desuso) suspender o privar a alguien de su oficio o de su ejercicio.
Por ejemplo: “El tribunal rechazó el veto a las publicaciones calificadas como ‘ofensivas’ por el gobierno provincial”, “El proyecto para cobrar un impuesto a los propietarios de mascotas es probable que se enfrente a un veto”, “No tengo poder de veto: las decisiones se toman de manera consensuada por todos los integrantes de la junta directiva”.
La noción suele emplearse para nombrar al poder del que dispone un presidente para anular una ley o un proyecto ya aprobado por una cámara u otra estructura del Estado. El veto implica la posibilidad de cancelar una modificación o una novedad, pero no la chance de impulsarla.
Supongamos que la Constitución de un país X permite que el primer ministro aplique un veto a las normas aprobadas por el Parlamento con mayoría simple. En este marco, se aprueba una ley para que los funcionarios públicos paguen un impuesto extra del 10% sobre sus bienes personales. El primer ministro, argumentando que la medida es discriminatoria, decide el veto de la ley.
La idea de veto también aparece en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidades (ONU). Esta entidad tiene cinco miembros de carácter permanente con poder de veto: Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido y Francia. Si cuatro naciones aprueban una iniciativa pero el quinto miembro la rechaza, se aplica el poder de veto a la propuesta en cuestión.
Existen al menos dos tipos de veto, que definimos a continuación: absoluto, el cual sirve para impedir que se promulgue una ley y que tenga vigencia; suspensivo, que se utiliza para atrasar, demorar o poner en suspenso el momento en el cual se promulga y se pone en vigencia una ley. Por otro lado, también se habla de veto parcial para hacer referencia a una prohibición que tan sólo recae sobre una parte de una ley, como ser algunos de los artículos que la componen.
Por lo general, los cuerpos legislativos tienen la posibilidad de pasar por alto la complicación que supone el veto a través de una nueva votación de la misma ley, aunque en este caso se vuelve necesario conseguir una mayoría calificada, como ser los dos tercios.