Definición de título
Del latín titŭlus, un título es un término o una expresión que comunica la denominación o la temática de una obra, ya sea un libro, un disco, una película, etc. Por ejemplo: “’El símbolo perdido’ es el título de la última novela de Dan Brown”, “El artista trabaja en un nuevo disco del que aún no se conoce su título”, “El título del programa televisivo tuvo que ser modificado tras una acusación de plagio”.
En materia cinematográfica podemos matizar que, además de ese título que es el que da “nombre” a la película en sí, también existen lo que se conocen como títulos de crédito. Este término viene a expresarse la lista o relación de todas las personas que han trabajado en la realización de la misma. Es habitual que aquella aparezca en pantalla una vez ha finalizado el metraje.
Un título también es el reconocimiento o el aval dado a una persona por sus conocimientos, su ascendencia u otra particularidad. El título académico es otorgado por una entidad educativa tras completar con éxito una carrera o curso: “Mi padre tiene el título de Abogado”, “Mi sueño es conseguir el título en Psicología y ejercer en un barrio pobre para ayudar a la gente”.
De esta manera, podemos determinar y enlazar otro significado que posee el término que estamos abordando. Y es que en concreto aquel se utiliza para referirse a todo aquel documento o instrumento que acredita que una persona en concreto está capacitada para poder desempeñar un puesto de trabajo o una profesión.
Un título nobiliario, en cambio, es una distinción legal que se entrega a los nobles. En la Edad Media, estos títulos representaban la esencia de la estructura social y política, mientras que actualmente sólo se mantienen con fines simbólicos. Gran Bretaña, España, Dinamarca, Mónaco y Suecia son algunos de los países que reconocen títulos nobiliarios.
Otros usos del concepto de título están relacionados con el registro jurídico en el que establece un derecho o se determina un deber (“Estoy muy contento, ya tengo el título de propiedad de la casa”) y con la documentación financiera que refleja una deuda o un valor (“La cotización de los títulos de Google subió un 5% en el mercado tecnológico”).
De la misma forma, no podemos obviar el hecho de que también se emplea el concepto de título para referirse a diversos apartados principales en los que se dividen leyes y normativas. Así, por ejemplo, nos encontramos con que la Constitución Española de 1978 está conformada por un total de once títulos, entre los que destaca el Título I por ser aquel que se refiere a lo que son los Derechos y Deberes Fundamentales.
Dicho título se compone a su vez de un importante número de artículos. En concreto, queda establecido que aquel empieza en lo que es el artículo número 10, que hace referencia a la dignidad de la persona así como a las normas de los derechos y libertades, y finaliza en el número 55, que es aquel que plantea la suspensión de derechos cuando se establecen los estados de excepción o de sitio.
Título, por último, puede usarse como sinónimo de trofeo o copa: “Italia se quedó con el título mundial en 2006”, “El equipo está a sólo dos puntos de asegurarse el título del torneo”.