Definición de stalkear
El concepto de stalkear deriva de to stalk, una noción de la lengua inglesa que se refiere a “acechar”. Stalkear es un neologismo que surgió en el ámbito de las redes sociales para nombrar a la acción que realiza una persona cuando revisa los contenidos que publica otro usuario.
Quien stalkea, por lo tanto, ingresa a los perfiles o las páginas que algún individuo tiene en redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram, con el objetivo de saber qué es lo que está publicando. Por lo general la persona que se dedica a stalkear no da a conocer lo que hace, aunque en algunos casos sí hace notorio su acecho para intimidar al otro.
A la acción de espiar a través de las redes sociales se la conoce como stalkear.
Qué lleva a stalkear
Diversas razones pueden motivar a un stalker. A veces la razón no es más que la simple curiosidad: alguien disfruta al saber, por fisgón o como pasatiempo, qué sube otro sujeto a las redes sociales. Así puede pasar varias horas observando sus fotografías, videos y mensajes.
También suele producirse la acción de stalkear cuando, tras una ruptura sentimental, una de las personas que formaba la pareja pretende estar al tanto de lo que está haciendo su ex novio/a o esposo/a. Puede considerarse, en este contexto, que la práctica de stalkear resulta intimidante o agresiva.
Cabe destacar que el stalker puede espiar a otras personas para obtener datos que luego le permitan llevar a cabo un delito. Al stalkear a alguien se puede llegar a descubrir si está de viaje y ha dejado su casa sola o si obtuvo dinero en efectivo al vender un automóvil usado, por ejemplo. Esta información resulta sensible y puede llegar a ser aprovechada por un delincuente.
Stalkear puede ser un recurso para cometer un delito.
La importancia de prevenir
Como sucede en muchos otros casos, tanto en el ámbito de las redes como en la «vida real», para que exista un stalker también debe existir la otra parte, no sólo en el papel de víctima sino también como alguien que no ha tomado los recaudos necesarios para proteger su propia intimidad de aquellas personas con quienes no tiene una relación. Por esta razón, es importante actuar antes de que aparezca esta amenaza, para prevenirla tanto como sea posible.
Retomando uno de los ejemplos mencionados en un párrafo anterior, un stalker puede ser «simplemente» alguien con quien la víctima solía mantener una relación sentimental, es decir, un ex novio o una ex novia, entre otras posibilidades. Esto nos dice que en un caso así el delincuente posee mucha información personal del otro incluso antes de comenzar con su acecho, y esto debería ser un punto a tomar en cuenta para la prevención.
Cuando terminamos una relación muy cercana con alguien y la ruptura no resulta fácil para la otra persona, se recomienda marcar una serie de límites para que ambas partes puedan sanar y reconstruir sus vidas. Dependiendo del caso, no está mal cortar el contacto por las redes sociales para evitar que la curiosidad despierte en el otro una obsesión que lo lleve a perseguirnos todos los días y a hablar en secreto con nuestros amigos y familiares.
Stalkear, una conducta cercana a la obsesión
Stalkear no es muy diferente de otros tipos de conductas obsesivas, en cuanto a que también demuestra que el sujeto siente una gran insatisfacción con su propia vida y no es capaz de resolverla.
Esto no le da derecho a molestar a los demás, pero tampoco lo convierte en un ser «malo por naturaleza», si es que esto pudiera llegar a existir; por esta razón, si sabemos que uno de nuestros conocidos tiene una cierta tendencia a frecuentar las cuentas ajenas deberíamos hablar con él e intentar ayudarlo, pero también proteger nuestra intimidad para que ninguno de los dos resulte perjudicado.