Definición de sincronía
Un vocablo griego derivó en el término sincronía, que se emplea con referencia a la coexistencia o combinación de sucesos en un mismo periodo temporal. La sincronía, por lo tanto, implica que ciertos hechos se desarrollan simultáneamente o de manera concordante.
La sincronía puede considerarse en diferentes tipos de máquinas. En este caso, se trata de la disposición que permite que la totalidad de los movimientos o procesos de una máquina se transmitan de manera exacta a otra.
En el ámbito de la historia, la sincronía supone el análisis de un mismo periodo en diferentes lugares geográficos. De este modo, la perspectiva sincrónica puede llevar a estudiar el movimiento obrero de Argentina, Brasil y Uruguay en la década de 1940: es decir, centra el estudio en la misma década, pero tomando las particularidades de los tres países.
Para la psicología, la sincronicidad existe cuando dos sucesos se desarrollan en sincronía pudiéndose establecer una coincidencia de sentido, aunque de modo acausal. Eso es lo que ocurre cuando una persona sueña algo y, de manera simultánea, ocurre un hecho objetivo que resulta coincidente con el elemento psíquico (por ejemplo, soñar con el fallecimiento de una persona que, efectivamente, muere esa misma noche).
La lingüística también apela a la idea de sincronía cuando analizar una lengua de manera estática (en un cierto momento histórico). El estudio sincrónico de la lengua, por lo tanto, se orienta a un periodo determinado, a diferencia del estudio diacrónico (que observa la evolución de la lengua en el tiempo).
Esta diferenciación existe no para señalar cuál es el enfoque correcto, sino porque ambos tienen validez, aunque sus propósitos están bien diferenciados. El enfoque diacrónico está centrado en la historia del idioma, en la evolución de sus diferentes aspectos, como ser la sintaxis, la etimología, la semántica, la fonética y el léxico.
El sincrónico, por su parte, consiste en «un viaje en el tiempo» hasta un punto determinado de la historia, como si se tomara una fotografía y se analizaran las características de la lengua en esa escena, ignorando lo que ocurrió después.
Con respecto al origen etimológico de ambas palabras, podemos decir que «diacrónico» es un préstamo lingüístico (un término de una lengua que proviene de otra, y que puede o no presentar signos de haber sido adaptada ortográficamente) que se construye a partir de las raíces griegas que proporcionan la idea general de algo que ocurre «a través del tiempo». La etimología de «sincrónico», por su parte, nos muestra otras raíces griegas, que en este caso son «con» y «tiempo». El lingüista suizo Ferdinand de Saussure fue quien desarrolló las palabras «diacronía» y «sincronía», así como la construcción teórica que divide ambos conceptos; fue el primero que estableció una clara diferencia entre las dos perspectivas.
Las lenguas atraviesan profundos cambios a lo largo de la historia, y esto no es tan difícil de comprender, ya que cada individuo lo experimenta en primera persona. Con el correr de los años, vemos que los modismos van y vienen, que la ortografía cambia, las tildes dejan de ser obligatorias en algunas palabras, los signos de puntuación ya no son tan estrictos, y adoptamos decenas de términos extranjeros.
En el universo de Pokémon, una de las series de videojuegos más famosas de la historia, que a su vez cuenta con programas de televisión, tiras de cómics, películas y una infinidad de productos asociados, el término sincronía tiene su propio significado: se trata de una habilidad que aparece en la tercera generación. A partir de entonces, si quien la posee es paralizado, quemado o envenenado en combate, su contrincante comenzará a tener el mismo estado, a menos que cuente con una habilidad o elemento para evitarlo. La gravedad de la repercusión en el atacante depende de la generación de la víctima, siendo mayor a partir de la quinta.