Definición de OIT
OIT es la sigla correspondiente a Organización Internacional del Trabajo, una entidad que funciona bajo la órbita de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta institución se encarga de analizar todo aquello vinculado al universo laboral, protegiendo los derechos de los trabajadores.
La fundación de la OIT tuvo lugar en 1919. Con sede en la ciudad suiza de Ginebra, la organización es dirigida por una junta que cuenta con representantes de los sindicatos, de los gobiernos nacionales y de las empresas. La autoridad máxima de la OIT es su director general, que es elegido por un Consejo de Administración que tiene tres reuniones anuales. Una vez al año, por otra parte, se realiza la Conferencia Internacional del Trabajo, considerado como el órgano más importante de la entidad.
En estos momentos, la OIT cuenta con 185 países miembros. Pese a que su finalidad es fomentar las posibilidades laborales para todos y mejorar las condiciones de trabajo, no cuenta con facultades para imponer castigos a los gobiernos de los diferentes países que la integran.
En su extensa trayectoria, la OIT ha establecido casi doscientos convenios y protocolos. Los convenios adquieren el rango de un tratado internacional cuando son ratificados, lo que hace que su cumplimiento sea obligatorio para las naciones que integran el organismo. La OIT también emite recomendaciones que funcionan como sugerencias para mejorar las condiciones de trabajo.
Gracias a su accionar y a su defensa de los derechos de los trabajadores, la OIT fue distinguida con el Premio Nobel de la Paz en 1969.
Dentro de los importantes convenios y pactos firmados por los países miembro dentro del marco de la OIT se encuentra el Pacto Mundial para el Empleo que consiste en una serie de medidas políticas que deben ser implementadas en los países para asegurar el bienestar a sus trabajadores.
Dichas medidas incluyen cinco puntos fundamentales que detallamos a continuación.
1. La importancia de que los gobiernos generen empleos.
Tanto los dirigentes como las organizaciones vinculadas al mundo del trabajo tienen que adoptar nuevas medidas que aseguren la creación de nuevos empleos para incentivar el desarrollo y procurar que deje de existir el desempleo. Porque la respuesta ante la crisis debe ser en vez de reducir las posibilidades de empleo, ampliarlas para fomentar el tráfico de dinero y producción en el país.
2. Que se amplíe la protección social.
La importancia de que exista un trato amistoso entre los diversos Estados y que, aquellos que tienen economías sólidas y estructuras sociales capaces de enfrentarse de forma eficiente a la crisis puedan extender su mano a aquellos sectores más vulnerables y asegurar entre todos un sistema donde la brecha entre los que tienen en abundancia y los que tienen se reduzca más y más.
3. Los Estados deben respetar a raja tabla las normas laborales firmadas en los convenios.
En todos los convenios firmados dentro de la OIT existe una preocupación latente de evitar un derrumbe estructural en la economía del mundo, por tanto, si los países respetan esos convenios y sus normas es posible que pueda mantenerse una estrecha vigilancia sobre la crisis para evitar ese precipicio. Además es fundamental que se respeten los derechos de los trabajadores en primera instancia, para trabajar contra la explotación infantil, la discriminación laboral y promover el derecho a la libertad de sindicatos.
4. Los países deben promover la interacción social.
Es muy importante que se ofrezcan modelos de diálogo social que promuevan la negociación colectiva y eviten el choque entre diversas posturas dentro de una sociedad. A sí mismo, es fundamental que se diseñen políticas que promuevan la creación de lazos estrechos y amables entre empleadores y trabajadores porque, en definitiva, son los pilares de que la sociedad funcione.
Estos son sólo algunos de los puntos, de uno de los tratados fundamentales de la OIT. Cabe mencionar que del cumplimiento de estos tratados depende la paz y armonía en el mundo laboral.