Definición de nutrientes
Un nutriente es aquello que nutre, es decir, que aumenta la sustancia del cuerpo animal o vegetal. Se trata de productos químicos que proceden del exterior de la célula y que ésta requiere para poder desarrollar sus funciones vitales. Los nutrientes son absorbidos por la célula y transformados a través de un proceso metabólico de biosíntesis (conocido como anabolismo) o mediante degradación, para obtener otras moléculas.
Entre las diversas sustancias que componen los alimentos, los nutrientes son aquéllas que participan activamente en las reacciones metabólicas. El agua, el oxígeno y los minerales son los nutrientes básicos que consumen las plantas, mientras que los seres humanos y los animales se alimentan de vegetales y de otros animales.
Las vitaminas, las proteínas, los lípidos y los glúcidos son algunas de las sustancias que forman parte de los nutrientes consumidos por todos los seres vivos que no tienen capacidad fotosintética (es decir, que no son plantas).
De acuerdo a su función en las reacciones metabólicas, los nutrientes pueden clasificarse en dos grandes grupos: nutrientes esenciales (vitales para el organismo ya que éste no los puede sintetizar, sino que los obtiene del medio ambiente) y nutrientes no esenciales (no son vitales y, en ciertos casos, pueden sintetizarse mediante moléculas precursoras).
Otra clasificación de nutrientes puede realizarse de acuerdo al volumen en el cual las células los consuman. Los macronutrientes son necesarios en grandes cantidades diarias (como las proteínas) y constituyen la base de la dieta. Los micronutrientes, en cambio, son requeridos en pequeñas cantidades y suelen actuar como reguladores de los procesos energéticos.
Ciclo de nutrientes
El camino que recorren las sustancias esenciales para la vida, tanto por el medio ambiente físico como por el biológico, se conoce con el nombre de ciclo de nutrientes y se considera un concepto fundamental para la ecología. Entre los ciclos esenciales se encuentran el del carbono, el oxígeno, el nitrógeno y el agua. Existen muchos más compuestos y elementos de vital importancia, aunque en cantidades considerablemente menores.
A continuación se detallan dos de los ciclos más significativos para la vida del Planeta:
* ciclo del carbono: se trata de las diferentes etapas en las cuales el ecosistema de la Tierra utiliza el carbono. Básicamente, comienza en el momento en el cual las plantas aprovechan el dióxido de carbono existente en la atmósfera, o bien presente en el agua en estado de disolución, a través del proceso de la fotosíntesis. Un porcentaje de este carbono se integra en los tejidos vegetales como hidratos de carbono, proteínas y grasas; lo demás se devuelve a su lugar de origen a través de la respiración. De este modo, los animales herbívoros lo consumen mientras se alimentan, para luego reorganizar y degradar sus compuestos. Una parte se libera mediante la respiración, y otra es almacenada en los tejidos, que luego serán ingeridos por los animales carnívoros. En todos los casos, el carbono se descompone y se libera en forma de dióxido de carbono, el cual usan las plantas para recomenzar el ciclo;
* ciclo del agua: todas las porciones acuáticas de la Tierra se modifican constantemente, pero la cuantía es siempre la misma. En primer lugar, la superficie oceánica se evapora y comienza a elevarse. Durante su viaje ascendente, se produce un enfriamiento del vapor, que lo convierte en agua condensada, lo cual deriva en la formación de nubes. Dependiendo de la temperatura de la atmósfera, el agua se precipita en forma de nieve o de lluvia, regresando de este modo al Planeta. Una vez en la superficie, una parte la consumirán los seres vivos, mientras que el resto se repartirá entre el suelo y las masas de agua, tales como ríos y océanos.