Definición de necesidad
La noción de necesidad deriva del vocablo latino necessitas. Según se puede apreciar al consultar el diccionario de la Real Academia Española (RAE), el término tiene múltiples usos y significados.
Por citar un caso concreto que permita profundizar en los alcances del concepto, una necesidad surge cuando existe un impulso imposible de controlar que lleva a que los esfuerzos individuales se encaminen en cierta dirección. También se emplea en otras circunstancias para describir la falta de objetos o afectos de índole emocional que son imprescindibles para subsistir o la carencia de productos nutritivos o de bien primario que provocan hambre o desequilibrio físico de algún tipo.
Tampoco puede dejar de recordarse que esta noción puede servir, en determinadas ocasiones, para mencionar al proceso natural basado en la evacuación de orina o la expulsión de excrementos.
Acceder al agua potable es una necesidad de todas las personas.
Necesidad como móvil
Las necesidades son propias de todo organismo vivo y consisten en una sensación provocada por la idea de que nos falta algo ya sea a nivel material, orgánico o sentimental. Se trata de uno de los componentes fundamentales en la vida, no sólo humana sino también de las demás especies, es la necesidad la que lleva a que los seres vivos se movilicen en busca de objetivos que les sirvan para satisfacer aquello que consideran que precisan.
Un árbol que ante una sequía extiende sus raíces para llegar más profundo, donde está el agua, actúa en base a una necesidad, del mismo modo que los elefantes viajan durante varios días en busca de agua.
Clasificación según la jerarquía
Si uno recopila información relacionada a las necesidades podrá comprobar que varios estudiosos han organizado las necesidades por jerarquías.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, por ejemplo, las clasificó como necesidades fisiológicas (grupo que nuclea al alimento, los líquidos para saciar la sed, las prendas de vestir y la vivienda); necesidades de seguridad (obtenidos a partir de sistemas y vínculos de protección y cuidado), necesidades de pertenencia (grupo donde aparecen el afecto, la amistad y el amor); necesidades de autoestima (relacionadas al prestigio, la capacidad para valerse por uno mismo y la obtención de triunfos); y las necesidades de auto-realización.
Otra perspectiva también admite la clasificación de las necesidades como esenciales y ocasionales. Las primeras, a su vez, se ramifican en necesidades de calidad (cuando el sujeto conoce el bien genérico y adecuado para cubrir su necesidad) y necesidades de cantidad (cuando el sujeto puede inferir qué cantidad de bienes requerirá para satisfacer su necesidad).
El marketing trabaja para convertir los deseos de los consumidores en necesidades.
El marketing y la necesidad
En el campo del marketing, la necesidad se relaciona con el deseo de alcanzar un cierto producto o marca. Por eso, las campañas de mercadotecnia trabajan para activar, estimular y provocar las necesidades humanas. En este sentido, el marketing no crea las necesidades (que ya existen), sino que las detecta y las transforma en oportunidades de negocio.
Cabe señalar que se habla de necesidades emocionales para referirse a aquellas cosas que una persona considera que le son vitales para sentirse a gusto consigo misma y con su entorno; estas necesidades varían con la edad y con las características propias de cada individuo y en muchos casos pueden responder a ciertos trastornos emocionales. Esto ocurre en aquellas personas que no son capaces de discernir con claridad entre aquellas cosas que cree necesitar y lo que en verdad le hace falta, a veces ocurre por ejemplo que aquellos adultos que han sufrido algún trauma por sentirse desprotegidos de pequeños, continúan buscando esa seguridad que sienten que les faltó. En estos casos, la persona debe realizar un tratamiento terapéutico a fin de discernir adecuadamente entre sus necesidades y la percepción que él tiene de ellas.