Definición de hecho social
Un hecho es una obra que se concreta o un acontecimiento que sucede. Social, por su parte, es aquello vinculado a la sociedad: la comunidad formada por individuos que conviven bajo reglas en común.
La idea de hecho social se emplea en el terreno de la antropología y la sociología para aludir a las ideas y los comportamientos que pueden encontrarse en un grupo social. Para entender qué es un hecho social, por lo tanto, es importante comprender el concepto de grupo social. Así se denomina al conjunto de individuos que comparten un objetivo e interactúan entre sí. Al tener algo en común, los miembros de esta agrupación cumplen un cierto rol en la sociedad.
Un hecho social es una forma de actuar y sentir que resulta exterior al sujeto y que orienta su conducta.
El concepto según Durkheim
El francés Émile Durkheim fue quien acuñó la noción de hecho social a fines del siglo XIX. Durkheim sostenía que un hecho social era un modo de hacer influenciado por la cultura y el contexto social.
Un hecho social, en definitiva, es una manera de sentir y de actuar que es exterior al individuo y que orienta su conducta. La cultura se encarga de moldear al ser humano y lo predispone a pensar y a actuar de un cierto modo. Según aquellos elementos culturales que el sujeto interiorizó en su proceso de socialización, actuará de una forma u otra.
Puede decirse que los hechos sociales son colectivos (forman parte de una cultura; es decir, no son individuales), coercitivos (inciden en el accionar individual) y exteriores (se imponen desde fuera por costumbre, repetición, etc.).
Condicionamientos del hecho social
Acatar un hecho social supone reconocerse como integrante de un grupo social. Este es el camino que escoge la mayoría de los seres humanos, ya que es el que nos ofrece la seguridad de pertenecer a una determinada cultura que, a cambio de nuestra propia individualidad y de nuestros verdaderos deseos, nos ofrece el aparente calor de la aprobación y nos garantiza que «nunca estaremos solos». Sin embargo, dejar de lado eso que nos vuelve únicos por miedo a no encajar en la sociedad no es un rasgo propio de un ser revolucionario, de esos genios que marcan un antes y un después.
Los hechos sociales son exteriores, colectivos y coercitivos.
Las personas que optan por decir que no a esta imposición colectiva que entendemos como hecho social refuerzan de este modo su individualidad y alimentan su brillo interior. Este es el camino de los grandes artistas, de los científicos que hacen descubrimientos revolucionarios, de los creadores que consiguen influir en el mundo entero a lo largo de varias generaciones y pasan a la historia. Pero oponerse a los mandatos no es fácil; en la mayoría de los casos, el precio a pagar son el rechazo, la envidia, el odio y la censura, entre otros castigos.
Clasificación según el tipo
Una clasificación posible para los hechos sociales los divide en tres grupos:
* hecho social morfológico: es aquél que mantiene el orden y la estructura en la sociedad, dando lugar a que todos los individuos participen de sus varios ambientes;
* institución: es un hecho social que se reconoce como parte de la vida en la sociedad a la que pertenece, ya que forma parte integral de la misma;
* corriente de opinión: puede ser una tendencia o una moda relativamente pasajeras, o bien que no tiene una fuerza constante sino que ésta depende de la época en la que se manifieste. Uno de sus rasgos principales es que lleva a la sociedad a tomar una postura subjetiva en relación a un determinado suceso o idea.
Aplaudir a un artista cuando termina de cantar es un ejemplo de hecho social. La persona que no cumple con esta práctica suele ser mal vista ya que se considera que no aplaudir constituye una falta de respeto.