Definición de fructífero
Antes de entrar de lleno en el significado del término fructífero, vamos a conocer su origen etimológico. En este caso, podemos exponer que es una palabra que procede del latín, exactamente de “fructifer”, que es fruto de la suma de dos componentes léxicos bien diferenciados: el sustantivo “fructus”, que es sinónimo de “fruta”, y la forma verbal “fero”, que puede traducirse como “yo cargo”.
Este adjetivo permite aludir a aquello que genera frutos.
Entre los sinónimos de fructífero destacan palabras tales como provechoso, beneficioso, fructuoso, productivo, fértil, fecundo o lucrativo. Por el contrario, entre sus antónimos podemos destacar términos como infértil, árido, improductivo o infructuoso.
Se llama fruto al producto surgido del desarrollo que registra el ovario de una flor tras la fecundación. En el fruto, que puede ser comestible (es decir, una fruta), se almacenan y protegen las semillas.
A la acción de dar frutos se la denomina frutar. Cuando un árbol u otro tipo de planta puede frutar, por lo tanto, se lo califica como fructífero. En este marco, puede decirse que el manzano (cuyo nombre científico es Malus domestica) es un árbol fructífero: da un fruto llamado manzana que es un alimento muy popular.
Por naturaleza, todos los árboles frutales son fructíferos. Estos árboles producen frutos que pueden comerse, como naranjas, pomelos (toronjas), ciruelas o cerezas (guindas). En el lenguaje coloquial, de todos modos, la idea de fructífero suele vincularse al árbol que da muchos frutos.
Simbólicamente, por otra parte, se le dice fructífero a aquello que es provechoso o útil. Por ejemplo: “Fue un encuentro fructífero, pudimos avanzar y definir varios detalles del proyecto”, “El diálogo entre las partes, lamentablemente, no fue fructífero ya que no hubo acuerdo en ningún punto”, “El allanamiento fue fructífero: la policía secuestro dos armas de fuego y recolectó varios elementos que podrían servir como pruebas en el juicio”.
Algo fructífero, en este sentido, resulta valioso, importante o positivo. Un joven que consigue empleo y pocos meses después logra un ascenso puede afirmar, a la hora de realizar un balance, que tuvo un año fructífero a nivel profesional.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que también existe lo que se conoce como cuerpo fructífero. Con este término se viene a hacer referencia a una estructura de tipo multicelular que está presente en los hongos y que tiene la particularidad de que sobre ella se lleva a cabo la formación de otras estructuras que producen esporas. Ese sería el caso, por ejemplo, de los ascas.
Asimismo, es importante establecer que hay dos tipos de cuerpos fructíferos. Por un lado, están los hipógeos, que son los que crecen por debajo del suelo, y por otro lado, nos encontramos con los epígeos, que son los que se forman por encima del suelo.
Además, el término de cuerpo fructífero también hace referencia a la estructura con esporas que se llega a formar en lo que son algunas bacterias a partir de lo que es una célula multinucleada.