Definición de disfemismo

Se denomina disfemismo a la manera de decir que supone hacer alusión a algo de forma peyorativa. De esta forma, se intenta rebajar la categoría de una realidad.

Opuesto al eufemismo

Un disfemismo, por lo tanto, es una expresión o un término despectivo que se utiliza adrede en vez de otra frase o palabra neutral o que no resulte ofensiva. Es habitual que se entienda el disfemismo como lo opuesto al eufemismo.

Se llama eufemismo a la afirmación suave que permite atenuar aquello que, expresado de forma directa, sería chocante o muy duro. El disfemismo, en cambio, procura acentuar o subrayar lo malsonante o negativo, en ocasiones con un sentido humorístico.

También mencionado como antieufemismo o contraeufemismo, el disfemismo denota una situación más desagradable o difícil de lo que ya es. Es importante señalar que si bien el disfemismo aplica una capa que puede ser aparentemente opuesta a la del eufemismo y por eso es correcto decir que se trata de conceptos opuestos, no debemos olvidar que al anular cualquier de los dos obtenemos un discurso objetivo, un reflejo de la realidad sin tintes.

En otras palabras, dependiendo del punto de vista podríamos afirmar que la ausencia de matices positivos o negativos es también lo opuesto a cualquiera de estos dos modos de expresarse. Por otra parte, quizás deberíamos decir que ambos entran en el conjunto de la subjetividad, y por eso se encuentran en el otro extremo de la objetividad.

Ejemplos de disfemismo

Tomemos el caso de un fallecimiento: un eufemismo indica que la persona “se fue al cielo”, mientras que un disfemismo señala que “se puso la pijama de madera”.

Otro ejemplo de disfemismo es llamar “caja boba” al televisor. Este disfemismo hace hincapié en los contenidos superficiales y poco enriquecedores que se transmiten a través de la televisión. Por supuesto, no todos los contenidos tienen dichas características, pero el disfemismo se concentra en lo malo.

La comida rápida, en tanto, puede ser mencionada con el disfemismo “comida chatarra”. Estos alimentos no están hechos con metales de desecho o descarte, aunque por sus escasas propiedades nutritivas y por sus efectos nocivos para la salud pueden asociarse simbólicamente a la chatarra, que no tiene utilidad ni valor.

Efectos en la comunicación

Así como el uso de eufemismos puede resultar molesto para quienes desean enterarse de las cosas tal y como son, las connotaciones negativas de los disfemismos pueden herir la sensibilidad de ciertas personas o suscitar discusiones innecesarias. Volviendo por un momento al ejemplo del televisor, dado que no todo el contenido que ofrece es mediocre o nocivo, llamarlo «caja boba» frente a alguien que está disfrutando de un programa es innecesario y provocativo.

En ciertos casos, puede que el disfemismo señale una verdad incuestionable, como ocurre cuando se usa el término «cáncer» para hacer referencia al consumo de tabaco. Sin embargo, incluso en una situación de este tipo siempre es mejor apelar a un lenguaje amigable si lo que buscamos es persuadir a alguien de que abandone un hábito nocivo para él y quienes lo rodean. Por medio de la violencia verbal es probable que no obtengamos resultados positivos.

Cabe mencionar que las palabras en sí mismas no son las que aportan el carácter de eufemismo o disfemismo a una expresión, sino que el secreto se encuentra en el contexto y en la intención del hablante. No todos los disfemismos tienen adjetivos negativos (como ocurre con la palabra «boba»), aunque es verdad que en los eufemismos suelen apoyarse únicamente en términos «suaves». La expresión «pijama de madera», por ejemplo, no hace referencia al rigor mortis en sí misma, sino que adquiere este significado al usarla para hablar de alguien recientemente fallecido.

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