Definición de dirección IP

La idea de dirección puede referirse a un domicilio. En el caso específico de la informática, se trata de una expresión compuesta por letras y/o números que alude a una localización en la memoria de un equipo informático. IP, por su parte, es la sigla inglesa que alude a Internet Protocol (“Protocolo de Internet”).

Una dirección IP, en este marco, es un número que permite la identificación de una interfaz en red de una computadora (ordenador), un teléfono inteligente u otro dispositivo que usa el mencionado protocolo. Esta dirección puede ser estática o dinámica.

Puede decirse que la dirección IP es la identificación que posibilita a los dispositivos informáticos conectarse entre sí. Aquellos que necesitan una conexión permanente requieren una dirección IP estática (fija) para que puedan ser localizados en la red: un servidor que aloja un sitio web, un servidor de correo electrónico, etc. Para que los usuarios puedan recordar la localización de los sitios en Internet, se utilizan nombres de dominio que están vinculados a las direcciones IP.

Un equipo al que se le asigna una dirección IP dinámica, en cambio, no cuenta con un número fijo. Por eso la identificación en cuestión cambia de manera periódica.

Puede entenderse a la dirección IP, en definitiva, como una etiqueta que identifica a la interfaz de un dispositivo en una red que se rige por el protocolo IP. Estas identificaciones, en la actualidad, se componen de cuatro bloques numéricos, cada uno formado por números del 0 al 255. Por ejemplo: 205.45.128.30 podría ser una dirección IP.

Además de todo lo establecido, no podemos pasar por alto otra serie de singularidades y aspectos importantes sobre la mencionada dirección IP como son los siguientes:
-Nadie puede proceder a navegar por la Red sin una IP.
-De la misma manera, hay que establecer que ninguna página web puede estar online correctamente si no está asociada a una IP.
-En ocasiones, suele confundirse la IP con la MAC. No obstante, esta última es la identificación que se le otorga de manera individual a las llamadas tarjetas de red.

Además de la dirección IP pública tenemos que establecer que también existen las llamadas IP privadas. Estas son las que se utilizan, por ejemplo, cuando en una casa se procede a conectar varios dispositivos a una misma red Wifi. En ese caso, cada uno de esos (móviles, tablet, ordenador…) cuenta con su propia IP.

No menos relevante es saber que en cuanto a esa numeración podemos destacar que hay miles de combinaciones. No obstante, no es menos cierto que hay tres rangos que se reservan de forma exclusiva para lo que son las IP privadas:
-Clase A, de 10.0.0.0. a 10.255.255.255, que está reservada para lo que son las redes de gran tamaño como pueden ser las grandes multinacionales.
-Clase B, de 172.16.0.0. a 172.31.255.255, que se usa para lo que son redes privadas de tamaño más mediano como puede ser, por ejemplo, la red de una universidad.
-Clase C, de 192.168.0.0. a 192.168.255.255, que se emplea para lo que son redes privadas más pequeñas, como las de tipo doméstico.

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