Definición de deserción
Deserción es un término vinculado al verbo desertar: abandonar, dejar, alejarse.
En el plano educativo, se utiliza el término para hablar de aquellos alumnos que abandonan sus estudios por diferentes causas; entendiéndose por estudios a toda educación que se encuentra dentro del sistema educativo impuesto por el gobierno que rija en aquel Estado (primaria, secundaria, universidad, etc). Aquellas personas que dejan de estudiar, se convierten en desertores escolares.
De acuerdo al enfoque con el que se desee analizar la deserción escolar, pueden conocerse unas u otras razones. Desde la psicología se considera que se debe principalmente a la inteligencia de la persona y a aquello que le motive; la sociología presta atención a los factores sociales, a las presiones que recibe el individuo de su entorno, de acuerdo a las calificaciones que haya alcanzado. Y desde la pedagogía, se hace hincapié en cómo se organiza la educación, el sistema de evaluación y la integración del alumnado.
Uno de los usos más frecuentes del término se halla en el campo militar, donde la deserción es el abandono del deber. Esto quiere que un desertor puede ser un cabo, un coronel o cualquier otro integrante de la fuerza armada. La excepción ocurre con los reclutas: cuando abandonan sus tareas, no se los considera como desertores, sino que se los enmarca en la categoría de prófugos (personas que escapan de una medida de la autoridad o de una decisión de la Justicia).
De acuerdo al derecho militar, el desertor comete un delito que, en algunos países y de acuerdo al contexto, puede castigarse con el fusilamiento.
Una forma de deserción es la objeción de conciencia. En este caso, la persona rechaza cumplir con el servicio militar que resulta obligatorio por ley, alegando motivos religiosos o éticos. Quienes defienden esta deserción sostienen que es un derecho protegido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 18.
Deserción escolar
Uno de los problemas educativos más preocupante es la deserción escolar, puesto que es sin lugar a dudas una de las causas más importantes de la falta de desarrollo de muchas sociedades.
Se trata de un fenómeno social cada vez más presente en las comunidades modernas y si bien se le adjudica la responsabilidad a cuestiones políticas, económicas y familiares; cabe aclarar que en muchos casos, es debido a la gran decadencia del sistema educativo actual.
Es importante señalar que el origen de la deserción escolar se encuentra en un pasado absolutamente reciente, a partir de la implementación de la educación obligatoria y generalizada y fue empeorando con la idea masiva de democratizar la educación.
Según lo revelan los estudios realizados, las razones por la que los jóvenes abandonan los estudios pueden ser muchas, desde problemas socioecónomicos y familiares hasta razones ideológicas, como no compartir las ideas de una educación sistemática, muchos de los que manifestaron esta razón, explicaron que no desertaron del estudio, sino de la educación sistemática, continuando sus estudios de forma autodidacta o recurriendo a métodos diferentes como la educación particular.
Uno de los factores que más influye en la deserción escolar es la falta de contención y afecto que los jóvenes reciben en el entorno de su familia. Según estudios, más del 50 % de los alumnos que abandonan la escuela, se encuentran en una situación emocional con respecto a sus familiares muy delicada. Si se tiene en cuenta que la familia es la primera escuela, por mucho que se esfuercen en la segunda para conseguir que el niño aprenda, se forme mirando el futuro con ilusión y se esfuerce por alcanzar sus logros, será en vano; porque todo lo que la persona reciba en su casa, será lo que la empuje a convertirse en una u otra persona. La deserción escolar se manifiesta como consecuencia de la sensación de desamparo y desprotección.
Otras causas de la deserción escolar pueden ser: falta de interés en el niño, poca calidad en la educación, deficiente preparación de los profesores, elevado número de alumnos por aula y escasa dedicación a cada alumno, entre otros.
Además la implementación de las calificaciones para decidir qué alumno lleva mejor su educación que otro, es totalmente contradictorio a los fundamentos de la educación (enseñar y aprender). A través de ella puede conseguirse un orden desde lo administrativo, sin embargo puede provocar frustración, sentimientos autodestructivos, soberbia, conflictos entre aquellos alumnos a quien le va bien, en vez de incentivarlo a esforzarse más o a buscar afianzar sus conocimientos.
Una de las razones por las que se buscó la sistematización de la educación fue la igualdad social, creyendo que de este modo, los individuos de todos los sectores de una misma sociedad tendrían acceso a las mismas oportunidades; sin embargo, esta forma de encarar la educación no sólo no trajo igualdad, sino que trajo consecuencias como la deserción. Se le dio a la educación una responsabilidad que no era ya educar, sino igualar a todas las personas; cosa totalmente perjudicial, pues en una misma clase se reúnen amantes de las artes y matemáticos acérrimos y no hay forma de armar el programa sin bajar el nivel de uno de ellos para acercarlo al polo opuesto (a conceptos y asuntos que en verdad no le interesan y que se olvidará al terminar la escuela).
Cabe señalar que según el reductivismo pedagógico, la escuela debe manifestar y sostener la forma en que está compuesta la estructura social por esta razón, nunca podría contribuir a acortar las distancias existentes entre ricos y pobres, porque la escuela no puede ir contra el sistema, es uno más de los elementos que componen el aparato ideológico del Estado.
Por otro lado, una de las funciones fundamentales de la escuela es colaborar con los aprendizajes que están relacionados con la parte social y afectiva del individuo; sin embargo, la forma en la que se implementa el aprendizaje puede obrar contradictoriamente a este objetivo, ya que los alumnos que no superan las expectativas esperadas repiten y son alejados de su grupo de compañeros, lo que puede causar conflictos emocionales importantes, sobre todo porque en el nuevo curso recibirá el título de «repitente» lo que marcará una mayor diferencia con sus nuevos compañeros.
Para terminar y retomar la definición del término, diremos que la deserción consiste en dejar de cumplir con una obligación o en alejarse de ciertos ideales o causas.
Algunos ejemplos de frases donde aparece el término: «Quiero recordarle, Teniente McNein, que la deserción es castigada con la pena capital», «La deserción de doscientos soldados afectó la capacidad de fuego del país», «Si esto sigue así, la deserción será una opción elegida por muchos», «Resulta evidente que el camarada Koprivski ha optado por la deserción en la lucha revolucionaria», «No es una deserción: sólo creo que el movimiento no está dirigiéndose a la meta que nos habíamos planteado hace tres años».