Definición de descomposición
Se denomina descomposición al acto y consecuencia de descomponer o descomponerse (es decir, de generar desorden, segmentar las partes de un compuesto, averiar, entrar en estado de putrefacción o perder el estado saludable).
Desde la perspectiva de la biología, la descomposición supone un proceso que lleva a convertir el cuerpo de un organismo viviente en una forma más simple de materia. Al respecto, hay que decir que el cuerpo comienza a descomponerse tras el deceso del individuo: en una primera etapa, se produce la emisión de gases, mientras que, en una segunda etapa, la materia empieza a descomponerse y se forman fluidos.
La autólisis (tal como se conoce al quiebre o ruptura de tejidos a raíz de los compuestos químicos del cuerpo) y la putrefacción (es decir, la desintegración de tejidos por el accionar bacterial) liberan gases, que generan el olor característico de los cadáveres e inflaman los restos. Los insectos y otros organismos son los responsables de la última fase de descomposición.
En concreto, por tanto, podemos establecer que cinco son las fases por las que pasa la descomposición de un cuerpo humano: fresco, hinchado, de putrefacción activa, de putrefacción avanzada y finalmente seco. Etapas todas ellas que son utilizadas frecuentemente en el área de la criminología.
Y es que, cuando aparece el cuerpo de una persona, el equipo de forenses y los criminólogos que estén al frente de la investigación utilizarán el estado de descomposición en el que aquel se encuentre para descubrir el tiempo que dicha víctima lleva muerta.
Existen múltiples factores que influyen en la descomposición, como la temperatura, la humedad, la superficie sobre la cual se mantiene el cuerpo y la presencia de insectos.
No obstante, a todos estos factores que agilizan el proceso de descomposición o no habría que añadir otros que igualmente influyen en el mismo. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, la causa de la muerte, la profundidad a la que se haya enterrado el cuerpo, los traumatismos que presente el citado organismo, si ha llovido o no, la vestimenta que lleve el fallecido y también el propio peso y el tamaño que tenga la víctima.
En el caso del mundo animal, hay que subrayar que las fases de descomposición de un organismo animal son muy similares a las de un ser humano. No obstante, cada especie, en base a sus propias características y señas de identidad, varía en cierta medida al proceso.
Además de todo lo expuesto no podemos pasar por alto el hecho de que existen dos métodos para conseguir frenar y paralizar el citado proceso de descomposición. En concreto, nos estamos refiriendo al embalsamiento, que ya se realizaba en el Antiguo Egipto, o la momificación.
La llamada descomposición química, por su parte, identifica a la ruptura de moléculas en un procedimiento que da lugar a otras moléculas más pequeñas o átomos. Dicha descomposición puede producirse de manera espontánea o provocada por ciertos factores externos que promueven la descomposición de la molécula en sustancias de bases químicas más simples.
Para la matemática, en cambio, la descomposición es un proceso de factorización. Por ejemplo: 8 puede descomponerse en los factores 4 y 2 mediante la multiplicación (8=4×2).
En el lenguaje cotidiano, descomposición es sinónimo de diarrea (evacuaciones de vientre líquidas).