Definición de célula procariota

Antes de entrar a conocer el significado del término célula procariota es necesario conocer el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma:
-Célula es una palabra que deriva el latín, concretamente de “cellula”, que puede traducirse como “pequeña celda”. Se forma a partir del sustantivo “cella”, que es sinónimo de “celda”, y del diminutivo “-ula”.
-Procariota, por otro lado, es un neologismo formado a partir de los siguientes componentes de raíces griegas: “pro-”, que puede traducirse como “antes”; la palabra “karuon”, que es sinónimo de “nuez” y “tes” que es equivalente a “agente”.

A las unidades esenciales de los seres vivos, capaces de reproducirse de manera independiente, se las denomina células. Estas unidades microscópicas cuentan con una región conocida como citoplasma y con un núcleo.

Las células procariotas son aquellas cuyo núcleo no se encuentra delimitado o definido. De este modo se diferencian de las células eucariotas, que sí cuentan con un núcleo celular delimitado y separado del citoplasma.

Es importante mencionar que, en el núcleo, la célula alberga la información genética. En el caso de las células procariotas o procariontes, al no disponer de núcleo definido, este material está distribuido en una región del citoplasma que se conoce como nucleoide.

En la mayoría de las células procariotas es posible distinguir la pared celular, la membrana plasmática, el citoplasma (con el nucleoide), los ribosomas y los llamados compartimentos procariotas.

Además de todo lo expuesto, podemos establecer que las células procariotas disponen de dos tipos de alimentación:
-Alimentación autótrofa, que significa que esas pueden alimentarse por sí mismas. En concreto, lo pueden hacer utilizando materia orgánica, haciendo uso de lo que es la luz solar mediante lo que se conoce como fotosíntesis o empleando materia inorgánica.
-Alimentación heterótrofa. Esta tiene lugar cuando esas células procariotas necesitan de otros organismos, a los que parasitan, para poder nutrirse como necesitan para vivir. Este tipo de parasitación puede ser de diversos tipos: nutrición simbiótica, que es cuando células y organismos “llegan a un acuerdo” porque ambos se benefician; nutrición saprófita, que tiene lugar cuando existe un proceso de descomposición del organismo; y nutrición parásita, que es cuando parasita al organismo sin causarle la muerte.

En cuanto a lo que es la reproducción puede ser también de dos tipos: parasexual o asexual.

Los biólogos vinculan a las células procariotas con el origen de la vida y sostienen que la aparición células eucariotas posibilitó el desarrollo de organismos más complejos. El proceso que permitió la creación de las células eucariotas se llama eucariogénesis.

Hubo, según una hipótesis, un “último antepasado común universal”: LUCA, según la sigla en inglés. Este sería un organismo unicelular procariota del que descienden el resto de los seres vivientes.

La amplia mayoría de los organismos unicelulares, de hecho, siguen siendo procariontes. Las bacterias, por ejemplo, son organismos procariontes. Están formadas por células procariotas, con su material genético disperso en la zona del citoplasma.

Las arqueas son otros organismos con células procariotas. Anteriormente eran consideradas bacterias pero luego, al descubrirse varias diferencias con estos organismos, se “independizó” a este tipo de dominios en el dominio Archaea.

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