Definición de botón
Antes de proceder a conocer el significado del término botón, hay que proceder a descubrir su origen etimológico. En este caso tenemos que exponer que se trata de una palabra que deriva del francés. Exactamente procede de “bouton” que se emplea en el ámbito de la botánica para referirse a lo que es una “gema de una flor”.
El concepto de botón se utiliza de múltiples formas. El diccionario de la Real Academia Española (RAE) menciona en su primera acepción que el término alude al elemento que, en una prenda de vestir, debe introducirse en el ojal para cerrar o abrochar.
Las camisas y los sacos o chaquetas son prendas que suelen contar con botones. Otras, como los pantalones, pueden tener botones o cremallera (cierre). Más allá de su uso útil, en ocasiones los botones solo tienen un fin decorativo.
Por lo general los botones son aplanados y tienen forma redonda. Hay botones de madera, metálicos y plásticos, entre otros materiales. Cuando la prenda es de mala calidad, o el usuario los manipula de manera brusca, los botones se puedan salir y deben ser cosidos o pegados nuevamente.
También se denomina botón al objeto que, al ser pulsado o presionado, permite iniciar, apagar o modificar el funcionamiento de un mecanismo o de una máquina. Los televisores, los ascensores, las radios y las computadoras (ordenadores) tienen botones. Por ejemplo: “¿Puedes encender el televisor, por favor? Tienes que pulsar el botón redondo que está junto a la luz”, “Se rompió el botón para bajar el volumen de la radio”, “Presioné sin querer el botón y apagué la luz”.
Además de todo lo indicado, no podemos olvidarnos de la existencia de lo que se conoce como botón de pánico. Este es un pulsador que se plantea como una alarma dentro de lo que son los sistemas de seguridad y que se plantea como elemento oculto para así informar a la central de avisos de alarmas que se está en una situación realmente peligrosa.
Lo habitual es que esos botones de pánico se coloquen, por ejemplo, debajo del mostrador de un banco. De esta manera, si entran unos atracadores, el empleado podrá pulsar el citado botón sin que los delincuentes se den cuenta de que ha alertado a las autoridades.
Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto que existen diversos tipos de botones de pánico. Así, se encuentran los de pared, el de teclado o el inalámbrico, por ejemplo.
En Argentina, por último, se utiliza la idea de botón en el lenguaje coloquial para referirse a un soplón o a un policía: “¡No seas botón! No le digas al jefe que llegué tarde”, “Un botón me llevó a la comisaría porque estaba cantando en la calle con mis amigos”.
Asimismo en el mundo del cine nos encontramos con una película que lleva en su título la palabra que nos ocupa. Nos estamos refiriendo a “Botón de ancla” (1961), dirigida por Miguel Lluch y que gira en torno a las andanzas de tres guardamarinas.