Definición de ateísmo
Para poder entender el significado del término ateísmo se hace necesario, en primer lugar, determinar su origen etimológico. En ese sentido, hay que decir que emana del griego, concretamente es fruto de la suma de tres componentes:
• El prefijo “a-“, que es equivalente a “sin”.
• El sustantivo “theos”, que puede traducirse como “Dios”.
• El sufijo “-ismo”, que es sinónimo de “doctrina”.
Por tanto, podemos decir que el significado que tiene dicha palabra es “doctrina que no cree en Dios”.
Ateísmo es la condición de aquellos que no creen en Dios. El ateo, por lo tanto, es una persona que descree de cualquier tipo de divinidad o de entidad sobrenatural. Puede decirse que el ateísmo es lo contrario al teísmo, la doctrina de los que sostienen la existencia de una o más divinidades.
Muchas personas se confiesan claramente ateas porque consideran, por ejemplo, que si realmente existiera un Dios no sólo no permitiría los males que asolan a la población sino que además evitaría que seres humanos inocentes sufrieran todo tipo de dolores, de daños y de situaciones míseras.
En ocasiones, el ateísmo se confunde con agnosticismo. Los agnósticos, sin embargo, no rechazan la posibilidad de que exista un Dios, sino que consideran que lo divino escapa de la comprensión humana y, por lo tanto, desconocen su eventual su existencia. Los ateos, en cambio, no creen en las divinidades (o, dicho de otro modo, creen en que Dios no existe).
Otra confusión habitual surge entre el ateísmo y aquellos que se oponen a toda religión. El ateísmo, en esencia, consiste en descreer de la existencia de Dios. Esto no resulta opuesto a ciertos credos o prácticas religiosas: el budismo, por ejemplo, no contempla la presencia de dioses, por lo que puede decirse que es una religión atea.
Numerosas son las figuras que, a lo largo de la Historia y hasta nuestros días, han manifestado abiertamente que son ateas. Así, por ejemplo, en España podemos destacar a cineastas como Alejandro Amenábar, pensadores como Fernando Savater, actores como Fernando Guillén o escritores ilustres como Pío Baroja.
Es difícil cuantificar el número de personas que abogan por el ateísmo. No obstante, los estudios llevados a cabo han establecido que donde hay mayor número de aquellas es en el continente europeo y en Australia, frente a Estados Unidos donde aquel es mínimo.
Entre los países europeos con mayor porcentaje de ateos se encuentran Alemania, Luxemburgo, Bélgica, Francia, Reino Unido, España, República Checa o Países Bajos. Por el contrario, donde el ateísmo tiene menos presencia es en Polonia, Irlanda, Rumanía o Turquía, entre otros.
Dentro del propio ateísmo existen diferentes concepciones o tendencias. El denominado ateísmo fuerte rechaza la existencia de cualquier clase de divinidad y sostiene que existen explicaciones de diversa índole para justificar de manera racional aquello que los teístas atribuyen a Dios.
El ateísmo débil, más cercano al agnosticismo, no se apoya en la refutación de la existencia de Dios: en cambio, se limita a afirmar que no cree en Él y que, de hecho, la idea de “existencia” no puede aplicarse a algo imposible de comprobar a partir de la experiencia.