Memoria declarativa: características, tipos y ejemplos
La memoria declarativa es la que almacena conceptos y eventos la vida que pueden expresarse de manera explícita. Son datos que recuperamos conscientemente y forman parte de la memoria a largo plazo.
Este tipo de memoria es la que nos puede sonar más familiar; tiene un componente consciente que nos permite almacenar hechos y acontecimientos. Hay una intención clara de la persona por recordar. Por ejemplo, cuando se recuerda un viaje a Roma o un dato aprendido como “Ciudad de México es la capital de México”.
La memoria declarativa a menudo es asociativa. Es decir, encadena unos recuerdos con otros. Así, cuando una persona piensa en un lugar donde estuvo, probablemente vengan a su mente un gran número de recuerdos asociados. Por ejemplo, las emociones que sintió en ese sitio, las personas con las que estaba, u otras experiencias.
Los psicólogos han dividido la memoria a largo plazo en dos grandes categorías: la memoria declarativa (también llamada explícita o relacional) y la no declarativa (o implícita).
Tipos de memoria declarativa
La memoria declarativa se divide en dos grandes grupos: memoria episódica y semántica. El primer autor que hizo una distinción entre memoria episódica y semántica fue Endel Tulving en 1972. A continuación se describen cada una de ellas:
– Memoria episódica
Este tipo de memoria nos recuerda eventos pasados de los que hemos formado parte. Se recuerdan como un “episodio”, es decir, como una escena en la que actuamos.
Un recuerdo puede estar grabado de forma más fuerte en nuestra memoria si tiene un componente emocional. Por ejemplo, la boda de un amigo, la muerte de un ser querido, etc.
Otro factor importante es la fuerza con la que el cerebro registra el recuerdo la primera vez que lo experimenta. Si esa primera vez enfocamos con cuidado y precisión (ponemos más atención) la memoria registrará con más potencia y será más fácil recordar posteriormente.
La memoria episódica parece asociarse con una estructura cerebral llamada hipocampo, que mantiene conexiones con la corteza cerebral para evocar los recuerdos.
Ejemplos
Algunos ejemplos de memoria episódica son: el nombre de su primera mascota, recordar cómo fue el anterior cumpleaños de tu madre, la boda de tu hermano, dónde estabas cuando te enteraste del atentado del 11 de septiembre, etc.
– Memoria semántica
Este tipo de memoria declarativa es nuestro conocimiento general del mundo. También hace referencia a la información necesaria para el lenguaje, que sería una especia de diccionario.
A diferencia de la memoria episódica, la memoria semántica se mantiene mejor con el paso del tiempo. A partir de los 60 años entra en un leve declive.
Este tipo de memoria es muy resistente al olvido, siendo estos conocimientos muy duraderos. Una prueba de la existencia de estos dos tipos de memoria son las múltiples investigaciones que han demostrado que hay pacientes con daños en la memoria episódica pero no en la semántica y al revés.
Ejemplos
Algunos ejemplos de la memoria semántica son: entender el concepto de tiempo, saber para qué sirve un objeto, saber nombrar animales mamíferos, conocer la fecha del día de San Valentín.
Sustento cerebral de la memoria declarativa
Para que la memoria explícita se almacene correctamente, el sujeto debe reorganizar los datos primero. Parecen existir diferentes circuitos neuronales para la memoria declarativa y para la no declarativa.
La memoria declarativa se vincula con la zona medial del lóbulo temporal del cerebro cuando se está aprendiendo este tipo de conocimiento. En esta parte se encuentra el hipocampo, una estructura fundamental en la formación de memorias autobiográficas y de hechos.
Otras áreas muy relacionadas con el hipocampo son la amígdala, la corteza prefrontal y los núcleos talámicos, que también participan en la memoria declarativa. Según si son conocimientos episódicos o semánticos, van a activarse unas zonas del cerebro u otras.
Parece ser que en la memoria episódica se activa el hipocampo, en colaboración con la corteza cerebral. La corteza prefrontal parece tener una función concreta en la memoria episódica; se trata de monitorizar y elegir los recuerdos de manera adecuada.
Por otra parte, la memoria semántica parece asociarse a la corteza perirrinal. Una vez almacenados en la memoria de manera duradera, la información se guarda en toda la corteza cerebral según qué tipo de información sea.
Por ejemplo, los datos que tienen componentes visuales se guardan en la corteza occipital del cerebro, donde se sustenta la visión. En cambio, si son elementos auditivos, se guardan en la corteza temporal.
Se ha sugerido que la corteza prefrontal dorsolateral izquierda se asocia en la codificación de la memoria declarativa, mientras que la parte derecha y la corteza parietal posterior parecen influir en la recuperación de los datos.
Por otro lado, la amígdala tiene un importante papel en los recuerdos declarativos que tienen un significado emocional.
Factores que influyen en el recuerdo de memorias declarativas
Sucesos importantes
Recordamos mejor los sucesos importantes para nosotros y vívidos, como la muerte de un ser querido.
Contexto
La recuperación depende del contexto en el que nos encontremos. Es decir, recordamos mejor cierta información si nos encontramos en el contexto donde la aprendimos que si estamos en otro contexto diferente.
Estado
El estado de ánimo parece ser importante en el recuerdo. Es decir, cuando aprendemos algo ligado a cierto estado de ánimo es más fácil que esto se recuerde cuando volvamos a tener la misma emoción.
Esto recibe el nombre de recuerdo dependiente del estado. Explica por qué cuando estamos tristes solemos recordar experiencias negativas.
Relleno de huecos
Por otro lado, puede ocurrir que afirmemos recordar cosas que realmente no han sucedido, ya que tendemos a rellenar huecos o lagunas de la memoria sin darnos cuenta. Esto puede ocurrirles a las personas que son llamadas a rendir testimonio en un proceso judicial.
Patologías de la memoria declarativa
Algunas de las patologías de la memoria declarativa son:
Amnesia anterógrada
Se trata de déficits para recordar acontecimientos que suceden tras una lesión cerebral. Normalmente se acompañan de cierto grado de amnesia retrógrada. Esto ocurre porque existe una incapacidad para trasmitir información desde la memoria a corto plazo hasta la memoria a largo plazo, estando específicamente afectadas las memorias declarativas o explícitas.
La amnesia anterógrada suele asociarse también con la confabulación, en la que el paciente rellena sus lagunas de memoria con datos inventados. Este no es consciente de que el relato es falso o irreal. A un nivel extremo el paciente puede ser incapaz de recordar lo que acaba de hacer.
Este tipo de amnesia también se observa en el síndrome de Korsakoff. Se trata de un déficit de vitamina B1 (tiamina) que se debe a la desnutrición o alcoholismo crónico.
La tiamina, al ser esencial para el cerebro, cuando está ausente provoca lesiones en este órgano. En concreto en el diencéfalo, y/o en el lóbulo frontal.
La amnesia anterógrada también puede aparecer por traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebrovasculares o tumores.
Amnesia retrógrada
Es la dificultad para recordar sucesos que ocurrieron antes de la lesión cerebral. Este tipo de amnesia puede ocasionar lagunas que abarquen desde meses hasta años.
La amnesia retrógrada sigue la Ley de Ribot, es decir, se pierden primero los recuerdos más recientes, mientras que los últimos en olvidarse son los recuerdos más estables y utilizados en su vida. Por ejemplo, sus hábitos de rutina diaria, su nombre o el de sus familiares, etc.
Amnesia lacunar
En esta se produce una pérdida de recuerdos durante un periodo de tiempo limitado, en el que se sufrió una alteración en el nivel de consciencia. Por ejemplo, como ocurre tras ciertas crisis epilépticas, tras el consumo de tóxicos o drogas, o por secuelas de traumatismos craneoencefálicos.
Amnesia disociativa o psicógena
En este caso el paciente no puede recordar acontecimientos o experiencias que han resultado muy desagradables o traumáticos, como ocurre en el trastorno de estrés postraumático.
Referencias
- Chapter 7: Learning and Memory. (s.f.). Recuperado de neuroscience.uth.tmc.edu.
- Declarative Memory: Definition & Examples. (s.f.). Recuperado de study.com.
- Declarative Memory: Definitions & Examples. Obtenido de livescience.com.