Qué es Vocación:
La vocación es la inclinación que una persona siente para dedicarse a un modo de vida, y puede estar relacionada tanto con lo profesional (trabajo, carrera) como con lo espiritual. La palabra, como tal, proviene del latín vocatĭo, vocatiōnis, que significa ‘acción de llamar’.
En nuestra vocación intervienen muchos aspectos: nuestros gustos e intereses, las cosas que nos reconfortan y nos causan curiosidad, las habilidades que tenemos o que hemos aprendido, así como nuestra personalidad, nuestra forma de ser y de actuar, de asumir y enfrentar las cosas.
De allí que, con base en todo anteriormente mencionado, la vocación apunte hacia aquello que queremos hacer y lograr como individuos en esta vida, hacia lo que nos proporciona satisfacción y le da sentido a nuestras vidas.
Así, cuando encontramos nuestra vocación logramos entender mejor quiénes somos, qué queremos, hacia dónde vamos y para qué somos útiles.
En religión, por su parte, la vocación es el llamado divino que sienten algunas personas para dedicar su vida al servicio religioso, como, por ejemplo, el sacerdocio.
Sinónimos de vocación serían inclinación, propensión, tendencia, aptitud o llamamiento.
En inglés, la palabra vocación puede ser traducida como vocation. Por ejemplo: “The young man proved his political vocation” (El joven demostró su vocación política).
Vocación profesional
Se llama vocación profesional aquella que una persona siente por iniciar una carrera, profesión u oficio antes, incluso, de contar con los rudimentos necesarios para su ejercicio. Como tal, no tiene edad para manifestarse. Idóneamente, ocurrirá antes del ingreso a la universidad. Sin embargo, hoy en día muchas escuelas o instituciones brindan orientación vocacional (tests, consultas, exámenes) a los jóvenes para ayudarlos a descubrir las cosas para las cuales manifiestan intereses y aptitudes.
Vea también Orientación vocacional.
Vocación religiosa
Como vocación religiosa se denomina aquella que se manifiesta, según la doctrina católica, como un llamado de Dios para la consagración de la propia vida al servicio de la Iglesia. En ella, influye mucho el que una persona cuente con los atributos y las habilidades necesarias para hacer los votos religiosos. Por ello, el catolicismo prevé una etapa de preparación llamada noviciado que precede la toma de los votos. En esta etapa, los jóvenes pueden determinar si realmente sienten el llamado para dedicar su vida de manera perpetua al servicio religioso.