Qué es Unalome:

El unalome es un símbolo de tradición budista que expone, de manera metafórica, el camino que cada individuo ha recorrido y su transición en el mundo.

En este sentido, el unalome trata de representar de manera gráfica las decisiones más importantes que se han tomado y sus consecuencias. Por ello, está compuesto por una línea que, por lo general, no es recta y muestra las curvas e imperfecciones experimentadas.

Más allá de que las decisiones que se tomen sean en pro de nuestro beneficio y bienestar, muchas veces no acertamos y cometemos errores, algunos más graves que otros, de allí que el camino que vamos recorriendo trace una línea imperfecta.

Por tanto, el unalome es una representación gráfica de la plenitud, logros, desaciertos, incertidumbres, dudas, miedos, felicidades, amores o tristezas. Es una manera de representar cómo ha sido la evolución y transformación de una persona a fin de alcanzar la paz interior.

Ahora bien, el unalome solo se puede diseñar desde la reflexión de cómo ha sido nuestra vida, por lo que es necesario adentrarnos a nuestros sentimientos y emociones para trazar el unalome que nos represente verdaderamente.

De este proceso se obtiene una delicada línea compuesta por curvas, espirales, puntos y rectas que exponen el camino andado, lo que le añade un sentido espiritual a este símbolo. También puede incluir una flor de Loto.

Vea también Budismo.

Cómo se diseña un unalome

Cada individuo posee un unalome particular, esto se debe a que cada quien ha vivido una transición diferente en el mundo a través de aprendizajes, desilusiones, esperanzas y crecimiento personal. A continuación, sus líneas representan lo siguiente:

  • La espiral representa el inicio de la vida, de algo nuevo.
  • Las curvas que se forman en la espiral muestran los giros de la vida, es decir, las debilidades, miedos, inseguridades, luchas, amor, cambios, entre otros.
  • La espiral también representa los círculos viciosos en los que se cae más de una vez hasta que reconocemos quiénes somos verdaderamente.
  • El final de la espiral representa la claridad de cuál es nuestro ser, en este caso, las dudas están disipadas. Se reconoce que nuestra verdad no es la única que existe.
  • A continuación, la línea recta simboliza que se ha alcanzado el camino hacia la iluminación y la paz interior.
  • Para finalizar, se coloca un punto separado de la recta que indica la incertidumbre de cuál será el verdadero final. Sin embargo, esto se percibe como una recompensa de la vida.